Siempre un no jit-no run es motivo de noticia, pero tres en menos de un mes es un hecho inusual en la 60 Serie Nacional, con el que acaba de propinar, este jueves, el derecho avileño Luis Alberto Marrero, al dejar sin indiscutibles ni carreras al equipo de Artemisa, en el estadio José Ramón Cepero.
Marrero necesitó de solo 60 lanzamientos para lograr la hazaña en cinco entradas, en tanto los Tigres conectaron 16 inatrapables y vencieron 15 anotaciones por cero a los Cazadores.
Lo que sí no tiene antecedentes es que en una misma temporada dos serpentineros avileños hayan realizado tal proeza, con 28 días de diferencia, en tanto los anteriores los propinaron Omar Carrero, el 27 de enero de 1981 ante Las Tunas y, José Antonio Barroso, el 12 de febrero de 2005 contra Cienfuegos.
Arnaldo Rodríguez, propinó otro similar el 29 de octubre pasado a Pinar del Río y una semana después lo hizo Noelvis Entenza, quien dejó en blanco a los Alazanes de Granma.
Luego de concretar el juego número 60 sin jits ni carreras en series nacionales. Marrero declaró que se cuidó de todos los bateadores y basó la estrategia en lanzamientos de velocidad y pegados a los bateadores contrarios, combinados con la slider, «sobre la cual tenía un buen control», precisó.
En el libro de la pelota cubana están inscriptos otros juegos que constituyen récords muy difíciles de igualar, como los dos juegos de cero-jit-cero-carreras que propino el derecho Aquino Abreu, el 16 de enero de 1966 frente a Occidentales y nueve días después contra Industriales.
Marrero necesitó de solo 60 lanzamientos para lograr la hazaña en cinco entradas, en tanto los Tigres conectaron 16 inatrapables y vencieron 15 anotaciones por cero a los Cazadores.
Lo que sí no tiene antecedentes es que en una misma temporada dos serpentineros avileños hayan realizado tal proeza, con 28 días de diferencia, en tanto los anteriores los propinaron Omar Carrero, el 27 de enero de 1981 ante Las Tunas y, José Antonio Barroso, el 12 de febrero de 2005 contra Cienfuegos.
Arnaldo Rodríguez, propinó otro similar el 29 de octubre pasado a Pinar del Río y una semana después lo hizo Noelvis Entenza, quien dejó en blanco a los Alazanes de Granma.
Luego de concretar el juego número 60 sin jits ni carreras en series nacionales. Marrero declaró que se cuidó de todos los bateadores y basó la estrategia en lanzamientos de velocidad y pegados a los bateadores contrarios, combinados con la slider, «sobre la cual tenía un buen control», precisó.
En el libro de la pelota cubana están inscriptos otros juegos que constituyen récords muy difíciles de igualar, como los dos juegos de cero-jit-cero-carreras que propino el derecho Aquino Abreu, el 16 de enero de 1966 frente a Occidentales y nueve días después contra Industriales.
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