Y toparon las estrellas cubanas...... Fue este la quinta ocasión que lo hacían aunque por primera vez tuvo al terreno de la FIU (Universidad Internacional de la Florida) como sede. Aún asi, y según el Nuevo Herlad, las entradas dejaron un saldo de aproximadamente 12,500 dólares que serán destinados, en parte, a ayudar a organismos que combaten la parálisis cerebral en niños.... Les dejamos con un extracto de la crónica de este rotativo.
Las primeras ediciones tuvieron lugar en el Bucky Dent Park de Hialeah, pero ante el pedido popular para ver a los ídolos, se tuvo que buscar un lugar mayor y, de hecho, ya se sueña con un juego futuro en el parque de los Marlins en La Pequeña Habana.
“Este es un compromiso de parte y parte, porque los jugadores responden y el público hace otro tanto”, agregó Pérez, un entusiasta de este tipo de evento. “Este es un día especial, donde las estrellas se entregan al amor de su gente, sin apuros y sin presiones, como si todos fueran una gran familia y por una buena causa”.
Lo de menos fue que los grandeligas vencieran a los veteranos y la prensa con marcador de 23-5, ni que Céspedes –ganador de dos Derbys de Jonrones en las Mayores- sacara dos pelotas del parque y conectara otro cuadrangular dentro del terreno, lo realmente importante fue el ambiente irrepetible, único.
Para la mayoría fue un regalo ver, por ejemplo, a un Bárbaro Garbey que siempre fue un enigma por su salida en 1980, cuando el puente marítimo del Mariel e irse del país era algo impensable por esos tiempos; contemplar a Agustín Marquetti fundiéndose en un abrazo a Abreu, de primera base a primera base, mientras le susurraba que “eres el mejor de todos”; y hasta sorprendió ver a un Jorge Fuentes, uno de los managers más ganadores de Series Nacionales y equipos cubanos, quedar extasiado ante el espectáculo.
“Sin dudas, es algo especial poder ver tantas y tantas figuras que admiré allá y ahora triunfan aquí’’, indicó el pinareño, quien se encuentra de visita en la ciudad para ver a sus hijos y fue abrazado por todos sus antiguos dirigidos, como Rolando Arrojo. “Este equipo que está sobre el terreno no tiene que envidiarle nada a ningún otro del planeta”.
Por encima de todo, el encuentro reafirmó el poderío que han alcanzado los cubanos en las Mayores y si en la temporada pasada la isla aportó la tercera mayor cantidad de peloteros foráneos en la gran carpa con 19 en el Día Inaugural, este 2015 promete mucho más.
Al lado de los consagrados, el público pudo apreciar de primera mano a figuras nuevas como Castillo, flamante firma de los Medias Rojas de Boston y el pelotero cubano con el mayor contrato de la historia: $72.5 millones, y a Dariel Alvarez, uno de los mejores prospectos de los Orioles de Baltimore, que puede hacer impacto la venidera temporada.
“El contrato no me pesa y es apenas una responsabilidad para salir y hacer bien las cosas”, recalcó Castillo, de 27 años. “Esta es mi primera presencia en este encuentro y espero no sea la última. Realmente, he quedado impresionado con tanto cariño, y solo espero poner en alto el nombre de Cuba y de los cubanos”.
Al final del encuentro, los jugadores se saludaron en el medio del terreno, levantaron sus gorras y saludaron al público como el último gesto antes de partir a sus respectivos campos de entrenamiento.
Mientras, los organizadores quedan con las preguntas de qué hacer para que el evento crezca en el futuro.
“Este es uno de los mejores días que cualquier pelotero cubano pueda experimentar’’, apreció Abreu, ganador del premio de Novato del Año de la Liga Americana. “Estás con los tuyos, es para recaudar fondos para los niños, se trata de Miami. Los otros peloteros latinos terminan la temporada y van a sus países a celebrar, a nosotros solo nos queda Miami. Así que, una vez más, gracias”.
Las primeras ediciones tuvieron lugar en el Bucky Dent Park de Hialeah, pero ante el pedido popular para ver a los ídolos, se tuvo que buscar un lugar mayor y, de hecho, ya se sueña con un juego futuro en el parque de los Marlins en La Pequeña Habana.
“Este es un compromiso de parte y parte, porque los jugadores responden y el público hace otro tanto”, agregó Pérez, un entusiasta de este tipo de evento. “Este es un día especial, donde las estrellas se entregan al amor de su gente, sin apuros y sin presiones, como si todos fueran una gran familia y por una buena causa”.
Lo de menos fue que los grandeligas vencieran a los veteranos y la prensa con marcador de 23-5, ni que Céspedes –ganador de dos Derbys de Jonrones en las Mayores- sacara dos pelotas del parque y conectara otro cuadrangular dentro del terreno, lo realmente importante fue el ambiente irrepetible, único.
Para la mayoría fue un regalo ver, por ejemplo, a un Bárbaro Garbey que siempre fue un enigma por su salida en 1980, cuando el puente marítimo del Mariel e irse del país era algo impensable por esos tiempos; contemplar a Agustín Marquetti fundiéndose en un abrazo a Abreu, de primera base a primera base, mientras le susurraba que “eres el mejor de todos”; y hasta sorprendió ver a un Jorge Fuentes, uno de los managers más ganadores de Series Nacionales y equipos cubanos, quedar extasiado ante el espectáculo.
“Sin dudas, es algo especial poder ver tantas y tantas figuras que admiré allá y ahora triunfan aquí’’, indicó el pinareño, quien se encuentra de visita en la ciudad para ver a sus hijos y fue abrazado por todos sus antiguos dirigidos, como Rolando Arrojo. “Este equipo que está sobre el terreno no tiene que envidiarle nada a ningún otro del planeta”.
Por encima de todo, el encuentro reafirmó el poderío que han alcanzado los cubanos en las Mayores y si en la temporada pasada la isla aportó la tercera mayor cantidad de peloteros foráneos en la gran carpa con 19 en el Día Inaugural, este 2015 promete mucho más.
Al lado de los consagrados, el público pudo apreciar de primera mano a figuras nuevas como Castillo, flamante firma de los Medias Rojas de Boston y el pelotero cubano con el mayor contrato de la historia: $72.5 millones, y a Dariel Alvarez, uno de los mejores prospectos de los Orioles de Baltimore, que puede hacer impacto la venidera temporada.
“El contrato no me pesa y es apenas una responsabilidad para salir y hacer bien las cosas”, recalcó Castillo, de 27 años. “Esta es mi primera presencia en este encuentro y espero no sea la última. Realmente, he quedado impresionado con tanto cariño, y solo espero poner en alto el nombre de Cuba y de los cubanos”.
Al final del encuentro, los jugadores se saludaron en el medio del terreno, levantaron sus gorras y saludaron al público como el último gesto antes de partir a sus respectivos campos de entrenamiento.
Mientras, los organizadores quedan con las preguntas de qué hacer para que el evento crezca en el futuro.
“Este es uno de los mejores días que cualquier pelotero cubano pueda experimentar’’, apreció Abreu, ganador del premio de Novato del Año de la Liga Americana. “Estás con los tuyos, es para recaudar fondos para los niños, se trata de Miami. Los otros peloteros latinos terminan la temporada y van a sus países a celebrar, a nosotros solo nos queda Miami. Así que, una vez más, gracias”.