Un día después de firmar una de las actuaciones más memorables en la historia de la Serie Mundial, el astro japonés Shohei Ohtani no logró repetir la hazaña.
El martes, el estelar de los Dodgers de Los Ángeles permitió cuatro carreras y seis imparables en seis entradas, en la derrota 6-2 ante los Azulejos de Toronto, que igualaron la serie 2-2.
Ohtani ponchó a seis rivales y concedió una base por bolas, pero estuvo lejos del nivel que mostró la noche anterior, cuando estableció un récord al embasarse nueve veces —con dos jonrones y dos dobles— en un maratónico tercer juego que se definió tras 18 entradas.
En esta ocasión, el tres veces ganador del premio al Jugador Más Valioso se fue en blanco con el madero, recibió dos ponches y solo alcanzó una base por bolas. Su racha de 11 turnos consecutivos embasándose terminó en el tercer inning, tras ser ponchado por Shane Bieber.
Ohtani ponchó a seis rivales y concedió una base por bolas, pero estuvo lejos del nivel que mostró la noche anterior, cuando estableció un récord al embasarse nueve veces —con dos jonrones y dos dobles— en un maratónico tercer juego que se definió tras 18 entradas.
En esta ocasión, el tres veces ganador del premio al Jugador Más Valioso se fue en blanco con el madero, recibió dos ponches y solo alcanzó una base por bolas. Su racha de 11 turnos consecutivos embasándose terminó en el tercer inning, tras ser ponchado por Shane Bieber.
“Bieber lanzó muy bien”, reconoció Ohtani. “Atacó los bordes de la zona y colocó sus lanzamientos con mucha precisión”.
La exigente jornada del lunes pareció pasarle factura. Apenas 17 horas después de su histórica actuación, Ohtani volvió al montículo. “Pude dormir alrededor de las 2 de la mañana y me sentí lo suficientemente descansado para lanzar”, comentó.
El nipón permitió su primer jonrón de la postemporada: un cuadrangular de dos carreras del dominicano Vladimir Guerrero Jr., con una recta de 85 mph, que puso a los Azulejos al frente 2-1 en el tercer capítulo. Aun así, retiró a sus rivales en orden en el segundo y sexto inning, y ponchó a los tres bateadores del cuarto.
Ohtani confesó sentirse frustrado por no poder lanzar más entradas, sobre todo después de que los Dodgers dependieran mucho de su bullpen en el juego anterior.
“Mi meta siempre es lanzar al menos seis entradas, y en esta ocasión quería llegar a siete”, afirmó. “Lamentablemente, no pude terminar esa entrada”.
Toronto prácticamente sentenció el encuentro en el séptimo inning con un rally de cuatro carreras, las dos primeras cargadas todavía a la cuenta del japonés.
Con la serie empatada, Ohtani y los Dodgers buscarán recuperar el control en el quinto duelo, conscientes de que la presión crece en esta batalla por el título.

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