Puestos fuera de combate en el primero de los dos partidos de ayer efectuados en el estadio 26 de Julio, e independientemente de su victoria en el segundo choque, los Industriales atraviesan por un mal momento, colocados ahora a un peldaño por debajo de los ocho primeros en la tabla y, por consiguiente, con el fantasma de la eliminación para la segunda ronda detrás.
Se trata de uno de los cuatro grandes de la pelota cubana, junto a Pinar del Río, Villa Clara y Santiago de Cuba; un cuarteto que suma 28 títulos en 52 Series, con los Azules de punteros gracias a una docena de galardones. De los cuatro, ellos son los únicos fuera de la llamada "zona de clasificación".
¿Qué les pasa a los Azules? A simple vista un tremendo slump colectivo de bateo afecta a casi todo el plantel. Según las estadísticas de Yirsandy Rodríguez Hernández, el pasado año los leones capitalinos promediaban 270, con 13 cuadrangulares y 120 anotadas, además de acumular 246 indiscutibles en 27 partidos. Ahora, incluido el primer juego de ayer, número 25 del equipo, el average era un bajo 233, con 64 jits y 21 carreras anotadas menos.
A veces el béisbol le juega una mala pasada a todos los que pretenden avizorar el futuro. En los pronósticos precompetencias Industriales poseía una fuerte ofensiva, reforzada con la entrada de Yulieski Gourriel, y el eslabón más débil era el pitcheo. Ha resultado todo lo contrario, pues los serpentineros azules son cuartos en promedio de limpias, 2,70; mientras el pasado año, más o menos por esta misma cantidad de partidos, andaban por 3,42.
No es primera vez que esto le sucede a un conjunto integrado por jugadores de sobrada experiencia y calidad. No es tampoco culpa del mentor, pues Lázaro Vargas podrá acertar o no a la hora de decidir si toca o no, si envía un corredor al robo o si cambia a un lanzador por otro, pero no puede hacer que sus bateadores sean productivos o que promedien altos averages. Es problema individual de cada uno, de Yulieski y Rudy Reyes, de Tomás y de Stayler.
Aún falta camino por recorrer. No están eliminados. Pero el tiempo pasa rápido y los bateadores azules tienen que apurarse para salir del slump, si no quieren contemplar los toros desde la barrera en la segunda ronda.
El calendario regular de esta primera fase de la 53 Serie Nacional culminará el 29 de diciembre, pero la selección capitalina tiene hasta el momento tres juegos pendientes, todos a causa de la lluvia, dos de ellos con Las Tunas y uno versus Granma, lo cual pudiera resultarles ventajoso pues en los tres casos jugarán como dueños de casa. Pero un equipo en el cual uno solo de sus regulares, Alexander Malleta, promedia por encima de los 270, obliga a sus lanzadores a trabajar muy presionados y pudiera resultarles fatal.
Se trata de uno de los cuatro grandes de la pelota cubana, junto a Pinar del Río, Villa Clara y Santiago de Cuba; un cuarteto que suma 28 títulos en 52 Series, con los Azules de punteros gracias a una docena de galardones. De los cuatro, ellos son los únicos fuera de la llamada "zona de clasificación".
¿Qué les pasa a los Azules? A simple vista un tremendo slump colectivo de bateo afecta a casi todo el plantel. Según las estadísticas de Yirsandy Rodríguez Hernández, el pasado año los leones capitalinos promediaban 270, con 13 cuadrangulares y 120 anotadas, además de acumular 246 indiscutibles en 27 partidos. Ahora, incluido el primer juego de ayer, número 25 del equipo, el average era un bajo 233, con 64 jits y 21 carreras anotadas menos.
A veces el béisbol le juega una mala pasada a todos los que pretenden avizorar el futuro. En los pronósticos precompetencias Industriales poseía una fuerte ofensiva, reforzada con la entrada de Yulieski Gourriel, y el eslabón más débil era el pitcheo. Ha resultado todo lo contrario, pues los serpentineros azules son cuartos en promedio de limpias, 2,70; mientras el pasado año, más o menos por esta misma cantidad de partidos, andaban por 3,42.
No es primera vez que esto le sucede a un conjunto integrado por jugadores de sobrada experiencia y calidad. No es tampoco culpa del mentor, pues Lázaro Vargas podrá acertar o no a la hora de decidir si toca o no, si envía un corredor al robo o si cambia a un lanzador por otro, pero no puede hacer que sus bateadores sean productivos o que promedien altos averages. Es problema individual de cada uno, de Yulieski y Rudy Reyes, de Tomás y de Stayler.
Aún falta camino por recorrer. No están eliminados. Pero el tiempo pasa rápido y los bateadores azules tienen que apurarse para salir del slump, si no quieren contemplar los toros desde la barrera en la segunda ronda.
El calendario regular de esta primera fase de la 53 Serie Nacional culminará el 29 de diciembre, pero la selección capitalina tiene hasta el momento tres juegos pendientes, todos a causa de la lluvia, dos de ellos con Las Tunas y uno versus Granma, lo cual pudiera resultarles ventajoso pues en los tres casos jugarán como dueños de casa. Pero un equipo en el cual uno solo de sus regulares, Alexander Malleta, promedia por encima de los 270, obliga a sus lanzadores a trabajar muy presionados y pudiera resultarles fatal.