Cuando en el primer duelo de la subserie los Piratas de la Isla de la Juventud sometieron a los vigentes monarcas de Villa Clara, el tiempo caminó marcha atrás. Tal vez porque había sucedido lo que en tiempo de las antiguas colonias, cuando las naves repletas de filibusteros saqueaban los botines que las flotas reales transportaban a las metrópolis.

Pero terminó cumpliéndose la norma en la presente campaña para los dirigidos por Mandy Jhonson, pues sus pupilos siguen sin tener en mares ajenos las encomiables faenas —17 triunfos y siete reveses— que han firmado en su fortín del ultramarino parque Cristóbal Labra.

Si un día antes habían cedido por la mínima en un duelo frenado por las precipitaciones, este miércoles los Naranjas sacaron a relucir la casta en casa para sentenciar a sus rivales con tres batazos extrabases tan oportunos que sirvieron para remolcar toda la producción del equipo.

Primero fue Ramón Lunar quien echó a andar la registradora con un solitario vuelacercas en el quinto inning, para estropear el bonito duelo monticular entre su compañero Yasmani Hernández Romero —siete impecables entradas de actuación— y Luis Manuel Suárez.

Dos entradas más tarde el serpentinero visitante se complicó abriendo con boleto y el corredor llegó a segunda por sacrificio de Andy Zamora. El alto mando pinero mando a bolear intencionalmente a Yeniet Pérez y la estrategia terminó siendo contraproducente, pues Yordanis Linares le conectó triple para fletar dos más.

Al rescate vino Javier Leyva pero con muy poca suerte, ya que tras dominar a Lunar fue castigado con un vuelacercas del enmascarado Yulexis La Rosa que elevó a cinco la diferencia. Como si fuera poco, en el octavo capítulo Raúl Reyes le disparó un doble al también apagafuegos Danny Aguilera para empujar la que pondría cifras definitivas al marcador.

Como sus víctimas anclaban en la cima de la tabla, este triunfo permitió a los villaclareños reducir su desventaja a un solo juego de diferencia y apuntalarse por el momento en el cuarto lugar del escalafón.

Haber remontado el enfrentamiento particular frente al mejor elenco de la fase consolida las aspiraciones de campeones, quienes van teniendo un mes de ensueño: vencieron en 11 de los 15 partidos disputados.

Con tres complicados cruces de armas por delante frente a Ciego de Ávila, Holguín y Pinar del Río —los dos primeros como anfitriones— nada está escrito, pero todo apunta a que el brillo de la corona se verá el próximo año sobre el diamante.