Nuevamente los Azules tienen que salvar la honrilla a la hora de iniciar un periplo interprovincial. Sencillamente, a los de Víctor, no se les da muy bien jugar fuera del Latinoamericano.
Si bien hasta el momento han evitado el escobazo, los problemas fuera de La Habana han sido mayúsculos. El balance luce claramente desfavorable cada vez que tienen que tomar la carretera.
Salvo la subserie ganada a Camagüey, (que incluyó un descalabro por súper KO), el primer recorrido por otras tierras dejó balance de dos pleitos perdidos contra Santiago de Cuba, uno ante Las Tunas y otro empatado a causa de la lluvia, que llegó en un momento inmejorable para los Leñadores: bases llenas y Alarcón al bate en conteo favorable.
El regreso al Latinoamericano aplacó el escepticismo: barrida a Granma en tres buenos juegos de béisbol y victoria 2-1 en el cotejo ante Matanzas, para asegurar una tercera posición que poco duró con los dos reveses en suelo espirituano.
Pero, ¿cómo se comporta Industriales fuera de casa?
Ahora mismo el conjunto capitalino exhibe balance de seis derrotas en once salidas efectivas como visitante en el campeonato, bateando diez indiscutibles o más en solo dos de esas salidas, donde no han logrado ligar para traer carreras al plato.
Eso, agregado al mal estado del pitcheo de relevo, es mal síntoma. En estos desafíos, los de segunda línea toleraron 29 anotaciones, aunque esta cifra se desproporciona aún más con el KO frente a los Toros agramontinos, donde solo Javier del Pino toleró ocho anotaciones limpias.
La defensa por su parte cometió un total de seis pifias en los juegos que se perdieron, y si bien ha tenido una tendencia a mejorar, sigue siendo un departamento inestable para en equipo.
Ahora, luego de caer par de veces frente a unos espirituanos inferiores en el papel, llegarán a Mayabeque con la necesidad de dar un golpe de autoridad que los consolide, en un terreno de hostilidad casi nula. ¿Lo lograrán? Eso, está por verse.
Si bien hasta el momento han evitado el escobazo, los problemas fuera de La Habana han sido mayúsculos. El balance luce claramente desfavorable cada vez que tienen que tomar la carretera.
Salvo la subserie ganada a Camagüey, (que incluyó un descalabro por súper KO), el primer recorrido por otras tierras dejó balance de dos pleitos perdidos contra Santiago de Cuba, uno ante Las Tunas y otro empatado a causa de la lluvia, que llegó en un momento inmejorable para los Leñadores: bases llenas y Alarcón al bate en conteo favorable.
El regreso al Latinoamericano aplacó el escepticismo: barrida a Granma en tres buenos juegos de béisbol y victoria 2-1 en el cotejo ante Matanzas, para asegurar una tercera posición que poco duró con los dos reveses en suelo espirituano.
Pero, ¿cómo se comporta Industriales fuera de casa?
Ahora mismo el conjunto capitalino exhibe balance de seis derrotas en once salidas efectivas como visitante en el campeonato, bateando diez indiscutibles o más en solo dos de esas salidas, donde no han logrado ligar para traer carreras al plato.
Eso, agregado al mal estado del pitcheo de relevo, es mal síntoma. En estos desafíos, los de segunda línea toleraron 29 anotaciones, aunque esta cifra se desproporciona aún más con el KO frente a los Toros agramontinos, donde solo Javier del Pino toleró ocho anotaciones limpias.
La defensa por su parte cometió un total de seis pifias en los juegos que se perdieron, y si bien ha tenido una tendencia a mejorar, sigue siendo un departamento inestable para en equipo.
Ahora, luego de caer par de veces frente a unos espirituanos inferiores en el papel, llegarán a Mayabeque con la necesidad de dar un golpe de autoridad que los consolide, en un terreno de hostilidad casi nula. ¿Lo lograrán? Eso, está por verse.