De tanta gana, todo quedó en nada. De tanto posponer la entrevista –cuando no era por una cosa, era por otra- perdí el lujo de hablar personalmente con uno de los mejores zurdos de la pelota cubana en los últimos tres lustros. Así pasaron los años y un día, hace poco, como quien no quiere la cosa, me entero de que Arley Sánchez de la Cruz se encontraba por Italia y la entrevista la llevé a vías de hecho en un santiamén, vía digital, gracias a la gestión de un amigo del lanzador capitalino.

Hace un tiempo en un concierto memorabilísimo en Costa Rica, la banda estadounidense Green Day dijo dejamos lo mejor para el final, como alarde de una música tan rica, la de ellos. Así actuó Arleys y al final de nuestra conversación cibernauta puso la sazón.

Arleys Sánchez, el zurdo de Barrio Azul, ¿regresará al béisbol como jugador?

Sí compadre, así como lo dices. Me dieron la posibilidad de trabajar de profesor en una escuela de béisbol menor, donde el presidente está muy impresionado y complacido con la calidad de mi trabajo. De paso me he ido insertando en los entrenamientos y he encontrado mejoría en mi brazo y existen reales posibilidades de estar en uno de los equipos que participan en la Serie A del béisbol italiano, donde participaron la temporada pasada varios cubanos como mis ex compañeros de equipo Frank Montieht y José Pablo Cuesta, al igual que otros como Wilbert Pérez y Alberto Bicet.

Ya veremos, tengo que intentarlo y lograrlo porque como bien dijo ese gran profesor ya retirado de judo Ronaldo Veitia, refiriéndose a su deporte, hoy me gustaría trasladar su frase célebre a la pelota: el béisbol para mí es como una novia que no la hago mujer porque siempre la necesito virgen. Si se tiene un sueño y un deseo, hay que intentarlo, porque nadie lo hará por ti.

Como él afirma, nació orgullosamente en Guantánamo el 5 de junio de 1983 y desde los cuatro años se trasladó con su mamá a La Habana. Ese dato de que Arley es guantanamero de naturaleza me atrevo a decir que es poco conocido, pues la afición capitalina se apropió de sus 55 triunfos, 36 reveses, 20 salvamentos, efectividad de 3.56. Se hizo dueña de todo el rosario de excelentes demostraciones de él, en los múltiples terrenos de casa y en distintos certámenes internacionales. Fue una de las cartas más fidedignas de la era de Rey Anglada, en conjunto con Yadel Martí, Francisley Bueno, Deinys Suárez y otros tantos serpentineros, que de seguir en Cuba hoy, fueran una gran curita para el béisbol capitalino, que está de capa caída.

Al béisbol llegué a través de un lanzador ya fallecido que lanzó en la década de los 50 de apellido Montieht , que vivía en la barriada de la Víbora, en Diez de Octubre. Yo era muy amigo de su nieto Jorgito, quien hoy reside en Estados Unidos, y él se encargaba de llevarme junto a su nieto todos los días a los entrenamientos. Comienzo en el béisbol en el estadio Edison a los nueve años con el profesor Ramón Cairoz.

A los 12 años tengo la oportunidad de entrar a la EIDE Mártires de Barbados, donde pasé por las antiguas categorías 13-14 y 15-16. Recuerdo que no me acompañaba mucho el físico, pues era el atleta más pequeño de todos, pero así mismo participé en un torneo Nacional. Siempre me dije puede que existan otros con más talento que yo, pero eso no es excusa para dejar de trabajar como el mejor de todos». Entonces, al pasar a los juveniles, di el salto de calidad y participé en dos torneos nacionales, siendo campeón en uno de ellos, con compañeros como Yunel Escobar, Kendrys Morales, Deinys Suárez, Yamel Guevara, entre otros, que luego fueron relevantes atletas, explica.

Con Anglada recién nombrado director de Industriales, debutas en la temporada 2002-2003 y tu contribución como principiante se hizo sentir en ese vigente récord de victorias para una temporada con 66.

Estuve excelente en la pre-temporada y Rey me dio muchísima confianza, logré una contienda de ensueño para debutantes, al ganar seis juegos, perder dos y salvar ocho, para así empatar un récord de salvamentos para novatos, ya que era uno de los relevos cortos del equipo. Ese año también implantamos récord de victorias para una Serie, con 66 y ganamos el campeonato. Aprendí mucho de los profesores José Elosegui y Julio Romero, sin dudas dos excelentes entrenadores de lanzadores.

Realmente eres todo un privilegiado. Por falta de un título nacional, tienes en tu haber cuatro, tres con el Rey León y uno con Germán Mesa como estrategas.

