Días después de la agresión que sufriera en pleno rostro, durante el partido entre Matanzas y Villa Clara, el capitán del elenco naranja, Ramón Lunar, avanza en su recuperación, según explicó el equipo médico que lo valoró este jueves en el hospital Arnaldo Milián Castro, de la capital provincial.

El doctor Ernesto Márquez Rancaño, uno de los especialistas maxilofaciales que lo evaluó, explicó a Granma que Lunar no sufrió ninguna fractura, ni dental, ni ósea, fueron heridas en la piel y en la mucosa bucal, la cuales han cicatrizado muy bien y, dada esa evolución, es del criterio de que el próximo lunes puedan retirarles los puntos.

Afirmó el galeno que los traumas fundamentales ocurrieron en el labio superior —donde tiene la mayor cantidad de puntos— y aclaró que no debe necesitar rehabilitación posterior, solo algunos días de reposo antes de reincorporarse a los entrenamientos y al juego diario.

Consultado sobre el asunto, el versátil jugador, integrante del Todos Estrellas de la recién finalizada Serie del Caribe, explicó que han sido días muy difíciles, de mucho dolor, molestias e inflamación en el rostro, pero que ha ido restableciéndose en su natal Quemado de Güines, con el cuidado de su mamá y la familia.

Agradeció a los amigos, aficionados, dirigentes, y en general a todo el pueblo que lo ha llamado para interesarse por su salud, lo cual ha constituido un incentivo adicional para salir adelante. Reconoció, asimismo la profesionalidad del equipo médico que lo atendió en Matanzas, realizándole un trabajo maxilofacial exquisito.

Acerca del incidente, explicó que al ver a Demis Valdés salir bate en mano para agredir a Freddy Asiel, trató de interponerse para persuadirlo de que abandonara el malsano propósito, pero no dio tiempo a nada porque el matancero estaba fuera de sí tirando batazos.

Agregó que su familia valora establecer un procedimiento legal contra el agresor por los daños causados.

COCODRILOS A TODO TREN

La novena de Matanzas despachó a los Sabuesos holguineros este viernes y alcanzó los 40 triunfos en la 53 Serie Nacional, válidos para respirar en solitario el aroma de la cima, con aceptable ventaja sobre sus más cercanos perseguidores.

Los Cocodrilos de Víctor Mesa llevan un ritmo trepidante con el madero y hasta el momento pocos han logrado controlarlos, lo que se ha combinado con una aceptable defensa (cercana a 980 de promedio) y el buen trabajo de su cuerpo de pitcheo, apuntalado con un cerrador intransitable como Carlos Juan Viera.

Si Matanzas marcha cómodo rumbo a la clasificación, mucho más cerrada es la porfía entre otros seis conjuntos. Pinar del Río y Villa Clara han logrado una estabilidad en su rendimiento, por lo que tienen ligera ventaja respecto al pelotón que integran Holguín, Artemisa, Industriales e Isla de la Juventud, entre quienes debe estar el cuarto clasificado, porque Santiago de Cuba no levanta cabeza y le costará mejorar con un staff de lanzadores muy pobre.

En honor a la verdad, varios entendidos aseguran que los Leones pudieran convertirse en los agraciados, pero su intermitencia en el pitcheo y la ofensiva de momento los lastran, aunque le arrancaron par de importantes triunfos a los pativerdes.

La batalla está planteada, y con 24 partidos por delante, todavía son muchas las historias que pueden escribir dichas selecciones en su afán de incluirse en el grupo de avanzada del clásico cubano de las bolas y los strikes.