Una década ha transcurrido y Las Tunas vuelve a acoger la fiesta de las estrellas de la pelota cubana. En estos 10 años, el béisbol tunero creció hasta acceder tres veces a los play off y escalar al sexto puesto en el 2012, una actuación que desde el inicio de la presente temporada los dirigidos por Ermidelio Urrutia se propusieron mejorar.
De lo logrado hasta ahora en ese empeño, con el equipo clasificado a la segunda fase en el quinto lugar, es fruto este segundo Juego de las Estrellas, en un parque Julio Antonio Mella que acogerá totalmente renovado a buena parte de lo más valioso del presente y el pasado de la pelota nacional.
Quienes asistan este fin de semana a la hoguera de los Leñadores podrán ver un verdadero desfile de luminarias: entre otros tantos extraclases, el receptor local Yosvani Alarcón, en plena lucha por la triple corona; el antesalista azul Yulieski Gurriel, con promedio superior a 500 en la primera fase; o ilustres veteranos de la talla de los anfitriones Ermidelio y Osmani Urrutia.
Por dos días, el Balcón de Oriente se convierte en la capital del béisbol nacional, para acoger durante la jornada sabatina las pruebas de habilidades y el juego de veteranos; mientras que el domingo Alarcón, líder del Campeonato con 14 vuelacercas, retará a los principales sluggers del país en la final del derby de jonrones.
Como plato fuerte, el choque que enfrentará a 50 de los mejores peloteros cubanos del momento, bajo el mando de Javier Méndez y del vigente campeón Róger Machado. Además de Yosvani Alarcón, quien debe ser el enmascarado titular de los Orientales, la afición local podrá ver a los también tuneros Yordanis Alarcón, Yoelkis Cruz y Diego Granado, uno de los punteros en la carrera por el título de Novato del Año.
Aunque las irregularidades han primado desde la primera versión, en 1963, el Juego de las Estrellas llega a su edición 29 con ventaja oriental de 15 victorias por 13.
En 2005, Las Tunas fue sede por primera vez y los del occidente cubano se llevaron el triunfo 4×1, con éxito del pinareño Yuniesky Maya y revés del avileño Valeri García.
De lo logrado hasta ahora en ese empeño, con el equipo clasificado a la segunda fase en el quinto lugar, es fruto este segundo Juego de las Estrellas, en un parque Julio Antonio Mella que acogerá totalmente renovado a buena parte de lo más valioso del presente y el pasado de la pelota nacional.
Quienes asistan este fin de semana a la hoguera de los Leñadores podrán ver un verdadero desfile de luminarias: entre otros tantos extraclases, el receptor local Yosvani Alarcón, en plena lucha por la triple corona; el antesalista azul Yulieski Gurriel, con promedio superior a 500 en la primera fase; o ilustres veteranos de la talla de los anfitriones Ermidelio y Osmani Urrutia.
Por dos días, el Balcón de Oriente se convierte en la capital del béisbol nacional, para acoger durante la jornada sabatina las pruebas de habilidades y el juego de veteranos; mientras que el domingo Alarcón, líder del Campeonato con 14 vuelacercas, retará a los principales sluggers del país en la final del derby de jonrones.
Como plato fuerte, el choque que enfrentará a 50 de los mejores peloteros cubanos del momento, bajo el mando de Javier Méndez y del vigente campeón Róger Machado. Además de Yosvani Alarcón, quien debe ser el enmascarado titular de los Orientales, la afición local podrá ver a los también tuneros Yordanis Alarcón, Yoelkis Cruz y Diego Granado, uno de los punteros en la carrera por el título de Novato del Año.
Aunque las irregularidades han primado desde la primera versión, en 1963, el Juego de las Estrellas llega a su edición 29 con ventaja oriental de 15 victorias por 13.
En 2005, Las Tunas fue sede por primera vez y los del occidente cubano se llevaron el triunfo 4×1, con éxito del pinareño Yuniesky Maya y revés del avileño Valeri García.
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