Mientras el 5 de diciembre de 1956 el pequeño ejército rebelde tenía su bautismo de fuego en Alegría de Pío otro acontecimiento no menos importante ocurría ese mismo día en la otra punta del caimán, exactamente en el central Orozco, Bahía Onda, Pinar del Río, Félix y Esthervina traían al mundo un niño que iba a cambiar el derrotero del béisbol en nuestro país y que pusieron por nombre Luis Giraldo Casanova Castillo, tiempo después bautizado como El Señor Pelotero por un zar de la narración deportiva, el irrepetible Bobby Salamanca, ferviente amante del béisbol y conocedor a profundidad del mismo.
Para muchos entendidos en la materia Casanova, como siempre se le recuerda cariñosamente entre los aficionados cubanos, ha sido el pelotero más completo de nuestras series nacionales, sus dotes como bateador, habilidad para jugar varias posiciones, elegancia en el fildeo y brazo potente son cartas de presentación que solo la naturaleza pone a disposición de los elegidos, su presencia en el cajón de bateo hizo titubear al más corajudo de los pitchers que tuvieron que enfrentar semejante bateador, virtud que paseó por todos nuestros terrenos de béisbol a lo largo y ancho de nuestra isla y además en otras latitudes donde compareció representándonos en los torneos que en su momento organizó la FIBA.
Entre los resultados más destacados de Casanova en nuestras series nacionales podemos destacar sus 312 cuadrangulares, a la hora de conectar los mismos abría los brazos en señal de triunfo, esa imagen ha quedado para siempre en nuestras retinas, su promedio de .322, un slugging de .569 y más de 1000 carreras anotadas e impulsadas, a ello hay que sumarle sus triunfos con los Vegueros y Pinar del Rio en nuestros campeonatos nacionales y series selectivas respectivamente, en la arena internacional sale a relucir la conquista de la triple corona en la Copa Intercontinental de Edmonton 81 ganándose la admiración y simpatía de todos, en varios eventos este grande de nuestro béisbol promedió .375 y bateó 86 cuadrangulares, además, anotó e impulsó 242 y 278 carreras respectivamente siendo un pilar para el Cuba en esos años.
Casanova representa en sí mismo una época que ya se nos antoja como histórica y que podemos catalogarla como romántica pues pertenece a un pasado glorioso que “El Señor Pelotero” con su juego incomparable ayudó a erigir y cuyo colofón fue su exaltación a nuestro Salón de la Fama en el año 2014.
Felicidades campeón, tus fans nunca te olvidaremos, queda grabado para siempre en nuestros corazones tu excepcional manera de jugar al béisbol, el número 14 lo llevaremos por siempre en nuestras chamarretas, la corneta pinareña siempre te acompañará en tu andar infinito e indetenible por nuestros terrenos de béisbol, Gracias “Capirro”, mucha salud!!!!!!.
Para muchos entendidos en la materia Casanova, como siempre se le recuerda cariñosamente entre los aficionados cubanos, ha sido el pelotero más completo de nuestras series nacionales, sus dotes como bateador, habilidad para jugar varias posiciones, elegancia en el fildeo y brazo potente son cartas de presentación que solo la naturaleza pone a disposición de los elegidos, su presencia en el cajón de bateo hizo titubear al más corajudo de los pitchers que tuvieron que enfrentar semejante bateador, virtud que paseó por todos nuestros terrenos de béisbol a lo largo y ancho de nuestra isla y además en otras latitudes donde compareció representándonos en los torneos que en su momento organizó la FIBA.
Entre los resultados más destacados de Casanova en nuestras series nacionales podemos destacar sus 312 cuadrangulares, a la hora de conectar los mismos abría los brazos en señal de triunfo, esa imagen ha quedado para siempre en nuestras retinas, su promedio de .322, un slugging de .569 y más de 1000 carreras anotadas e impulsadas, a ello hay que sumarle sus triunfos con los Vegueros y Pinar del Rio en nuestros campeonatos nacionales y series selectivas respectivamente, en la arena internacional sale a relucir la conquista de la triple corona en la Copa Intercontinental de Edmonton 81 ganándose la admiración y simpatía de todos, en varios eventos este grande de nuestro béisbol promedió .375 y bateó 86 cuadrangulares, además, anotó e impulsó 242 y 278 carreras respectivamente siendo un pilar para el Cuba en esos años.
Casanova representa en sí mismo una época que ya se nos antoja como histórica y que podemos catalogarla como romántica pues pertenece a un pasado glorioso que “El Señor Pelotero” con su juego incomparable ayudó a erigir y cuyo colofón fue su exaltación a nuestro Salón de la Fama en el año 2014.
Felicidades campeón, tus fans nunca te olvidaremos, queda grabado para siempre en nuestros corazones tu excepcional manera de jugar al béisbol, el número 14 lo llevaremos por siempre en nuestras chamarretas, la corneta pinareña siempre te acompañará en tu andar infinito e indetenible por nuestros terrenos de béisbol, Gracias “Capirro”, mucha salud!!!!!!.