Concluyó el primer compromiso particular de los pinareños en la Serie 50 de Béisbol con más penas que glorias, frente a un Matanzas, decidido a cambiar su historia en el pasatiempo nacional.

El último partido confirmó que, independientemente de actuaciones decorosas que puedan brindar otros lanzadores, en Jesús Guerra y Michel Martínez, descansa la dirección del “tsunami”, para acudir a ellos como relevos intermedios de primera línea.

Temprano se ven envueltos, los discípulos de Urquiola, en la decisión de la regla de la IBAF, es decir, el sistema de desempate a partir del décimo episodio. En esta ocasión, les favoreció.

Pienso que en los abridores de este conjunto, está gran parte de la responsabilidad para buscar la añorada clasificación: Si son capaces de “caminar”, el juego, beisboleramente hablando, los objetivos pueden cumplirse.

Vladimir Baños lo hizo muy bien, al igual que Omar Licourt, pero la reacción ofensiva de este equipo se tarda ante lanzadores rivales no conocidos, obligando a los pitchers a no permitir la más mínima libertad.

Y es que regresa, al parecer, la característica que año tras año, ronda a Pinar; la falta de personalidad en el juego de pelota.

Sí, porque ante los llamados débiles, les cuesta trabajo avanzar. Frente a los elencos de historia, o vencen, o venden cara la derrota en el terreno.

No obstante, aunque para hacer pronósticos es muy temprano, me inclino por Pinar para cuarto clasificado. Los otros tres, no tienen discusión; Industriales, Habana y Sancti Spíritus.

Urquiola, estratega de los buenos en este mundo de bolas y strikes, puede, con su sapiencia, aliviar el tormento que para muchos representa la ausencia del hombre más ganador de la pelota cubana; Pedro Luis Lazo.

Sabe muy bien, Alfonso, quitar o poner en el momento oportuno, justo cuando el cambio hace falta y aprovecha al máximo el rendimiento del atleta al que le da la oportunidad.

Se avecina una subserie difícil, Industriales; pero increíble. ¡Cómo se crecen los mediasverdes ante los giraldillos¡ No es secreto para nadie, que Pinar del Río dejó de ser cliente de los azules, aunque ganen o pierdan, pero la historia cambió.

En fin, que, aunque desde ahora, se piense o grite en las esquinas, que si Pinar, que si Matanzas o que Cienfuegos, lo cierto es que el torneo apenas gatea y tendremos tiempo de sobra para fortalecer nuestros vaticinios.

Un detalle alentador se ha manifestado en estos primeros choques, la garra de los jugadores y el deseo de hacerlo lo mejor que pueden. Mejor regalo no pudo ser para la afición el partido inaugural de la Serie; Industriales-Villa Clara.

Y los hombres que mayor peso tienen en el equipo Cuba, ya van enseñando las uñas; José Dariel Abreu, Alfredo Despaigne, Yulieski Gourriel.

Y es el propósito, hacer gala del apelativo que hoy lleva el campeonato; tratar de que la 50 Serie, sea una SERIE DE ORO.

2 de Diciembre de 2010.
POR KITIN RODRÍGUEZ GIRADO