Aún en medio del lodo crecen flores. A pesar del pobre papel de la mayoría de los serpentineros del equipo cubano Villa Clara en la Serie del Caribe, un jovencito de apenas 19 años ha llamado la atención de los cazatalentos en Isla Margarita.

Se llama Norge Luis Ruiz y fue el Novato del Año de la pelota cubana en el 2013.

Aunque no pasó del tercer episodio en su presentación ante los poderosos Navegantes de Magallanes, campeones venezolanos, mostró un brazo potente, corazón en la lomita y mucha juventud, que le permite crecer como lanzador.

"Veníamos con la mentalidad de ganar, pero la realidad sobre el terreno ha sido diferente", reconoció Ruiz, quien lanza para el equipo Camagüey en Cuba y vino como refuerzo a la Serie del caribe.

El joven derecho se refirió a las condiciones casi a ciegas con que llegó el equipo, con un desconocimiento casi total de lo que enfrentarían en Isla Margarita.

"Teníamos muy poca información de los rivales, porque allá en Cuba no se ve este béisbol, pero esto nos ha servido de aprendizaje para otras ocasiones", señaló el serpentinero.

"En mi caso, me di cuenta que estos bateadores están acostumbrados a ver rectas de 95, 96 millas por hora, pues cada vez que enseñaba mi bola rápida me conectaban, así que traté de usar más mis envíos de rompimiento".

Con sus condiciones naturales, Ruiz está convencido de que podría lanzar en ligas de mayor nivel que la cubana, la cual atraviesa por una evidente crisis de calidad.

"Yo siempre le he dicho a mi familia que estoy listo para jugar en cualquier béisbol del mundo. Con 19 años tiró 96, 97 millas y sí me gustaría jugar en la Liga Mexicana, en la de Venezuela...".

¿Y Grandes Ligas? El muchacho simplemente sonríe y se retira amablemente a entrenar con el resto de los lanzadores.