En la noche de ayer el programa de la Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana, tuvo un aparte deportivo, para debatir sobre el Clásico Mundial. A claras luces la prensa de la isla ha avanzado y se nota cierto atrevimiento y firmeza donde las cosas pueden ser llamadas por su nombre, sin embargo les traigo la mala nueva que la Federación de Beisbol no piensa salir de su eterno letargo.
Estamos peor que antes y me arrepiento de haber presagiado que Cuba quedaría en la segunda ronda, siento pena por mí mismo por creerme que otra derrota más haría temblar los cimientos de la envejecida Comisión Nacional y debo ser castigado, por hacerle creer a los que me leen, que cambios estaban por venir y cabezas por rodar.
Frangel Reinaldo, representante de la Federación no dio espacio para las dudas. No vamos hacia delante, sino hacia atrás.
El programa de la Mesa Redonda evitó un nuevo escándalo, que mucho predijeron y no se detuvo en justificaciones ilusas y el esquemático paternalismo que otros medios de prensa si han asumido, por el contrario las intervenciones de Sigfredo Barros (Granma) y Michel Contreras (Cubadebate) estuvieron acertadas, balanceadas y críticas, especialmente las de este último.
Ambos periodistas hablaron de la falta de especialización del pitcheo, la ausencia de un As en la rotación, de elemento básicos que increíblemente no se manejan a este nivel, del desvencijado bullpen del equipo de Víctor, que la derrota era colectiva, que el famoso Ranking Mundial había sido un cuento de hadas por años, incentivaron la búsqueda de nueva literatura beisbolera, agradecieron el programa de los domingos que está dedicado a la pelota internacional e hicieron énfasis en la necesidad de actualizar nuestro beisbol.
Entonces, cuando boquiabiertos por estar frente a un programa de la televisión cubana donde se hablara de la verdad, se le dio la palabra a Frangel Reinaldo y este nos dijo más verdades, pero que sabían distinto y nos rompieron las ilusiones.
Reinaldo, conocido ex manager de los conjuntos Santiago de Cuba y actualmente miembro de la Comisión Nacional de Beisbol, abrió su exposición diciendo que estaba muy de acuerdo con lo que plantearon los “compañeros” Sigfredo y Michel e inmediatamente después se repuso de su alarde de autocrítica y lanzó al aire la siguiente pregunta: ¿De que estuviéramos hablando aquí si ese juego frente a Holanda se hubiera ganado?
En ese mismo instante se me heló la sangre y supe que todo mi optimismo y pretensión estaban a punto de ser echados por tierra.
En una lengua española muy técnica e inentendible, Frangel explicó de primera mano todo el macro proceso por el que pasará el beisbol nacional en los próximos 4 años (años que serán de 14 o 15 meses imagino, porque si no es imposible que la Federación cumpla con esas proyecciones)
Se va a reestructurar la pirámide ¿Qué pirámide Frangel, la de Guiza?, el proceso de selección será distinto (ahora es de 7 pies para arriba y hay que tirar a las dos manos) y otras tantas historias, que entre trabas burocráticas, aprobación de planes y ejecución de los mismos, nos va acoger el Clásico Mundial del 2021, con Guillermo Heredia sin saber robar bases y con Ismel Jiménez tirando recta y slider nada más.
Pero la tapa al pomo no fueron esos planes de ciencia ficción (plagios puros a Steven Spielberg), sino que aparentemente a la Comisión le viene bien aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor” y se van a volver a instaurar las competencias municipales, las intramurales, se va a exigir beisbol en las escuelas, en fin, que no sé de donde, van a aparecer recursos para estimular la masividad nuevamente para este deporte (justo ahora que está el grito en el cielo, porque la preparación para el Clásico Mundial del equipo Cuba costo alrededor de 156 000 dólares (cifra que me parece razonable, pero a los entendidos no)). Cerrando, Frangel anunció que para el venidero septiembre va a dar comienzo la escuela para directores de beisbol y que cada provincia escogerá a 4 privilegiados para incursionar en esta facultad como estudiantes.
En concreto la Federación Cubana de Beisbol ha decidido desempolvar libros viejos y aplicar formulas arcaicas, con la total confianza que la solución está en ellas.
Resumiendo nadie habló de inserción en ligas, de profesionalizar el deporte, de restablecer torneos internacionales en Cuba, de buscar managers o coaches con experiencia que vengan a compartir sus conocimientos, y las soluciones continúan estando dentro del país, como si los resultados de nuestro beisbol fueran consecuencia de la desatención de nuestros técnicos y pedagogos, que aparentemente lo saben todo, desde el banco de problemas vigente, hasta la más puntual actualización de la pelota en el orbe.
