Por: Kitin Rodríguez Girado
Quiero dejar sentado inicialmente, que como parte de una profesión que desempeñé por muchos años, no soy partidario del ataque que constantemente y muchas veces, sin ninguna razón, reciben colegas míos sobre todo en las redes sociales.
He conocido personas en éste mundo de la narración y el comentario deportivo a nivel nacional que han dejado en mí la más grata de las impresiones por su ética y profesionalidad y ejemplos sobran.
Éste servidor concurrió dos veces a un Tribunal de Evaluación y compartió con muchos de ellos en cursos ofrecidos en el Instituto Nacional de Periodismo José Martí de La Habana.
Me atrapó siempre la grandeza de Rene Navarro, la imparcialidad de Ramón "Piti" Rivera, la seguridad de Diego Méndez Calero y la versatilidad y sencillez de muchos como Luis Alberto Izquierdo y Modesto Agüero por citar dos ejemplos.
En una ocasión, hace años, tuve la oportunidad de entrevistar en el programa televisivo pinareño Visión 27, a uno de éstos colegas nacionales y me admiró sobremanera la honestidad con la que me confesó, a una pregunta mía, su simpatía por su equipo preferido en la Serie Nacional. Por cierto, dicho equipo hace rato desapareció de nuestros clásicos domésticos.
Partiendo del hecho que "todos los narradores y comentaristas deportivos simpatizan con un equipo y quien diga que no, miente", palabras textuales de Modesto Agüero en una entrevista que le realicé, pienso que la coherencia en primer término, debe primar a la hora de dar un pronóstico sobre las posibilidades de un equipo en una competencia determinada.
Hace dos semanas, en el gustado programa Bola Viva, excepto Hernández Luján, todos los panelistas inclinaron su favoritismo por Sancti Spiritus sobre Pinar del Río en los cuartos de final de la 60 temporada, a pesar de que los medias verdes habían vencido a los gallos en el compromiso efectuado en la etapa regular del campeonato.
Las razones, entre otras, fueron la modesta ofensiva exhibida por Vegueros y la culminación en la cima de la tabla de los centrales en la clasificatoria con número contundentes.
Bien: me parecen razones lógicas para un pronóstico y todos tenemos derecho al nuestro aunque es incomprensible que usted vaya en contra de un equipo que exhibe el mejor cuerpo de serpentineros de Cuba, si tenemos en cuenta que los especialistas de éste deporte siempre han sostenido que el pitcheo constituye el 75 por ciento y más en las posibilidades de éxito de un equipo de béisbol.
Lo que sí me desencantó y encontré poco serio fue que, siete días después, al hacer Pinar trizas dicho pronóstico y de forma categórica, se esgrima como justificación que los más occidentales ganaron porque Sancti Spiritus estaba fuera de forma por los días que estuvo sin jugar.
Eso, repito, fue poco serio porque antes del Play off nadie mencionó ése detalle. Cómo ahora se me aparecen los analistas demeritando el éxito pinareño con semejante argumento?
Pero además, por qué entonces no sé dio a Pinar como favorito si, según ellos, los discípulos de Eriel Sanchez, estaban en desventaja?
El otro aspecto que vino a echar por tierra tan incoherente opinión, fue la aguerrida espuela mostrada por los hijos del Yayabo en dos de los tres partidos del play off dejando incluso, en los parciales pinareños, la más grata de las impresiones y el mayor de todos los respetos.
Pronósticos? Claro que tenemos derecho al nuestro, pero manteniéndolo con bases sólidas y coherentes aunque luego, como hizo también el Tsunami Pinareño en la Serie de Oro, el final sea completamente distinto. Eso hará que siempre se nos mire como personas creíbles y dignas de toda reputación.