Aquí nadie podía creerlo, pero sucedió: Industriales le entró por los ojos a Matanzas en el séptimo juego y logró anoche una clara victoria con marcador de 7-1. Así, los azules discutirán el campeonato contra Ciego de Ávila, pues los Tigres liquidaron 11-1 a Granma y estarán en la final por segundo año consecutivo.

Fue una noche de alucinaciones, aunque el encanto terminó temprano. Rudy Reyes le dio otro jonrón madrugador a Jorge Alberto Martínez en la primera entrada y enseguida se abrió el partido.

Luego, Antonio Romero hizo un relevo magistral desde el primer capítulo y amarró a los Cocodrilos durante todo el partido, con nueve ponches. Esta vez hay que darle crédito al mentor de los azules, Lázaro Vargas, quien no demoró nada para tumbar al abridor Darwin Beltrán.

Jorge Alberto logró colgar dos ceros después del susto inicial, pero en el cuarto episodio se acabó la novela. Tabares prendió la mecha con jonrón y seguidamente Correa pegó un doble que explotó al lanzador yumurino.

Entonces entró Maikel Martínez, quien le dio pelotazo a Raiko y permitió un triple de Chirino que limpió las bases y clavó la puntilla. Era temprano, pero la suerte estaba echada.

A partir de ese momento, el público empezó a marcharse poco a poco del estadio. Sin embargo, casi todo el mundo tragó en seco y aceptó la derrota sin reproches.

Desde temprano, cuando la ciudad festejaba por adelantado una segunda remontada que en definitiva no se concretó, mucha gente calificó a su equipo como ganador, aunque perdiera en el terreno.

Sin duda, los peloteros yumurinos se ganaron ese reconocimiento, pues saltaron espectacularmente del lugar 14 a la medalla de bronce. «Estoy triste por dentro, pero contento por el trabajo realizado», dijo Víctor Mesa después del partido y confirmó que se queda en Matanzas para la próxima campaña.

El mentor de los Cocodrilos confesó que fueron meses de gran estrés. «Hicimos muchos compromisos, nos arriesgamos, pero gracias a la vida pudimos cumplir», acotó.

«Desde el inicio del entrenamiento recibimos un gran apoyo en la provincia, algo que los equipos necesitan. Tuvimos más problemas internos que externos, pero a eso también le salimos al paso», reconoció.

«Me quedo con el estadio lleno, el entusiasmo en las calles, las amistades nuevas», dijo, y se interrumpió por la emoción.

Por su parte, Lázaro Vargas explicó que optó por Darwin Beltrán porque Frank

Monthiet se recupera de un dengue viral. «Queríamos que caminara más, pero no pudo ser. Sin embargo, Romero estuvo muy fuerte y sacó el partido adelante».

Sobre la polémica sustitución de Yasmani Tomás por Urgellés en la tercera entrada, Vargas dijo que quiso aprovechar esa oportunidad con las bases llenas que podía no repetirse durante el partido. «Tomás es un muchacho muy joven y todavía no sabe acomodar bien al lanzador. Además, tuvo sus problemas frente al pitcheo lateral», explicó.

Salimos del estadio en la madrugada y esta vez la gente no se abalanzó sobre nuestro auto al reconocer la chapa de La Habana. Cesaron las bromas y desaparecieron los leones colgados en cada esquina, pero ojalá siga la fiebre de pelota en Matanzas para el año que viene.

Tigres a la final

En un juego interrumpido casi cuatro horas debido a la lluvia, Ciego de Ávila noqueó 11-1 a Granma en ocho entradas y ratificó su título de campeón oriental. Ahora los avileños desembarcarán el domingo en el Latino, con Vladimir García listo para lanzar.

Yander Guevara trabajó todo el tiempo y recibió el apoyo de sus compañeros a la ofensiva (16 hits, incluidos cinco dobles y un jonrón). En cambio, el zurdo Leandro Martínez no se presentó con control y eso le pasó la cuenta desde el principio.

Tampoco pudieron hacerse justicia los relevistas y el pitcheo granmense volvió a sufrir en la postemporada. Fue la crónica de una muerte anunciada.

De todas formas, Granma mantuvo el cuarto lugar y avanzó más de la cuenta con sus problemas de pitcheo y defensa sobre la espalda. ¿Qué me dicen?