Quizás me puse pesimista con esa hora televisiva, que prometió mucho en los primeros 20 minutos y que terminó rompiendo mis sueños de un beisbol de altura, elitista, y ando trasmitiendo un mala vibra; o quizás soy yo, que en vez de ver el partido Italia vs Puerto Rico decidí no hacerle caso al cantautor cubano Frank Delgado y obvie aquello de: “…yo no sé quién hace la encuesta, pero tome nota a quien le corresponda, que te juro por mi madre, que no veo Mesa Redonda…”
Estamos peor que antes y me arrepiento de haber presagiado que Cuba quedaría en la segunda ronda, siento pena por mí mismo por creerme que otra derrota más haría temblar los cimientos de la envejecida Comisión Nacional y debo ser castigado, por hacerle creer a los que me leen, que cambios estaban por venir y cabezas por rodar.
Frangel Reinaldo, representante de la Federación no dio espacio para las dudas. No vamos hacia delante, sino hacia atrás.
El programa de la Mesa Redonda evitó un nuevo escándalo, que mucho predijeron y no se detuvo en justificaciones ilusas y el esquemático paternalismo que otros medios de prensa si han asumido, por el contrario las intervenciones de Sigfredo Barros (Granma) y Michel Contreras (Cubadebate) estuvieron acertadas, balanceadas y críticas, especialmente las de este último.
Ambos periodistas hablaron de la falta de especialización del pitcheo, la ausencia de un As en la rotación, de elemento básicos que increíblemente no se manejan a este nivel, del desvencijado bullpen del equipo de Víctor, que la derrota era colectiva, que el famoso Ranking Mundial había sido un cuento de hadas por años, incentivaron la búsqueda de nueva literatura beisbolera, agradecieron el programa de los domingos que está dedicado a la pelota internacional e hicieron énfasis en la necesidad de actualizar nuestro beisbol.
Entonces, cuando boquiabiertos por estar frente a un programa de la televisión cubana donde se hablara de la verdad, se le dio la palabra a Frangel Reinaldo y este nos dijo más verdades, pero que sabían distinto y nos rompieron las ilusiones.
Reinaldo, conocido ex manager de los conjuntos Santiago de Cuba y actualmente miembro de la Comisión Nacional de Beisbol, abrió su exposición diciendo que estaba muy de acuerdo con lo que plantearon los “compañeros” Sigfredo y Michel e inmediatamente después se repuso de su alarde de autocrítica y lanzó al aire la siguiente pregunta: ¿De que estuviéramos hablando aquí si ese juego frente a Holanda se hubiera ganado?
En ese mismo instante se me heló la sangre y supe que todo mi optimismo y pretensión estaban a punto de ser echados por tierra.
En una lengua española muy técnica e inentendible, Frangel explicó de primera mano todo el macro proceso por el que pasará el beisbol nacional en los próximos 4 años (años que serán de 14 o 15 meses imagino, porque si no es imposible que la Federación cumpla con esas proyecciones)
Se va a reestructurar la pirámide ¿Qué pirámide Frangel, la de Guiza?, el proceso de selección será distinto (ahora es de 7 pies para arriba y hay que tirar a las dos manos) y otras tantas historias, que entre trabas burocráticas, aprobación de planes y ejecución de los mismos, nos va acoger el Clásico Mundial del 2021, con Guillermo Heredia sin saber robar bases y con Ismel Jiménez tirando recta y slider nada más.
Pero la tapa al pomo no fueron esos planes de ciencia ficción (plagios puros a Steven Spielberg), sino que aparentemente a la Comisión le viene bien aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor” y se van a volver a instaurar las competencias municipales, las intramurales, se va a exigir beisbol en las escuelas, en fin, que no sé de donde, van a aparecer recursos para estimular la masividad nuevamente para este deporte (justo ahora que está el grito en el cielo, porque la preparación para el Clásico Mundial del equipo Cuba costo alrededor de 156 000 dólares (cifra que me parece razonable, pero a los entendidos no)). Cerrando, Frangel anunció que para el venidero septiembre va a dar comienzo la escuela para directores de beisbol y que cada provincia escogerá a 4 privilegiados para incursionar en esta facultad como estudiantes.
En concreto la Federación Cubana de Beisbol ha decidido desempolvar libros viejos y aplicar formulas arcaicas, con la total confianza que la solución está en ellas.
Resumiendo nadie habló de inserción en ligas, de profesionalizar el deporte, de restablecer torneos internacionales en Cuba, de buscar managers o coaches con experiencia que vengan a compartir sus conocimientos, y las soluciones continúan estando dentro del país, como si los resultados de nuestro beisbol fueran consecuencia de la desatención de nuestros técnicos y pedagogos, que aparentemente lo saben todo, desde el banco de problemas vigente, hasta la más puntual actualización de la pelota en el orbe.
Quizás me puse pesimista con esa hora televisiva, que prometió mucho en los primeros 20 minutos y que terminó rompiendo mis sueños de un beisbol de altura, elitista, y ando trasmitiendo un mala vibra; o quizás soy yo, que en vez de ver el partido Italia vs Puerto Rico decidí no hacerle caso al cantautor cubano Frank Delgado y obvie aquello de: “…yo no sé quién hace la encuesta, pero tome nota a quien le corresponda, que te juro por mi madre, que no veo Mesa Redonda…”