Recientemente, en un ameno intercambio beisbolero, cierta figura vinculada a los clásicos del patio me comentaba la pobre oportunidad de nuestros bateadores con hombres en circulación, mal que se ha hecho extensivo a las selecciones nacionales a pesar de que en ellas convergen los mejores toleteros del país.
Foto: Ricardo López HeviaEriel Sánchez, líder empujador, ha remolcado a casi el 30 % de los corredores que ha encontrado en posición de anotar.
Hablando en el aire, sin números en la mano, dicha tesis pudiéramos tomarla como una especulación, pero los guarismos no engañan y dejan al descubierto una deficiencia que asola nuestro béisbol y tiene que ver, en gran medida, con la mentalidad de los peloteros y su manera de afrontar diversas situaciones de juego.
Para tener una idea, cumplidas siete subseries particulares han quedado en base 2 603 corredores, a razón de casi ocho por equipo en cada desafío, detalle que, visto de esa forma, no pone al descubierto el problema. Mas, si analizamos este aspecto novena por novena y tomamos en cuenta también las carreras anotadas podremos encontrar la explicación al liderazgo de Sancti Spíritus, el sorprendente paso de Isla de la Juventud, la estabilidad de Cienfuegos y el repunte de Industriales.
Por ejemplo, los Gallos lideran el apartado de hombres quedados en las almohadillas (181), pero también son los que más han pisado el plato (109) y tienen el mayor por ciento de corredores remolcados en posición de anotar (23 %), en este aspecto muy por encima de la media del campeonato.
Por si fuera poco, en el orden individual, Eriel Sánchez (21), Frederich Cepeda (20) y Yulieski Gourriel (17) son los tres mejores empujadores de la Serie, el último, igualado con el matancero Yurisbel Gracial.
De igual forma, pineros y Leones andan en los puestos de cabecera en jugadores flotando en base con 171 y 168, respectivamente, pero han marcado la tarjeta en 89 y 92 oportunidades, mientras los Elefantes dejan pocos compañeros a bordo (151), aunque impulsan al 22,8 % de los que encuentran en posición de anotar, con destaque para los veloces Yoelvis Leyva, Lázaro Rodríguez y Juan Miguel Soriano.
El reverso de la moneda las escuadras de Artemisa, Holguín y Santiago de Cuba, carentes de pólvora y dejando en segunda o tercera a casi el 85 % de los hombres que alcanzan esas almohadillas, deficiencia que necesitan pulir si pretenden escalar posiciones y salir del frío sótano.
¿Fórmula para el progreso? Varias se pueden valorar, pero coincido con el lanzador zurdo de Artemisa, Yulieski González, quien al ser cuestionado respecto al tema expresó que nuestros bateadores no seleccionan bien los envíos, se van con muchas bolas malas y no salen al plato enfocados en la tarea que deben cumplir, sin obviar que los corredores incurren en frecuentes deslices en las almohadillas.
Todas estas carencias guardan estrecha relación con las lagunas técnicas y tácticas que arrastran los peloteros, así como sus problemas de concentración, que inciden en los bajos promedios de productividad y oportunidad en el torneo.
Foto: Ricardo López HeviaEriel Sánchez, líder empujador, ha remolcado a casi el 30 % de los corredores que ha encontrado en posición de anotar.
Hablando en el aire, sin números en la mano, dicha tesis pudiéramos tomarla como una especulación, pero los guarismos no engañan y dejan al descubierto una deficiencia que asola nuestro béisbol y tiene que ver, en gran medida, con la mentalidad de los peloteros y su manera de afrontar diversas situaciones de juego.
Para tener una idea, cumplidas siete subseries particulares han quedado en base 2 603 corredores, a razón de casi ocho por equipo en cada desafío, detalle que, visto de esa forma, no pone al descubierto el problema. Mas, si analizamos este aspecto novena por novena y tomamos en cuenta también las carreras anotadas podremos encontrar la explicación al liderazgo de Sancti Spíritus, el sorprendente paso de Isla de la Juventud, la estabilidad de Cienfuegos y el repunte de Industriales.
Por ejemplo, los Gallos lideran el apartado de hombres quedados en las almohadillas (181), pero también son los que más han pisado el plato (109) y tienen el mayor por ciento de corredores remolcados en posición de anotar (23 %), en este aspecto muy por encima de la media del campeonato.
Por si fuera poco, en el orden individual, Eriel Sánchez (21), Frederich Cepeda (20) y Yulieski Gourriel (17) son los tres mejores empujadores de la Serie, el último, igualado con el matancero Yurisbel Gracial.
De igual forma, pineros y Leones andan en los puestos de cabecera en jugadores flotando en base con 171 y 168, respectivamente, pero han marcado la tarjeta en 89 y 92 oportunidades, mientras los Elefantes dejan pocos compañeros a bordo (151), aunque impulsan al 22,8 % de los que encuentran en posición de anotar, con destaque para los veloces Yoelvis Leyva, Lázaro Rodríguez y Juan Miguel Soriano.
El reverso de la moneda las escuadras de Artemisa, Holguín y Santiago de Cuba, carentes de pólvora y dejando en segunda o tercera a casi el 85 % de los hombres que alcanzan esas almohadillas, deficiencia que necesitan pulir si pretenden escalar posiciones y salir del frío sótano.
¿Fórmula para el progreso? Varias se pueden valorar, pero coincido con el lanzador zurdo de Artemisa, Yulieski González, quien al ser cuestionado respecto al tema expresó que nuestros bateadores no seleccionan bien los envíos, se van con muchas bolas malas y no salen al plato enfocados en la tarea que deben cumplir, sin obviar que los corredores incurren en frecuentes deslices en las almohadillas.
Todas estas carencias guardan estrecha relación con las lagunas técnicas y tácticas que arrastran los peloteros, así como sus problemas de concentración, que inciden en los bajos promedios de productividad y oportunidad en el torneo.
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