EN LA SERIE NACIONAL DE BEISBOL

“QUE SALGA EL GUAPO QUE PARE AL TREN”

……es una frase que hace algún tiempo acuñó mi colega Julio Duarte Alonso, cuando al equipo pinareño de béisbol se le conocía por el “TREN DE PINAR”.

En aquella oportunidad, los vueltabajeros comandados por Jorge Fuentes, eslabonaron un récord en victorias impresionante, que se extendió a 64 y en cada triunfo pinareño, Julio esgrimía; “que salga el guapo que pare al tren”

Y la traigo a colación por la nueva derrota que “el nuevo tsunami”, le propinó a los Vaqueros de la Habana, con marcador de ocho carreras por siete.

Fue un partido de lo más interesante, toda vez que los locales de Esteban Lombillo, fabricaron cinco anotaciones en el final de la segunda entrada. Todas ante el abridor Julio Alfredo Martínez, y de esas cinco, una fue limpia, pues él mismo le dio vida a sus rivales por un error en tiro a primera base.

Parecía una ventaja buena para el derecho del equipo Cuba, Jonder Martínez. El tercer episodio transcurrió tranquilo, y en el cuarto, los actuales líderes del circuito occidental (Cienfuegos perdió ante Sancti Spíritus), descontaron una.

Todo quedó preparado para el principio del quinto. El narrador local, en ese momento, había asegurado que la ofensiva pinareña, había desaparecido. Cualquiera pensaría que lo estaban escuchando desde el banco, pues, agresivos, los más occidentales fabricaron siete, cayendo sin compasión ante Jonder Martínez, en producción que incluyó cinco cuadrangulares.

Sus autores fueron, David Castillo, Donald Duarte, William Saavedra, Yosvani Peraza y Reidel Álvarez. Jonder soportó seis limpias con ocho jits y cedió a Leinier Rodríguez, que transitó durante tres y dos tercios.

El juego transcurrió entonces con pizarra de ocho por cinco, hasta el final de la séptima. Anotaron una los habaneros y otra en el octavo para estrechar la diferencia de 8-7.

En el principio del noveno, los pinareños recibieron cero. Urquiola, cuando reemplazó a Julio Alfredo, apeló a Omar Licourt para ver si podía frenar la ofensiva local.

Al no conseguirlo, Michel Martínez se hizo cargo de la situación y su labor de cuatro y dos tercios fue suficiente para acreditarse la victoria. Irandy Castro entró en el octavo y en el noveno, al no poder con la presión de los locales, recibió a Jesús Guerra, que, con relevo de oro, ponchó a los dos bateadores enfrentados, cuando encontró a dos habaneros en las almohadillas y un solo out.

En resumen, fue la victoria número 34 de Pinar del Río, y se sigue riendo a mandíbula batiente de aquellos especialistas que se preguntaban si el nuevo tsunami, podía al menos esta temporada, ganar quince juegos.

Mañana jueves concluyen los compromisos particulares que comenzaron el pasado martes.