Matanzas intentará derrotar hoy a Isla de la Juventud para forzar el séptimo y decisivo partido del duelo entre ambas selecciones por clasificarse a la final del LIV clásico del béisbol en Cuba.

Pese a ello, están obligados a ganar este martes y mañana miércoles para llegar a su tercera final consecutiva y evitar la decepción que les provocaría terminar eliminados por un rival inferior sobre el papel, pero atrevido e irreverente sobre el diamante.

Para llevar el pulso a una situación límite, Matanzas encaramará en el box al diestro Jonder Martínez, que en la temporada regular venció tres veces a los Piratas y el pasado 25 de marzo, ya en la postemporada, les recetó seis ponches y no les permitió carreras limpias en siete y dos tercios de apertura, si bien no pudo apuntarse la victoria.

Martínez, más la oportunidad ofensiva "característica del equipo ausente en las derrotas" y una defensa superior a la mostrada hasta ahora en la semifinal (9 errores en 205 lances), serían una ecuación para solucionar las urgencias de los perdedores de las dos últimas finales del béisbol cubano.

Isla de la Juventud, por su parte, enfrenta el encuentro sin nada que perder y mucho por conquistar, toda vez que llegó a los play offs in extremis, en el papel de convidado de piedra y, ahora, está a un triunfo de hacer historia.

Una victoria hoy o mañana en el llamado Palacio de los Cocodrilos, además de permitirles a los Piratas apartar del camino al trono al más persistente aspirante en las recientes tres series, les valdría para disputar la primera final de su historia.

Yoalkis Cruz, un refuerzo de Las Tunas, es el encargado de conducir al paso inédito en esta primera oportunidad, en la que será su segunda apertura en la postemporada con Isla de la Juventud.

Cruz enfrentó a Jonder en el segundo partido del enfrentamiento semifinal y estuvo a la altura del envite, al propinar cinco ponches y contener en dos anotaciones a los Cocodrilos.

Pero el resultado final no dependerá solamente de sus pitcheos, también pesarán una producción ofensiva más contundente, habida cuenta de que los Piratas aun no han bateado jonrón, acumulan ocho extrabases y dejaron ya 43 corredores en las almohadillas compilados los cinco desafíos de la postemporada.

El duelo, del cual se esperaba el primer finalista, se definirá en la sede matancera, llamada ahora Palacio de los Cocodrilos, donde los anfitriones tuvieron marca de .689 (31-14), guarismo que contrasta sobremanera con el .422 (19-26) de la nave pirata como visitante.

A partir de las 19:15 (hora local) comienza el sexto juego, cuatro horas después del inicio del quinto encuentro de la otra semifinal entre Granma y Ciego de Ávila.

Los Tigres avileños dominan 3-1 el compromiso tras vencer 9x4 la víspera y este martes, desde las 15:15 en el estadio José Ramón Cepero, intentará asegurarse primero que todos en la final del LIV clásico doméstico de béisbol.