Víctor Mesa, como de costumbre, fue esperado por un «Sandino» casi a tope, en medio de un juego que para algunos entendidos no representa mucho; total, las dos novenas están clasificadas. Pero estos partidos cuentan, y además de reportar posiciones, ponen la balanza para uno u otro lado.

Les comentaba de Víctor Mesa, el mánager del Cuba de béisbol hasta el siguiente Clásico Mundial, uno que se sabe el librito de las bolas y los strikes de memoria y, obviamente, siempre está a la caza de algún despiste o fallo del contrario. Sucedió en la tarde de este sábado, cuando Ramón Moré dio a los principales una alineación correspondiente a los pasados choques contra Pinar del Río en la que Ariel Borrero figuraba como bateador designado. Papel viejo al fin, Borrero salió a cubrir la primera almohadilla, y el designado era Ramón Lunar. Claro, esa no era la realidad y Víctor Mesa (quien no fue a discutir las reglas del terreno) a la viva mandó al coach Figueroa a poner las cosas en su orden.

Como suele suceder, sobre todo cuando Mesa está de por medio, aquello se demoró más de lo esperado. Estaba claro que Villa Clara perdía su designado y tenía que batear en ese turno el lanzador Yasmany Hernández Romero, al menos eso dice el reglamento. Pero entre buscar un culpable (los árbitros tampoco chequearon el dichoso papelito), y mirar alternativas, el público villaclareño presenció el primer show beisbolero del 2014.

Otra vez los árbitros, tan fuera de juego como el mánager naranja, hicieron mal su función, y Víctor Mesa supo sacar partido de la situación y en un final se llevó el gato el agua, o sea, ganó el choque, 2 carreras por 1, y la subserie (2-1).

Ante situaciones como esta, solo queda persignarse y recomendarse a algún santo, porque nuestro béisbol está muy cercano a esa frase tan usada: «En el país de los ciegos el tuerto es rey».