En un juego que tuvo en vilo a los parciales de ambos equipos hasta que los dos últimos bateadores cubanos se poncharon, Nicaragua alzó la corona del campeonato panamericano de béisbol para menores de 23 años con triunfo de 1-0 y el récord histórico de eslabonarle 14 ceros seguidos a la selección insular en el estadio Dennis Martínez, de Managua.

Ambos abridores, que durante el torneo habían tenido efímeras actuaciones como parte del bullpen, se lucieron en sus aperturas, pero el que más caminó no fue el que ganó, pues el mentor de los nicas cambió pelota por ajedrez para garantizar que los bateadores cubanos no pudieran descifrar su pitcheo cuando tenía muy cerca el éxito y cualquier imprecisión táctica podía voltear el rumbo del choque.

El espirituano Yankiel Mauri cumplió su plan táctico de tirar más pitcheos en rompimiento, ponchó a seis, la mitad de ellos en el primer inning, y les colgó cinco ceros a los pinoleros que pudieron ser seis, si la defensa cubana no hubiera violado los fundamentos de juego en el tercer episodio.

En ese capítulo, el único en el que se pisó el home plate, Mauri regaló el segundo boleto a Benjamín Alegría. Empuñando el zurdo Issac Benard, tercero en la tanda, el alto mando de los nicas apostó por jugada de corrido y bateo que si no terminó en doble play fue porque el camarero Juan Carlos López entró a cubrir la segunda y dejó todo el campo para que el rodado pasara impunemente a los jardines. Alegría llegó a tercera y anotó luego, remolcado por imparable de Jesús López, elegido el Jugador Más Valioso del evento.

Ese desliz en la mecánica defensiva, además de la poquísima ofensiva de los caribeños, fue determinante en el resultado del duelo, signado por el impecable manejo del pitcheo de los nicaragüenses, quienes abrieron con el zurdo Sheyder García, de apenas un inning lanzado en el campeonato.

Como respuesta a esa estrategia, el mentor insular movió nuevamente su lineup para espaciar su abundante tanda de zurdos e incluso le dio oportunidad al cátcher Lázaro Martín y al camarero Juan Carlos López, dos hombres que no habían sido regulares en los juegos de mayor envergadura durante el certamen, aunque ambos habían logrado buenos contactos en sus presentaciones.

Otra vez el director nica, Sandor Guido, le ganó en el pulso estratégico a Eriel Sánchez, cuya variante volvió a ser inefectiva ante un abridor que supo buscarle soluciones a las situaciones más complejas. La subida de Rodoleisi Moreno como segundo al bate no aportó los resultados previstos y después de ser uno de los mejores bateadores durante el torneo (llevaba de 23-10), falló las tres veces que visitó el home plate, todas con hombres en base. Las dos primeras como cliente del paracortos y la última por la vía del ponche.

Seis imparables pegó Cuba, el 50 por ciento a la cuenta de César Prieto, quien fue elegido el camarero del Todos Estrellas, único de su equipo en esa selecto grupo, donde mereció estar también Yosimar Cousín como el pitcher derecho, lauro que los decisores otorgaron al colombiano Juan Escorcia, de igual efectividad (0.00), pero lanzó 1.2 innings menos que el as de la rotación cubana. A favor del cafetero, ganó dos juegos y ponchó a 23 rivales, 11 más que el nuestro. Sin embargo, Cousín trabajó para 0.66 de WHIP, por 1.27 Escorcia, quien hoy no pudo hacer valer sus herramientas en el duelo por el bronce y el último pasaje mundialista.

Los nuestros se tomaron siete ponches, tres de ellos en el sexto capítulo, cuando Sheyder terminó su actuación con K a Daniel Pérez, su remplazo, Julio Sevilla, dejó con el bate al hombro a Martín con pitcheos laterales y el zurdo Luis Castellón completó la tríada de estrucados ante Diasmany Ortiz.

La selección de Nicaragua se coronó invicta ante su público con nueve victorias en todo el torneo. Cuba solo cayó ante ellos, una vez en la superronda y este domingo en el duelo por el oro, en ambas ocasiones por la vía de la lechada y sin poder descifrar un pitcheo zurdo traído del bullpen para asumir aperturas.

Para Cuba fue un subtítulo que renueva las esperanzas, luego de varias temporadas internacionales con pocas alegrías, y el principal objetivo fue cumplido: lograr el boleto para la Copa del Mundo de la categoría, previsto para octubre en México, actual campeón del orbe.

El último boleto para la cita mundial se lo agenció Venezuela que en la discusión del metal de bronce superó a Colombia por 9-0 con derrota para el mismo lanzador al que le dieron el premio como mejor derecho (oficialmente solo se compilaban las estadísticas antes de los juegos por las preseas).