Quizás a alguno no le guste sus métodos impulsivos, pero es innegable que la dirección de Víctor Mesa ha cambiado la imagen del equipo Matanzas en la presente Serie Nacional de Béisbol.

Casi con la misma nómina de la campaña anterior, el otrora jardinero central villaclareño ha vencido ya el primer tercio de la campaña en la cima de la zona occidental, por delante de los campeones defensores de Pinar del Río y de los favoritos Industriales, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

Es evidente el pensamiento colectivo, las ganas de hacerlo todo bien en cada turno al bate o fildeo, y sobre todo: una eficacia pocas veces vista en sus lanzadores, aspectos esenciales para que los yumurinos ya comiencen a soñar en albergar el Juego de las Estrellas y luego la clasificación a la postemporada.

Además del excelente paso de Matanzas en la Serie Nacional de Béisbol, un tema mueve ya la polémica entre los amantes de ese deporte: la nueva pelota Mizuno 200, que ha disminuido notablemente la cantidad de jonrones por juego.

La semana pasada ha sido la menos productiva en los batazos más esperados de la pelota, pero no se puede cantar todavía victoria a favor de los lanzadores, pues todavía sigue elevado el número de indiscutibles y de carreras permitidas, algo que no se resolverá con nuevas esféricas, sino con un mejor pensamiento técnico-táctico de quienes se suben al montículo.

Otra alerta roja continúa siendo nuestra defensa, con una cantidad de errores que tienden a aumentar en lugar de disminuir. Veremos qué sucede al final de la temporada.