Quizás la elección dada a conocer este lunes sobre el premio concedido a Wil Myers como Novato del Año de la Liga Americana no haya sorprendido a muchos. Y lo digo no porque el muchacho tuviera el 100 por ciento de los méritos o no, sino porque ya se había filtrado algo días antes al respecto.

Pero lo cierto es que Myers fue el elegido por encima del torpedero cubano José “Candelita” Iglesias, quien tuvo una formidable actuación con los Medias Rojas de Boston primero y con los Tigres de Detroit después, pero finalmente la votación fue para el norteamericano al recibir 23 de los 30 determinantes votos.

Myers, de 22 años, participó en un total de 88 juegos con Tampa –debutó en junio-, en los que pegó 98 hits en en 335 turnos, para promedio de 293.

Se incluyeron en su producción 23 dobles y 13 cuadrangulares, impulsó 53 carreras, se ponchó en 91 oportunidades y su slugging fue de 478.

En el caso de Iglesias, bien pudo haber sido el agraciado. Estuvo presente en 63 partidos con Boston y 46 con Detroit –un total de 109, 21 más que Myers-.

En total –con ambas novenas donde jugó TODA la temporada- disparó 106 hits en 350 comparecencias al home plate, con 16 dobles, dos triples y tres cuadrangulares, remolcó 29 carreras, se ponchó 60 veces y su slugging fue de 386. Y a la defensa como paracortos, solo cometió tres pifias con los dos conjuntos.

Finalmente se llevó el “gato al agua” el norteamericano. Pero siempre queda latente la interrogante para los que hubiésemos querido tal galardón para el cubano: ¿Hubiese sucedido lo mismo si Iglesias hubiera nacido en el país del Norte?

Es solo mi criterio, es solo mi opinión. Pero por encima de todas las cosas, siempre respeto el criterio de cada quien. Nos vemos.