Con la clasificación ya en las manos, los campeones vigentes, Ciego de Ávila, visitan esta semana el cuartel general de Matanzas en una subserie que tendrá de todo un poco, desde la rivalidad sobre el terreno hasta la subjetividad o morbo que representa la ausencia de varios avileños en el equipo Cuba que dirigirá para el Premier 12 el mentor de los yumurinos, Víctor Mesa.

A eso habría que sumarle que en las dos últimas temporadas, el duelo particular entre ambas escuadras marcha abrazado a seis victorias para cada uno. En la 53 edición, los conocidos “cocodrilos” mordieron par de veces a los “tigres” de Roger Machado y solo cedieron una vez; mientras el pasado año, los papeles se invirtieron y los monarcas nacionales terminaron delante con cinco triunfos y cuatro fracasos.

Convertido para algunos especialistas en un nuevo clásico del béisbol cubano, a partir de parámetros técnicos-tácticos y de una calidad superior al resto de los enfrentamientos, lo cierto es que esos tres desafíos serán clave para los matanceros en sus aspiraciones de clasificar a la siguiente fase, algo que pensaron tener en el bolsillo a estas alturas del campeonato y no ha sido así. 

Con total seguridad, Vladimir García deberá subir al box en uno de los pleitos, con el ingrediente adicional de lucir su mejor forma física y deportiva tras ser excluido de la selección nacional “porque no lo hemos visto bien en sus últimas salidas internacionales (la más reciente fue en Colombia)”, según argumentó en una reciente entrevista el timonel de Matanzas y de la formación nacional.

Asimismo, otros peloteros que discutieron hasta el último momento su presencia en el torneo de noviembre: José Adolis García, Yoelvis Fiss y hasta Yadir Rabí, podrán ser vistos en el terreno e intentarán demostrarles a los técnicos hasta que punto se fueron injustos con sus exclusiones.

Y si ese espectáculo se antoja colorido, caliente y con no pocos matices de película de suspenso, las estrategias de dirección, específicamente el desempeño de sus mánagers, también estarán siendo evaluadas por millones aficionados, pues recordemos que Roger remplazó a Víctor para los Juegos Panamericanos de Toronto en una decisión cuestionada por muchos y ahora el segundo retoma las riendas del equipo Cuba para el principal torneo internacional del año.

Ojalá y veamos juegos de alto nivel, sin otro protagonismo que no sean los batazos oportunos, las buenas jugadas o las disertaciones de pitcheo. Solo entonces respondería a un verdadero clásico de la pelota cubana, como por años lo han sido Industriales-Santiago de Cuba o Pinar del Río-Villa Clara, por solo mencionar los más recurrentes en la memoria popular.

El receptor tunero Yosvani Alarcón fue, sin duda, el hombre grande de la semana concluida con cinco jonrones frente al pitcheo de Holguín —tres de ellos en el segundo juego de la subserie—, lo cual lo colocó como nuevo líder de este departamento en la campaña (12), por delante de los 10 del pinareños Yaser Julio González y los 9 del industrialista Yulieski Gurriel y el avileño Osvaldo Vázquez.

Como si no le bastara con los cuadrangulares, Alarcón promedió 700 de average en la serie particular, al compilar de 10-7 con 8 remolques y 6 anotadas. En estos momentos lidera los departamentos de total de base (94) y es el que más veces ha impulsado la carrera del empate o la victoria (12), en tanto va segundo en impulsadas con 39 y average (425), así como séptimo en hits (48).

Tales desempeños lo convierte en el guía natural de su equipo, uno de los virtuales clasificados, pues solo necesita ganar dos partidos de los nueve que le restan. Al decir de su mentor, Ermidelio Urrutia, Las Tunas promete igualar o superar el sexto lugar de la 51 Serie Nacional, cuando rubricaron la mejor actuación histórica.