Este jueves el entusiasta equipo pinero supo luchar e imponerse a Ciego de Ávila en un partido que se extendió hasta la décimosegunda entrada

Cruzar la masa de agua que separa a la Isla de la Juventud del resto del archipiélago cubano no ha sido un momento feliz para el equipo de Ciego de Ávila en este tramo de la presente Serie Nacional.

Tal vez pensaron encontrar en el ultramarino municipio especial a una mermada banda de Piratas, vencidos físicamente por el duro bregar, y en lo psicológico, por tantos tropiezos sucesivos. Pero lo cierto es que han encontrado un panorama diferente.

Este jueves el entusiasta equipo pinero supo luchar e imponerse en un partido que se extendió hasta la décimosegunda entrada, y marcado por las soberbias actuaciones de cada cuerpo de lanzadores.

El avileño Vladimir García y el local Luis Manuel Suárez tensaron el pulso durante los primeros nueve capítulos. La paridad fue mantenida hasta que el receptor pinero Luis Abel Castro le conectó un doblete impulsor al refuerzo artemiseño Miguel Lahera, para que los pineros se apuntaran el primer éxito por la mínima luego de nueve fracasos en esta etapa por similar vía.

Mientras, en el Victoria de Girón el cuadrangular del antesalista matancero Yurisbel Gracial frente al novato y relevista Eddy Abel García, dejó una vez más tendido sobre el campo a la maltrecha tropa de Industriales.

El manager Víctor Mesa puso a abrir al recién incorporado Geonel Gutiérrez, quien solo pudo sacar los primeros tres outs. Sin embargo, el relevo de Maikel Martínez fue simplemente fantástico.

En el otro resultado vespertino, Sancti Spíritus equilibró su batalla particular en predios pinareños, gracias a la impresionante faena de Ismel Jiménez, quien caminó de principio a fin para apuntarse su triunfo número 13 en la campaña.