A la segunda fase de la 54 Serie Nacional de Béisbol le restan solo tres partidos antes de dar la voz de alto, por la asistencia del equipo de Pinar del Río a la Serie del Caribe. Y luego de los resultados dominicales, la tabla de posiciones se mantiene inalterable, con un elenco liderando desde el inicio, otro en su persecución y un binomio mantenido en la llamada “zona de clasificación”, con vista a las semifinales.

Para nadie es un secreto que Matanzas ha sido el mejor de los ocho conjuntos clasificados para esta etapa complementaria, forma­do por peloteros que ya saben lo que es ganar y llegar a una final, algo de lo cual adolecían años atrás, cuando los Cocodrilos permane­cían hundidos en un pantano, casi siempre coleros en la tabla final de posiciones.

Ahora es distinto. Y entre Yurisbel Gracial, Yadiel Hernández, Yasiel Santoya, Víctor Víc­tor, Jefferson Delgado y Dainier Moreira han conformado un grupo cuya ofensiva es la primera del torneo, para acompañar y ayudar a un cuerpo de pitcheo en el cual sobresalen los zurdos Cionel Pérez y Yoanni Yera y el derecho Jonder Martínez, sin olvidar un cerrador como Félix Fuentes. No hay dudas de que el paso de los yumurinos es el más estable de todos y deben de llegar sin dificultades a una de las dos semifinales.

El pasado año se quedaron fuera de la fiesta. Pero en esta temporada los Alazanes granmenses —nue­vamente dirigidos por el veteranísimo y excelente mentor Carlos Martí— están metidos de lleno en la pelea. Son el seleccionado de ma­yor fuerza en la justa, con dos hombres —Urmaris Guerra y Lázaro Ce­deño— liderando el departamento de cuadrangulares, ambos con 13, además de contar con el mejor cuarto hombre de la pelota cubana, Alfredo Des­paigne, un primer bate de la clase de Roel Santos y un bateador oportuno como Yor­danis Samón.

Granma no es solo fuerza. Su cuerpo de lanzadores anda por debajo de las cuatro carreras limpias, con el derecho Lázaro Blan­co convertido en ganador y el veterano Ciro Silvino Licea cerrando partidos con mucha eficacia. El mayor problema está en la defensa, todavía con lagunas. Es un equipo con garra, como lo demostró el viernes cuando perdiendo en el noveno, con dos outs, pudo dejar al campo a Pinar del Río.

El tercero en la disputa, Industriales, tiene de todo para salir airoso y llegar a discutir entre los cuatro primeros. Le falta estabilidad: a veces su ofensiva responde y conecta más de diez indiscutibles y en otras no consigue remolcar a los corredores embasados. Necesitan que entre en juego Lourdes Gurriel hijo y que dos bateadores zurdos de calidad como Stayler Hernández y Yohandri Urgellés encuentren su forma habitual. El pitcheo se reforzó y Alberto Bicet lo ha hecho muy bien, a pesar del poco apoyo en más de una salida.

La Isla estará siempre en desventaja, es un municipio enfrentado a provincias. Sin em­bargo, los Piratas no creen en eso y ya va más de una temporada en que dejan atrás a rivales más encumbrados. Es una mezcla de veteranos como Michel Enríquez y Luis Felipe Rivera con jóvenes que demuestran poder llegar a planos estelares.

De los cuatro restantes, es llamativo el quinto puesto que ocupa ahora Artemisa, una provincia nueva que está haciendo méritos a granel, bien reforzada con jugadores como Frederich Cepeda y Yosvani Alarcón —por solo citar dos— que aumentan el poderío ofensivo. Y del actual campeón, Pinar del Río, que a partir de mañana se en­frenta a Ma­tan­zas, puede decirse que el mentor Alfonso Urquiola no las ha tenido todas consigo, pues su primer refuerzo, Freddy Asiel Álvarez, ha perdido en tres ocasiones consecutivas. Tie­nen tiempo para recuperarse después que regresen de Puerto Rico.