Ganamos nuevamente en las temporadas de 2003-04, 2005-06 y 2009-10. Para mí un orgullo y una alegría inmensa e intensa haber sido cuatro veces campeón nacional, pues éramos una familia, siempre unidos, por eso teníamos tanta fuerza a la hora de disputar lugares cimeros. Es algo que se disfruta doblemente, porque el resto de los equipos de Cuba juegan entre sí al 100%, pero contra Industriales juegan al 120%.

Es imperioso que te pregunte a ti, que lo conociste bastante, cómo era Rey Anglada director. He hablado con varios jugadores de la capital y de otras provincias que coinciden en que es el manager con el que más cómodo se han sentido.

aaPara mí, el mejor y más impresionante dirigente que he tenido en mi carrera, porque antes de todo tenía ética, principios, valor, era hombre en toda la extensión de la palabra, dentro y fuera del terreno. Magnífico estratega, le transmitía inspiración, adrenalina, combatividad y ansias de victoria en todo momento al equipo.

¿Son managers de carácter Anglada y Victor Mesa?

Yo tuve la oportunidad de jugar en seis de mis 10 Series Nacionales con Rey y también en un torneo en Holanda con Victor. De Anglada no creo que fuera caractoso sino que era un director que se daba a respetar y mantenía buena comunicación y camaradería entre los jugadores. Con Víctor fue una fantástica experiencia, creo que los fanáticos muchas veces lo malinterpretan por sus gestos, pero no son más que una actitud de su personalidad y lo único que transmite es el deseo de querer que los atletas den el máximo en cada actuación.

En tu época de esplendor eras casi seguro en las selecciones nacionales, sobre todo debido a tu condición de zurdo. ¿Estoy equivocado si te digo que tu principal recuerdo con el team Cuba descansa en aquel Mundial Universitario de 2010 en el que quedaste campeón?

Tuve la suerte de participar en varios eventos en el exterior, ya que era una época en la que hubo varios zurdos estelares en nuestra pelota y no era nada fácil estar entre los elegidos. Te citaré alguno de los eventos que asistí: Premundial de Cartagena 2004; Torneo Interpuertos de Holanda 2007; Juegos del Alba Venezuela 2007; Mundial de Taichung, Taipei 2007 y el Mundial Universitario de Tokio, Japón 2010.

Todos fueron muy importantes por la satisfacción personal que trae representar a tu país internacionalmente. Sin embargo, el que más disfruté fue el último evento, ya que ahí obtuvimos el primer lugar y alcancé una importante victoria contra los anfitriones. También llevo de manera muy especial el Mundial de Taichung, pues estuve al lado de grandes figuras como Pedro Luis Lazo, Yadel Martí, Adiel Palma, Aroldis Chapman, sin dudas un recuerdo que marca una huella indeleble en mi corazón. En cada selección nacional que hice están presentes mis triunfos.

En ocasiones sentí insatisfacción, pues a la vez que integras una preselección nacional, también sientes el derecho de poder estar entre los seleccionados y más si estás en tu mejor nivel y momento deportivo.

Y de los cuatro títulos nacionales, ¿con cuál te quedas?

Para ser sincero disfruté muchísimo dos de ellos. El primero de 2002, año que debuté, y el último en 2010, por la manera tan dramática que ganamos y porque tuve más participación y protagonismo en esa final frente al explosivo equipo de Villa Clara. Mi última contienda fue la 51, aunque solo estuve las primeras subseries particulares, ya que se me agudizó una lesión en el brazo de lanzar y tuve que ser intervenido quirúrgicamente con urgencia. Los años que estuve con los Azules fue un sueño que anhelaba desde mi niñez, llegar al glorioso y sensacional conjunto de Industriales, y luego ser miembro de la selección nacional.

Te sales del béisbol cubano relativamente joven, ¿qué te distanció para siempre de nuestra pelota como jugador activo?

A principios de la Serie 51, cuando comenzaba Lázaro Vargas a dirigir Industriales, creció una molestia en el codo que me imposibilitó seguir dándole alegría a la afición capitalina. Primero fui intervenido quirúrgicamente en el Hospital Frank País por los doctores Guido y Antonio Castro. Mientras me recuperaba decidí ser partícipe de esa obra humana y valiente que han tenido el honor de realizar muchos profesionales cubanos, cumplir por dos años una misión internacionalista en Venezuela.

Luego de culminar regresé a Cuba y presté algún que otro servicio junto al profesor José Elosegui en la preparación de los lanzadores para la serie 52 y trabajé también con el municipio Diez de Octubre en las Series Provinciales. Ahora por motivos de sorpresas y bendiciones que te brinda la vida me encuentro en Italia, trabajando también con el futuro del béisbol de este hermoso país y preparándome para mi posible regreso a la pelota como jugador, sentencia el lanzador de 33 años, padre de una chica de 12 que vive en Cuba. (David Díaz)