En quince días se sabrán los ocho clasificados para la segunda fase de la Serie 55 de béisbol. Por eso la lucha se hará más intensa en el tercer y último tercio que comienza este viernes.

Hasta hoy la tabla muestra mucha paridad entre todos los contendientes al punto de que hasta Villa clara, ocupante del lugar doce, aparece con opciones, pues se encuentra a dos partidos del octavo puesto.

Hacia arriba de la tabla tampoco parece haber nada decidido porque entre el primer puesto que ocupa Ciego de Ávila y el quinto de Industriales, solo median dos juegos de diferencia.

Así el tercer tercio se anuncia atractivo con batallas campales entre todos los aspirantes, sin descontar a los últimos lugares que hoy le aguan la fiesta a cualquiera a fin de huirle al sótano.

Con sus altibajos en los partidos más recientes, Sancti Spíritus ha sacado provecho a ese cachumbambé. Pese a que de los últimos nueve juegos, los Gallos ganaron solo tres, dos de ellos a Industriales en la última subserie, cerraron el segundo tercio de la campaña con un favorable balance de 16-14 que los mantiene en zona de clasificación, aunque lógicamente asechado por al menos cuatro aspirantes.

Entre estos figura Holguín, el rival que tendrán enfrente a partir de este viernes en calidad de visitantes en el estadio Calixto García de la ciudad oriental.

Con balance de 15 triunfos e igual cantidad de reveses, los holguineros están ubicados en el noveno puesto a solo un partido de los espirituanos de ahí que el cotejo entre ambos se anuncia candente.

Aunque los números no siempre deciden ahí les va la manera en que uno y otro terminaron el segundo tercio. Los espirituanos le batearon con holgura al pitcheo azul a punto de subir diez puntos en el average ofensivo que hoy es de 281. Además de estar por encima de la media es muy superior al de sus rivales orientales que solo lo hacen para 261.

Desde el box la diferencia favorece a los holguineros con 3.47 pcl por 3.84 los espirituanos (quinto y octavo, respectivamente). En este acápite lo más preocupante para los espirituanos es que su pitcheo abridor está hoy dependiendo de dos brazos y el relevo de uno, por lo que el colectivo técnico sortea a fin de adivinar cuál del resto sale mejor.

Tanto Yamichel Pérez como Yuen Socarrás se encuentran muy bien con cuatro triunfos cada uno y ubicados entre los mejores lanzadores del campeonato. En su mejor campaña el zurdo Pérez además que ha podido completar dos partidos tiene el tercer mejor promedio entre todos los lanzadores del país con 1.24 pcl en tanto Socarrás figura entre los más trabajadores: 44.2 entradas, es líder en ponches con 40 y lanza para 1. 81 pcl (duodécimo). Mauri ha intervenido en 13 partidos y es segundo en salvados con seis además de ser décimo en pcl con 1.76.

A la defensa los cachorros también son superiores con 981 de promedio al acumular solo 23 errores para ubicarse como terceros de la campaña, mientras los Gallos con 970 y 36 pifias ocupan el duodécimo puesto.

En este punto Mario Zulueta se vio obligado a enviar a la banca al tercera base Luis Dariel Serrano, demasiado errático con el guante al punto de liderar los errores en la campaña con 12, la tercera parte de los cometidos por todo el equipo.

Al muchacho tampoco le ha ido bien con el tacto, pues es el segundo que más se poncha con 24. Este rendimiento debe estarle influyendo en su bateo que ha descendido hasta 248, pese a tener ya cuatro cuadrangulares y 14 carreras empujadas.

Otro que ha descendido es Liván Monteagudo (257) aunque es segundo en impulsadas con 17. Al bate se destaca el aporte del primer madero Daviel Gómez con 330 de promedio y máximo anotador del conjunto con treinta. También del veterano Eriel Sánchez, con 316y máximo empujador del conjunto con 19, además de ubicarse entre los primeros en slugging con 568. Muy útil ha sido el desempeño de Orlando Acebey con 318 de promedio ofensivo y sus 15 impulsadas y sobre todo su rendimiento defensivo en el campo corto con 971.

Ganarle a los holguineros pondría a los Gallos en una posición ventajosa, aunque la opción para ellos como para los demás es depender de sus propias victorias.