No se habla de otra cosa en las calles de nuestro país. Cada cubano pregunta, discute, argumenta. El Tercer Clásico Mundial está a la vista y no vendría mal hacer un análisis, aunque somero, de cada uno de los cuatro grupos, comenzando de adelante hacia atrás por Dominicana y el grupo D.
Robinson Canó puede ser la inspiración de los quisqueyanos.
Por tercera ocasión el estadio Hiram Bithorn, de San Juan, la capital boricua, servirá de sede a una de las llaves de este evento. Muchos afirman que es el "grupo de la muerte" y les daría la razón, si no fuera porque hay dos potencias que sobresalen, junto a un equipo local cuya calidad no es la misma de otros años y un cuarto conjunto, representante de la escuela europea, al cual los motes de "pariente pobre" o "convidado de piedra" le vienen como anillo al dedo. Veamos.
R. DOMINICANA.—No creo desvelar ningún secreto al afirmar que la selección quisqueyana sale como una de las dos grandes favoritas para ganar el grupo. Su artillería impresiona, encabezada por Robinson Canó (313 de average - 48 tubeyes- 33 jonrones- 379 como promedio de embasado), secundado por Edwin Encarnación (42 cuadrangulares - 110 impulsadas - 557 de slugging) y Adrián Beltré (36 bambinazos - 102 remolcadas - 561 de slugging), por solo mencionar tres, para ayudar a un pitcheo cuya característica principal es contar con excelentes relevistas y cerradores, como Fernando Rodney (autor de 48 salvamentos, 0,60 de PCL y 76 ponches en 74 entradas). En deuda con su afición después de haber sido eliminados por Cuba en el Primer Clásico y en dos ocasiones por Holanda en el Segundo, bien pudieran decir que "a la tercera va la vencida".
VENEZUELA.—Pero si Dominicana es un trabuco, Venezuela también. Cualquier equipo que cuente con un bateador como Miguel Cabrera tiene que ser tomado en consideración, pues ganó la triple corona en la Liga Americana (330 - 44 jonrones - 139 impulsadas) con 205 jits conectados. Claro que no es solo Cabrera. También está Pablo Sandoval —la versión sudamericana de Big Papi—, el Más Valioso de la última Serie Mundial y el relevista Ronald Belisario (8 victorias, un revés, 2,54, 69 estrucados en 71 innings). Sin duda, la vinotinto tiene lo suyo y el choque frente a Dominicana será una de las grandes atracciones de la justa.
PUERTO RICO.—Mucha menos potencia la de los anfitriones, tendrán que esperar por la respuesta ofensiva de Carlos Beltrán (32 cuatriesquinazos y 97 carreras fletadas), Alex Ríos (304-25-91) y Ángel Pagan, líder en triples de la liga con 15. El pitcheo nunca ha sido el fuerte de los de Borinquen, pero si tienen ventaja en los finales podrán traer a Héctor Santiago, el cerrador de los Medias Blancas de Chicago, quien dejó a 79 rivales con el madero al hombro en 70 entradas, con un excelente receptor para guiarlo, Yadier Molina.
ESPAÑA.—Alguien muy ocurrente bautizó a la selección ibérica como un "ajiaco a la española", con un poco de todo o casi todo: peloteros dominicanos, cubanos, venezolanos, que han jugado en ligas menores, independientes, en México y Alemania, y tres en Grandes Ligas este año, sin ningún protagonismo. Si consiguen ganar un juego serán noticia de primera plana. Pero la lógica indica que se irán en blanco, mientras dominicanos y venezolanos avanzarán a la segunda ronda.
Robinson Canó puede ser la inspiración de los quisqueyanos.
Por tercera ocasión el estadio Hiram Bithorn, de San Juan, la capital boricua, servirá de sede a una de las llaves de este evento. Muchos afirman que es el "grupo de la muerte" y les daría la razón, si no fuera porque hay dos potencias que sobresalen, junto a un equipo local cuya calidad no es la misma de otros años y un cuarto conjunto, representante de la escuela europea, al cual los motes de "pariente pobre" o "convidado de piedra" le vienen como anillo al dedo. Veamos.
R. DOMINICANA.—No creo desvelar ningún secreto al afirmar que la selección quisqueyana sale como una de las dos grandes favoritas para ganar el grupo. Su artillería impresiona, encabezada por Robinson Canó (313 de average - 48 tubeyes- 33 jonrones- 379 como promedio de embasado), secundado por Edwin Encarnación (42 cuadrangulares - 110 impulsadas - 557 de slugging) y Adrián Beltré (36 bambinazos - 102 remolcadas - 561 de slugging), por solo mencionar tres, para ayudar a un pitcheo cuya característica principal es contar con excelentes relevistas y cerradores, como Fernando Rodney (autor de 48 salvamentos, 0,60 de PCL y 76 ponches en 74 entradas). En deuda con su afición después de haber sido eliminados por Cuba en el Primer Clásico y en dos ocasiones por Holanda en el Segundo, bien pudieran decir que "a la tercera va la vencida".
VENEZUELA.—Pero si Dominicana es un trabuco, Venezuela también. Cualquier equipo que cuente con un bateador como Miguel Cabrera tiene que ser tomado en consideración, pues ganó la triple corona en la Liga Americana (330 - 44 jonrones - 139 impulsadas) con 205 jits conectados. Claro que no es solo Cabrera. También está Pablo Sandoval —la versión sudamericana de Big Papi—, el Más Valioso de la última Serie Mundial y el relevista Ronald Belisario (8 victorias, un revés, 2,54, 69 estrucados en 71 innings). Sin duda, la vinotinto tiene lo suyo y el choque frente a Dominicana será una de las grandes atracciones de la justa.
PUERTO RICO.—Mucha menos potencia la de los anfitriones, tendrán que esperar por la respuesta ofensiva de Carlos Beltrán (32 cuatriesquinazos y 97 carreras fletadas), Alex Ríos (304-25-91) y Ángel Pagan, líder en triples de la liga con 15. El pitcheo nunca ha sido el fuerte de los de Borinquen, pero si tienen ventaja en los finales podrán traer a Héctor Santiago, el cerrador de los Medias Blancas de Chicago, quien dejó a 79 rivales con el madero al hombro en 70 entradas, con un excelente receptor para guiarlo, Yadier Molina.
ESPAÑA.—Alguien muy ocurrente bautizó a la selección ibérica como un "ajiaco a la española", con un poco de todo o casi todo: peloteros dominicanos, cubanos, venezolanos, que han jugado en ligas menores, independientes, en México y Alemania, y tres en Grandes Ligas este año, sin ningún protagonismo. Si consiguen ganar un juego serán noticia de primera plana. Pero la lógica indica que se irán en blanco, mientras dominicanos y venezolanos avanzarán a la segunda ronda.