En 2014, tras cincuenta años de ausencia, el béisbol cubano tuvo una pobrísima actuación en su regreso a la Serie del Caribe. No pocos consideraron que la causa de la debacle de Villa Clara había sido la supuesta pobre selección de los refuerzos (en una mirada, cuando menos, extraordinariamente reduccionista). Así que era de esperarse que la Federación cubana no cometiera “el mismo error” con Pinar del Río quien será el representante en la edición 2015 del evento que reúne a los campeones de las principales ligas caribeñas.
Por tanto, bajo la dirección del Comisionado (ya nadie habla de Higinio Vélez) Heriberto Suárez tenemos un equipo conformado por 12 pinareños y 16 refuerzos. La ofensiva sin dudas parece el plato fuerte y el pitcheo…muy débil, no por una “mala selección”, sino porque sencillamente a San Juán irán los mejores pitchers que quedan trabajando en el país y dentro de ese grupo, quizás solo resalten dos o tres. Nada más.
La manera en que se conformó la selección ha despertado muchísimas polémicas. Los pinareños reclaman una mayor presencia de sus jugadores (¿no había espacio para Vladimir Baños?), otros buscaron comparaciones traídas por los pelos con otros clubes que acudirán a la Serie del Caribe con nóminas diferentes, no solo por un problema de “refuerzos”, sino porque los jugadores que militan en franquicias de la MLB no reciben permiso para estar en la Serie; pero a mí realmente el tema que más me llama la atención no es la “disputa” por la estructura del equipo que representará a Cuba. Vayamos al grano: ¿Por qué tanto silencio con el hecho de tener, para 2015, solo 5 contrataciones de peloteros en la liga japonesa?
Realmente no entiendo las “estrategias” seguidas por la Federación cubana (que es el “agente” de los peloteros cubanos) para llamar la atención de los clubes foráneos. ¿Cómo entender que para el año que recién comienza la única nueva incorporación a la Liga japonesa sea la de Lourdes Júnior? ¿Será solo un problema de “desinterés” de las franquicias niponas? Olvidémonos un momento de los yenes… ¿y la Liga de Taipéi…y la coreana? ¿Por qué la Serie Nacional solo se reestructurará a partir de 2017? ¿Cuándo terminarán por adecuar el calendario de nuestro torneo doméstico con el de los eventos profesionales? Son tantas preguntas sin respuestas que volver a debatir sobre la pertinencia o no de llevar 12 o 14 o 17 peloteros pinareños a la Serie del Caribe (yo llevaría a la base del equipo, con algunos refuerzos) me parece irrelevante.
Por tanto, bajo la dirección del Comisionado (ya nadie habla de Higinio Vélez) Heriberto Suárez tenemos un equipo conformado por 12 pinareños y 16 refuerzos. La ofensiva sin dudas parece el plato fuerte y el pitcheo…muy débil, no por una “mala selección”, sino porque sencillamente a San Juán irán los mejores pitchers que quedan trabajando en el país y dentro de ese grupo, quizás solo resalten dos o tres. Nada más.
La manera en que se conformó la selección ha despertado muchísimas polémicas. Los pinareños reclaman una mayor presencia de sus jugadores (¿no había espacio para Vladimir Baños?), otros buscaron comparaciones traídas por los pelos con otros clubes que acudirán a la Serie del Caribe con nóminas diferentes, no solo por un problema de “refuerzos”, sino porque los jugadores que militan en franquicias de la MLB no reciben permiso para estar en la Serie; pero a mí realmente el tema que más me llama la atención no es la “disputa” por la estructura del equipo que representará a Cuba. Vayamos al grano: ¿Por qué tanto silencio con el hecho de tener, para 2015, solo 5 contrataciones de peloteros en la liga japonesa?
Realmente no entiendo las “estrategias” seguidas por la Federación cubana (que es el “agente” de los peloteros cubanos) para llamar la atención de los clubes foráneos. ¿Cómo entender que para el año que recién comienza la única nueva incorporación a la Liga japonesa sea la de Lourdes Júnior? ¿Será solo un problema de “desinterés” de las franquicias niponas? Olvidémonos un momento de los yenes… ¿y la Liga de Taipéi…y la coreana? ¿Por qué la Serie Nacional solo se reestructurará a partir de 2017? ¿Cuándo terminarán por adecuar el calendario de nuestro torneo doméstico con el de los eventos profesionales? Son tantas preguntas sin respuestas que volver a debatir sobre la pertinencia o no de llevar 12 o 14 o 17 peloteros pinareños a la Serie del Caribe (yo llevaría a la base del equipo, con algunos refuerzos) me parece irrelevante.