Un swing del emergente Ronney Muñiz hizo temblar la tierra y Matanzas salió hoy del ostracismo para superar in extremis a Granma (4-2) y colocarse a un paso de destronar al rey del béisbol de Cuba.

Ni los guiones de Hollywood tienen el drama vivido en un estadio Victoria de Girón convertido en un auténtico manicomio con el cuadrangular de Muñiz en el séptimo inning, para darle forma a una remontada quijotesca.

Sin apenas calentamiento, el héroe del quinto partido de la final salió del banco, tomó aire y golpeó con fuerza sobrenatural el primer envío hacia el home del relevista derecho Kelbis Rodríguez.

En solo segundos, la conexión dio un vuelco a la historia y los Alazanes pasaron de dominar 2-1 a perder 2-3 frente a unos matanceros que tomaron coraje y  anotaron una carrera más en el octavo para sentenciar el duelo.

Quiso el concurrente azar que los saurios pasaran de lo utópico a lo real, incluso después del comienzo incierto de su abridor Renner Rivero y la magistral labor monticular del serpentinero contrario Leandro Martínez.

El embrujo de Rivero desapareció en el tercer capítulo, cuando los Alazanes rompieron el maleficio con dos rayas, por boleto a Yosbani Millán, doblete del imparable Osvaldo Abreu, base intencional a Guillermo Avilés y tubey de Iván Prieto.

De hecho, la rebelión de los visitantes no resultó más devastadora gracias a la espectacular jugada defensiva del guardabosque derecho Willian Luis sobre una línea de Pedro Almeida.

El panorama colmó la paciencia de Armando Ferrer y el mentor de los Cocodrilos terminó temprano la actuación de Rivero (2.2, 2C, 3H, 2K, 1BB, 1DB) y depósito sus esperanzas en el zurdo Naykel Cruz, uno de los mejores talentos del país en el área de pitcheo.

Urgidos de sacar a flote su casta, los locales marcaron una raya en el cuarto episodio, aunque de la manera menos imaginada: robo de 'home plate' de Yadil Mujica, quien aprovechó un despiste de la defensa rival e imitó a Usain Bolt hasta escuchar el 'safe' (a salvo) del árbitro Osvaldo de Paula.

En la trinchera opuesta, el zurdo Martínez dominó a los contrarios a golpe de maestría y exquisito control, como para refrendar la frase 'más sabe el diablo por viejo, que por diablo'.

A sus 42 años, Martínez (1-0, 6.1, 1C, 2H, 4K, 3BB) colocó la TeamMate en las esquinas, cambió continuamente el ángulo de salida de los envíos y mantuvo precisión quirúrgica durante 6.1 innings de labor, con apenas dos hits permitidos.
Empero, el alto mando de Granma decidió sustituirlo y confiar en Rodríguez, quien nunca olvidará este día ni el primer bambinazo de Muñiz en el máximo torneo de la isla antillana.

Párrafos aparte para Cruz, ganador, y el rescatista Noervys Entenza, visto como el paño de lágrimas de los saurios y uno de los candidatos al premio Jugador Más Valioso de la postemporada.

Así, con la final 3-2 a su favor, Matanzas tiene a tiro la revancha de la última discusión de la corona y buscará rematar al rey el próximo lunes en el estadio Mártires de Barbados, casa de los Alazanes en la oriental ciudad de Bayamo.