Calientes estuvieron los bates de la selección cubana que derrotó 9-0 carreras a su similar de Nicaragua hoy aquí en el segundo desafío del Tope Amistoso de béisbol.
Un total de 16 indiscutibles pegaron los caribeños para duplicar la ofensiva del primer cotejo, cuando dieron solo siete.
El jolgorio antillano comenzó en el mismo inning de apertura por doble del tercera base y hombre proa Raúl González, a lo que siguió hit impulsor al jardín central del cuarto bate Alfredo Despaigne.
Esos fueron ante los envíos del abridor local Julio César Raudez, derrotado ante más de 10 mil espectadores.
Después se hizo evidente que el pitcheo de los anfitriones tenía poco para detener el ímpetu de los caribeños.
“Esa es la diferencia tradicional entre equipos de Nicaragua y Cuba”, dijo a JIT Alejandro Martínez, un septuagenario testigo de la victoria en 1972 de los pinoleros con pizarra de 2-0 carreras sobre los cubanos por el título de ese mundial acogido por esta tierra de valiosos peloteros.
Un doble play electrizante en la apertura del segundo tercio del juego con intervención del tercera base Raúl González, el defensor de la segunda almohadilla Juan Carlos Torriente y el primera base Alexander Malleta puso presión a los derrotados que solo pudieron conectar seis indiscutibles.
“La pelota llegó rápido al guante. Solo tenía que tirar a segunda con velocidad, esa jugada la hemos practicado en variadas ocasiones y nos sale bien”, expresó González.
El enfriamiento en home del corredor Dwight Britton tras disparo desde el jardín central de Rusney Castillo, combinado con excelente bloqueo del home del máscara Yosvani Alarcón, fue como témpano de hielo para la mayor parte de los asistentes.
Ismel Jiménez trabajó cinco entradas. El mentor Roger Machado le cambio al llegar a los 70 lanzamientos programados. Él permitió solo tres hits, propinó cinco ponches y regaló un boleto en la lechada a cuatro manos, pues intervinieron además Erlys Casanova, Pablo Millán y Danny Aguilera.
“Nos falló el pitcheo y fuimos vulnerables en otros aspectos. Por eso perdimos”, expresó el mentor pinolero David Hodgson.
Cuba y Nicaragua volverán a jugar el próximo viernes desde las ocho de la noche, hora de La Habana. Freddy Asiel Álvarez será el abridor de los cubanos.
El tope marcha con par de éxitos para los antillanos, sin reveses.
Un total de 16 indiscutibles pegaron los caribeños para duplicar la ofensiva del primer cotejo, cuando dieron solo siete.
El jolgorio antillano comenzó en el mismo inning de apertura por doble del tercera base y hombre proa Raúl González, a lo que siguió hit impulsor al jardín central del cuarto bate Alfredo Despaigne.
Esos fueron ante los envíos del abridor local Julio César Raudez, derrotado ante más de 10 mil espectadores.
Después se hizo evidente que el pitcheo de los anfitriones tenía poco para detener el ímpetu de los caribeños.
“Esa es la diferencia tradicional entre equipos de Nicaragua y Cuba”, dijo a JIT Alejandro Martínez, un septuagenario testigo de la victoria en 1972 de los pinoleros con pizarra de 2-0 carreras sobre los cubanos por el título de ese mundial acogido por esta tierra de valiosos peloteros.
Un doble play electrizante en la apertura del segundo tercio del juego con intervención del tercera base Raúl González, el defensor de la segunda almohadilla Juan Carlos Torriente y el primera base Alexander Malleta puso presión a los derrotados que solo pudieron conectar seis indiscutibles.
“La pelota llegó rápido al guante. Solo tenía que tirar a segunda con velocidad, esa jugada la hemos practicado en variadas ocasiones y nos sale bien”, expresó González.
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