Solo los Leñadores y su enorme gesta parecieran capaces de hacer explotar tanta pasión entre los tuneros, contados este jueves por miles y volcados sobre la Carretera Central y las principales arterias de esta ciudad para recibir al equipo que ha disparado nuestra capacidad de soñar.

Tras cobrar merecida revancha ante Ciego de Ávila e incluirse otra vez en la final de la Serie Nacional, los dirigidos por Pablo Alberto Civil pudieron comprobar de primera mano cuán importantes son para un pueblo que no se reservó nada, que mostró con naturalidad todo su agradecimiento.

La road movie de los Leñadores había arrancado temprano en Morón, donde estuvieron hospedados los tres días de la serie semifinal en la Tierra de la Piña. Todavía en territorio avileño, la gente salió a las calles a reconocer con gentileza la clara superioridad de los Leñadores sobre sus Tigres.

Y la avalancha de cariño continuó pueblo por pueblo a lo largo de toda la Carretera Central, mientras la caravana de atletas, prensa y aficionados se adentraba ya en suelo camagüeyano, cada vez más cerca del epicentro en el que se convertiría el Balcón de Oriente.

La espontaneidad de la gente no dejaba de sorprendernos, al tiempo que despertaba un orgullo difícil de contener. Así nos recibió la urbe agramontina, primero con cierta frialdad, contagiada luego por tanta alegría. En la Ciudad de los Tinajones los camagüeyanos reclamaban a los suyos, Alexánder Ayala y Dariel Góngora, mientras comenzaban a entender que les pertenecía también una pizca de esta histórica clasificación a una final por segundo año consecutivo.

Pero las emociones comenzaron a dispararse en Guáimaro, hasta donde llegaron los colombianos y amancieros para ver pasar a los Leñadores. Y ya en los límites entre ambas provincias, los peloteros tuneros fueron recibidos por Ariel Santana Santiesteban, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Las Tunas, junto a Jaime Chiang Vega, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular.

Sin embargo, nada podría compararse con lo acontecido en esta ciudad capital, estremecida de punta a punta por la presencia del elenco favorito para ganar su primer título de la Serie Nacional. Decenas de miles de tuneros arroparon a sus peloteros, mostraron que llevan el béisbol a flor de piel y dieron apenas un adelanto del manicomio que será este sábado el estadio Julio Antonio Mella, cuando arranque la gran final de la 58 Serie.