Harol Vázquez, al estilo de los grandes, decidió el primer juego del playoff del Clásico del béisbol cubano. El joven santiaguero asumió la responsabilidad de quinto bateador y, en el noveno inning, con un hombre en base, conectó un jonrón frente al derecho Leodan Reyes, sellando la victoria de las Avispas y dejando a los Industriales en el campo.

El partido, altamente disputado, augura una serie reñida no solo por la rivalidad, sino también por las similares capacidades de ambos equipos. El enfrentamiento presentó un duelo entre los mejores lanzadores de cada bando: Danny Betancourt por Santiago y Andy Vargas por La Habana. Ambos cumplieron con su tarea pero no obtuvieron decisión, dejando el triunfo en manos de los relevistas Osvaldo Acuña, eventualmente el ganador, y el velocista Reyes.

Los Leones empezaron perdiendo, pero empataron y se adelantaron con jonrones de Ariel Hechevarría y Yasmani Tomás. No obstante, los locales igualaron el marcador, dándole la oportunidad a Acuña y a Vázquez para realizar el golpe decisivo de su carrera, ante un estadio eufórico y exigente.

La pasión por el béisbol en Cuba se mantiene viva, como se vio en Pinar del Río y Santiago de Cuba, con estadios llenos en la primera jornada de los playoffs de la 63 Serie Nacional. El desenlace parece alinearse con las predicciones previas.

En Vueltabajo, los fanáticos pinareños abarrotaron el estadio Capitán San Luis, donde Branlys Rodríguez destacó una vez más. Con destreza, temple y dominio de sus lanzamientos, ponchó a seis, regaló dos boletos y permitió solo seis hits en seis y dos tercios de entradas, manteniendo a los espirituanos sin anotar. Sus compañeros también defendieron el marcador con eficacia.

William Saavedra, conocido como el pelotero playoff de Cuba, brilló con dos imparables en cuatro turnos, incluyendo un jonrón, y empujó cinco de las ocho carreras de su equipo.

Hoy continúan los partidos con los segundos encuentros de estos equipos. Los matanceros se enfrentan a la temible caballería de Granma, mientras los Tigres avileños juegan contra los Leñadores tuneros en su bosque.