Sin escuchar la voz de play para el cotejo, los mentores Roger Machado, de Ciego de Ávila y su similar de Industriales Lázaro Vargas fueron expulsados en acto sui géneris en campeonatos cubanos de béisbol.
Ambos iniciaron un diálogo en el mismo home en plena discusión de las reglas del desafío, que tomó por rumbo inadecuado, lo que obligó al principal del partido Blas Guillén a exigir su retirada del terreno, listo para la segunda victoria de los locales, con marcador 4-2 carreras.
Ello aconteció en fecha en que la Dirección del deporte circuló que los lanzadores de los Leones capitalinos Jesús Balaguer Blanco y Héctor Ponce Frenes no podrán actuar hasta tres juegos después que cumplan el descanso reglamentario, tras ser expulsados por lanzamiento intencional en el juego precedente ganado por los avileños.
Al parecer, esa fue la razón de la discusión de Machado y Vargas, actitud desdeñada por los seguidores del deporte nacional, cuando han de ser los directores los principales pedagogos por el bien de la formación de sus pupilos y del espectáculo en general.
Actos como estos, reprochables, solo afean lo que constituye entretenimiento sano de un pueblo que exige competitividad a la vez que odia falsas “guaperías”.
La expulsión implica, además de no estar en el juego de la fecha (ayer), 200 pesos de multa, por lo que este sábado ambos volverán a verse, en el mismo plato, desde la 1:15 de la tarde.
Ciego de Ávila solicitó hace bastante jugar los sábados en ese horario cuando fuera home club.
En definitiva, los Tigres volvieron a superar a los Leones para continuar abrazados en la segunda posición del campeonato con los Alazanes granmenses, mejores 9-1 que los campeones vueltabajeros.
Con ello, los segundos igualaron la subserie, en tanto pusieron a punto de la barrida sus pleitos Holguín ante Artemisa y Matanzas frente a Isla de la Juventud.
Los Cachorros holguineros superaron 6-2 a los Cazadores y los Cocodrilos yumurinos, primeros del certamen, 7-1 a los Piratas.
Ambos iniciaron un diálogo en el mismo home en plena discusión de las reglas del desafío, que tomó por rumbo inadecuado, lo que obligó al principal del partido Blas Guillén a exigir su retirada del terreno, listo para la segunda victoria de los locales, con marcador 4-2 carreras.
Ello aconteció en fecha en que la Dirección del deporte circuló que los lanzadores de los Leones capitalinos Jesús Balaguer Blanco y Héctor Ponce Frenes no podrán actuar hasta tres juegos después que cumplan el descanso reglamentario, tras ser expulsados por lanzamiento intencional en el juego precedente ganado por los avileños.
Al parecer, esa fue la razón de la discusión de Machado y Vargas, actitud desdeñada por los seguidores del deporte nacional, cuando han de ser los directores los principales pedagogos por el bien de la formación de sus pupilos y del espectáculo en general.
Actos como estos, reprochables, solo afean lo que constituye entretenimiento sano de un pueblo que exige competitividad a la vez que odia falsas “guaperías”.
La expulsión implica, además de no estar en el juego de la fecha (ayer), 200 pesos de multa, por lo que este sábado ambos volverán a verse, en el mismo plato, desde la 1:15 de la tarde.
Ciego de Ávila solicitó hace bastante jugar los sábados en ese horario cuando fuera home club.
En definitiva, los Tigres volvieron a superar a los Leones para continuar abrazados en la segunda posición del campeonato con los Alazanes granmenses, mejores 9-1 que los campeones vueltabajeros.
Con ello, los segundos igualaron la subserie, en tanto pusieron a punto de la barrida sus pleitos Holguín ante Artemisa y Matanzas frente a Isla de la Juventud.
Los Cachorros holguineros superaron 6-2 a los Cazadores y los Cocodrilos yumurinos, primeros del certamen, 7-1 a los Piratas.