Todo tiene un antecedente. Nuestro béisbol fue, es y seguirá siendo de los mejores del mundo. La participación nuestra en las Series del Caribe y los resultados, así lo demuestran. A lo largo de los años el deporte de las bolas y los strikes en nuestro país ha transitado por períodos de esplendor y de sombras.
Los últimos aproximadamente veinte años han arrojado intermitentes luces de alarma. Se ha perdido en cuanto torneo hemos participado, cediendo la hegemonía. No soy de los que acepta contemplativamente que los contrarios se han superado. Sin dejar de reconocer que hay mucho de cierto en ello, opino que hemos retrocedido mucho en conceptos de juego, en estrategias, en preparación, en conocimiento de los adelantos no solo científicos, sino tácticos, en disciplina y en todo lo que tiene que ver con el Béisbol como deporte. Nuestros peloteros siguen manteniendo la misma calidad de siempre.
Con tristeza vemos cómo triunfan en otras latitudes. Con orgullo disfrutamos el saber que ellos mismos se vanaglorian de ser cubanos. Muchos de ellos pudieran estar en dogouts contrarios en Islas Margarita. ¿Por qué no están en la Isla Grande? Cuando abandonan el país y se les pregunta las razones por las que lo hicieron siempre está presente la inconformidad ante una injusticia en su vida de atleta en Cuba.
Si la Serie del Caribe es un encuentro de Clubes Campeones del área, donde la competencia solo dura 7 días, donde interrumpimos nuestra Serie Nacional para que el equipo Campeón participe como premio a su entrega y resultado (en un país que solo puede darle 40.00 CUC mensuales, porque hemos perdido años sin pensar en otras fórmulas), me pregunto: ¿Por qué tenemos que formar un equipo Nacional para asistir a la Serie del Caribe? ¿Por qué se engaña ex profeso al pueblo y a los atletas?
Siempre se dijo que Villa Clara, con los 5 refuerzos, asistiría a la cita. Nuestros peloteros, como todo atleta y ser humano, desean superarse a sí mismos. Tienen aspiraciones, confían en los que los dirigen, sueñan, S U E Ñ A N, porque son jóvenes, y la juventud es sinónimo de romance. Considero una traición a esos jóvenes atletas de Villa Clara que hoy, por “reforzar” a su equipo, no pueden asistir a la Serie del Caribe.
Para mí está muy claro: El Béisbol Cubano (entiéndase sus Directivos) tienen SED DE VICTORIAS. Son tantos los desaciertos, que la oportunidad no se puede dejar escapar. Y “el fin justifica los medios”. Son estas las cosas que estimulan y alientan el éxodo de nuestros grandes atletas. No es el dinero.
Los últimos aproximadamente veinte años han arrojado intermitentes luces de alarma. Se ha perdido en cuanto torneo hemos participado, cediendo la hegemonía. No soy de los que acepta contemplativamente que los contrarios se han superado. Sin dejar de reconocer que hay mucho de cierto en ello, opino que hemos retrocedido mucho en conceptos de juego, en estrategias, en preparación, en conocimiento de los adelantos no solo científicos, sino tácticos, en disciplina y en todo lo que tiene que ver con el Béisbol como deporte. Nuestros peloteros siguen manteniendo la misma calidad de siempre.
Con tristeza vemos cómo triunfan en otras latitudes. Con orgullo disfrutamos el saber que ellos mismos se vanaglorian de ser cubanos. Muchos de ellos pudieran estar en dogouts contrarios en Islas Margarita. ¿Por qué no están en la Isla Grande? Cuando abandonan el país y se les pregunta las razones por las que lo hicieron siempre está presente la inconformidad ante una injusticia en su vida de atleta en Cuba.
Si la Serie del Caribe es un encuentro de Clubes Campeones del área, donde la competencia solo dura 7 días, donde interrumpimos nuestra Serie Nacional para que el equipo Campeón participe como premio a su entrega y resultado (en un país que solo puede darle 40.00 CUC mensuales, porque hemos perdido años sin pensar en otras fórmulas), me pregunto: ¿Por qué tenemos que formar un equipo Nacional para asistir a la Serie del Caribe? ¿Por qué se engaña ex profeso al pueblo y a los atletas?
Siempre se dijo que Villa Clara, con los 5 refuerzos, asistiría a la cita. Nuestros peloteros, como todo atleta y ser humano, desean superarse a sí mismos. Tienen aspiraciones, confían en los que los dirigen, sueñan, S U E Ñ A N, porque son jóvenes, y la juventud es sinónimo de romance. Considero una traición a esos jóvenes atletas de Villa Clara que hoy, por “reforzar” a su equipo, no pueden asistir a la Serie del Caribe.
Para mí está muy claro: El Béisbol Cubano (entiéndase sus Directivos) tienen SED DE VICTORIAS. Son tantos los desaciertos, que la oportunidad no se puede dejar escapar. Y “el fin justifica los medios”. Son estas las cosas que estimulan y alientan el éxodo de nuestros grandes atletas. No es el dinero.