Una joya de pitcheo dibujó este jueves el derecho avileño Vladimir García, quien dejó en dos hits a Sancti Spíritus y firmó su segunda lechada en la presente temporada beisbolera. Además, el veloz derecho completó su séptimo partido, colíder junto al tunero Yoelkis Cruz.
En definitiva, los avileños vencieron 1-0, pues el espirituano Noelvis Hernández solo permitió una raya en el primer capítulo.
Vladimir García lleva 16 juegos iniciados en esta campaña y todavía no ha relevado ninguno. Hago la observación (pueden tomarla como una alabanza), porque en nuestra pelota los lanzadores estelares son utilizados en ambos roles indistintamente, aunque algunos mortales nos pasamos la vida criticando esa filosofía y abogando por la especialización del pitcheo.
En el propio equipo avileño, tampoco ha relevado ni una vez Osmar Carrero, quien tiene 12 aperturas. A la inversa, Lázaro Santana acumula 22 salidas, todas como apagafuegos, lo mismo que José Antonio Barroro (11), Yusnel García (12) y Mario Neira (19).
Mientras, Yadir Rabí relevó 25 veces y abrió en una ocasión, en tanto Yander Guevara tiene 13 partidos iniciados y tres como taponero.
Así, esta vez los «comodines» del mentor Roger Machado han sido Dachel Duquesne (seis aperturas y siete relevos) y Raicel Poll (7 y 4).
Sin embargo, los relevistas lanzan apenas una entrada en cada salida, más o menos. Esa es la tónica en muchos equipos, pues cuando el abridor falla, generalmente hay que jugar a la lotería.
Todos sabemos que en la pelota cubana casi nadie quiere ser relevista, porque así disminuyen sus posibilidades de integrar el equipo nacional. El propio Vladimir García y Miguel Lahera son dos ejemplos clásicos de buenos cerradores que se convirtieron después en abridores.
Pero la cosa es peor si te asignan el rol de «relevista intermedio». Al menos los cerradores tienen el aliciente de que si salvan muchos juegos quizá puedan «colarse» en la preselección nacional.
De hecho, ya podemos decir que contamos con buenos cerradores para ser tenidos en cuenta. Veamos: Duniel Ibarra, Danni Aguilera, José Ángel García, Pablo Millán Fernández, Jesús Guerra, Yolexis Ulacia, Yormani Socarrás y Alexander Rodríguez.
En fin, insisto una vez más en este aspecto porque el manejo del pitcheo es de los peores males en la pelota cubana. Pero hay golpes que enseñan y poco a poco los mentores van cambiando su mentalidad.
En definitiva, los avileños vencieron 1-0, pues el espirituano Noelvis Hernández solo permitió una raya en el primer capítulo.
Vladimir García lleva 16 juegos iniciados en esta campaña y todavía no ha relevado ninguno. Hago la observación (pueden tomarla como una alabanza), porque en nuestra pelota los lanzadores estelares son utilizados en ambos roles indistintamente, aunque algunos mortales nos pasamos la vida criticando esa filosofía y abogando por la especialización del pitcheo.
En el propio equipo avileño, tampoco ha relevado ni una vez Osmar Carrero, quien tiene 12 aperturas. A la inversa, Lázaro Santana acumula 22 salidas, todas como apagafuegos, lo mismo que José Antonio Barroro (11), Yusnel García (12) y Mario Neira (19).
Mientras, Yadir Rabí relevó 25 veces y abrió en una ocasión, en tanto Yander Guevara tiene 13 partidos iniciados y tres como taponero.
Así, esta vez los «comodines» del mentor Roger Machado han sido Dachel Duquesne (seis aperturas y siete relevos) y Raicel Poll (7 y 4).
Sin embargo, los relevistas lanzan apenas una entrada en cada salida, más o menos. Esa es la tónica en muchos equipos, pues cuando el abridor falla, generalmente hay que jugar a la lotería.
Todos sabemos que en la pelota cubana casi nadie quiere ser relevista, porque así disminuyen sus posibilidades de integrar el equipo nacional. El propio Vladimir García y Miguel Lahera son dos ejemplos clásicos de buenos cerradores que se convirtieron después en abridores.
Pero la cosa es peor si te asignan el rol de «relevista intermedio». Al menos los cerradores tienen el aliciente de que si salvan muchos juegos quizá puedan «colarse» en la preselección nacional.
De hecho, ya podemos decir que contamos con buenos cerradores para ser tenidos en cuenta. Veamos: Duniel Ibarra, Danni Aguilera, José Ángel García, Pablo Millán Fernández, Jesús Guerra, Yolexis Ulacia, Yormani Socarrás y Alexander Rodríguez.
En fin, insisto una vez más en este aspecto porque el manejo del pitcheo es de los peores males en la pelota cubana. Pero hay golpes que enseñan y poco a poco los mentores van cambiando su mentalidad.