Poco a poco van quedando atados los cabos sueltos que quedaron tras el anuncio de la nueva estructura de la Serie Nacional, que iniciará su 52 edición el 25 de noviembre.
Para afinar su puntería en sus decisiones, la DNB tomó en cuenta algunos de los criterios que se generaron tras el primer anuncio, así como las opiniones de los directores provinciales y los managers que participarán en la venidera versión de nuestros clásicos nacionales.
Así, se decidió realizar una Liga de Desarrollo con 16 equipos —paralela a la segunda etapa de la Serie Nacional—, para que no queden «al pairo» los peloteros de los ocho equipos que no clasifiquen a la segunda fase y no sean elegibles para reforzar a los otros ocho elencos que pelearán por el banderín.
Eso quiere decir que las novenas eliminadas pasarán a defender los colores de sus provincias en esta Liga. En ella, los equipos clasificados estarán representados por un segundo elenco, conformado por jugadores de sus respectivas academias y los que sean sustituidos por los refuerzos.
Sobre el controversial tema de las adquisiciones, quedó establecido que serán obligatoriamente cinco por cada equipo —sin distinción regional—, elegidos de una «bolsa» de 40 jugadores designados por la DNB. Además, el ordenamiento del proceso de selección será de la siguiente forma: en una primera ronda comenzará «pidiendo» el octavo clasificado y terminará con el primero. La segunda se realizará en sentido inverso, y los privilegios de las tres restantes se sortearán.
Además, quedó revocada la decisión de borrar los resultados de la primera fase, por lo que se «arrastrarán» todos los desenlaces hacia la etapa conclusiva.
Otras determinaciones tomadas antes del inicio de la 52 Serie Nacional son que todas las nóminas de los equipos incluirán a 32 jugadores, que se utilizará en el torneo la pelota Mizuno 200, y que queda en 12 pulgadas la altura reglamentaria del box.
Para afinar su puntería en sus decisiones, la DNB tomó en cuenta algunos de los criterios que se generaron tras el primer anuncio, así como las opiniones de los directores provinciales y los managers que participarán en la venidera versión de nuestros clásicos nacionales.
Así, se decidió realizar una Liga de Desarrollo con 16 equipos —paralela a la segunda etapa de la Serie Nacional—, para que no queden «al pairo» los peloteros de los ocho equipos que no clasifiquen a la segunda fase y no sean elegibles para reforzar a los otros ocho elencos que pelearán por el banderín.
Eso quiere decir que las novenas eliminadas pasarán a defender los colores de sus provincias en esta Liga. En ella, los equipos clasificados estarán representados por un segundo elenco, conformado por jugadores de sus respectivas academias y los que sean sustituidos por los refuerzos.
Sobre el controversial tema de las adquisiciones, quedó establecido que serán obligatoriamente cinco por cada equipo —sin distinción regional—, elegidos de una «bolsa» de 40 jugadores designados por la DNB. Además, el ordenamiento del proceso de selección será de la siguiente forma: en una primera ronda comenzará «pidiendo» el octavo clasificado y terminará con el primero. La segunda se realizará en sentido inverso, y los privilegios de las tres restantes se sortearán.
Además, quedó revocada la decisión de borrar los resultados de la primera fase, por lo que se «arrastrarán» todos los desenlaces hacia la etapa conclusiva.
Otras determinaciones tomadas antes del inicio de la 52 Serie Nacional son que todas las nóminas de los equipos incluirán a 32 jugadores, que se utilizará en el torneo la pelota Mizuno 200, y que queda en 12 pulgadas la altura reglamentaria del box.