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Como lo había expresado anteriormente, la 55 Serie Nacional de béisbol ha sido la menos atractiva y la de menor interés mediático y popular de todas las celebradas anteriormente.
La escasa asistencia de público a las instalaciones –solo 2500 por partido-, el desequilibrio entre ofensiva y pitcheo, y la ausencia de nombres suntuosos se convierten en claros enemigos del espectáculo.
Cuando usted analiza las nóminas de los equipos y el comportamiento individual de los atletas, sin dudas hay que encender los botones de pánico. Por ejemplo un jugador de reconocida clase como Yulieski Gourriel pone números de asombro, al promediar por encima de los .500 desde los primeros compases del calendario. Sin embargo, todos sabemos que esas cifras están sobredimensionadas y en ninguna liga de respeto se logran esos guarismos.
Otro aspecto negativo es la calidad de los estadios. Es penoso el estado actual del techo del parque Latinoamericano. Desde hace más dos años vengo escuchando que se trabajará intensamente en la sustitución de las estructuras de metal requeridas. Los que habitualmente visitamos la instalación apreciamos que el ritmo de trabajo ha sido lento. De continuar así, no exagero si dijera que tardará una década en solucionarse el problema. En entrevistas se ha explicado que no disponen de una grúa adecuada, que resulta costoso, que el mal tiempo…
En mi criterio no podemos permitirnos tantas justificaciones que dañan severamente la imagen del templo más sagrado de la pelota cubana. La afición, los peloteros, la prensa y el nuevo escenario internacional demandan una mayor implicación de todas las instituciones involucradas. Culminar en tiempo y forma las obras del Latino tiene que ser una prioridad del Estado. En marzo próximo es muy probable que los Rays de Tampa Bay desarrollen un par de juegos de exhibición en La Habana, pero usted se ha puesto a pensar si estamos en condiciones de recibirlos.
En el presente nuestras Series Nacionales atraviesan por un período gris debido a la acumulación de errores estratégicos por parte de la Comisión Nacional y el INDER. A mi juicio la estrategia que debió implementarse en el béisbol cubano a partir del año 2000 no fue la más acertada y ahora está pasando factura. Los nuevos tiempos suponían retos y con ellos una política que situara las necesidades del atleta como principal eslabón y a su vez se potenciara la Serie Nacional como gran espectáculo de masas.
En este período hemos visto partir con tristeza a centenares de nuestros mejores jugadores, a glorias del pasado y a entrenadores prestigiosos. Es cierto que muchos lo han hecho por motivaciones económicas y otros por elevar sus capacidades profesionales, pero con un buen número se fue injusto al no brindársele las oportunidades y las atenciones que merecían. En este punto quisiera detenerme.
Nombres como Alexei Ramírez, Adonis García, Bárbaro Cañizares, Michel Abreu, Amaury Cazañas, Yaibel Tamayo, Yordanis Pérez, Yunel Escobar, Hassan Pena, Félix Pérez, Luis Yadier Fonseca, Irait Chirino, Dayán Viciedo, Francisley Bueno, Juan Miguel Miranda, Yoilán Cercé, Jorge Padrón, Rafael Valdés, Roberto Rodríguez, Alexander Carreras, Carlos Adrián Martínez, Yuslán Herrera, Ruby Silva, Yusdel Tuero, José Julio Ruiz, Leuguim Barroso, Roberto Carlos Ramírez, Reinier Bermúdez, Yamel Guevara, Osbeck Castillo, Henry Abad, Reinier Roibal, David Remedios y Alfredo Unzué –por solo mencionar a estos- recibieron una escasa participación en las escuadras nacionales. Solamente Alexei Ramírez (2004-2007), Amaury Cazañas (2002) y Bárbaro Cañizares (2002) vistieron las franelas del equipo grande.
La pregunta es la siguiente, ¿por qué no fueron tomados en cuenta a pesar de poseer enorme talento? ¿Acaso no estuvieron prácticamente obligados a buscar nuevos horizontes? ¿No hubiese sido prudente insertarlos en circuitos profesionales por aquel entonces? ¿Dicha estrategia no hubiera frenado un tanto la constante fuga de talentos? En fin, son muchas las interrogantes y las respuestas destaparían una caja de pandora. No obstante la realidad es invisible como diría Borges…
La Voz del Aficionado
“Considero que las constantes paradas afectan el rendimiento de los peloteros, en especial a los lanzadores. Creo que en el caso particular de los abridores, les rompe el ritmo de trabajo. Pienso que tantas paradas y reinicios rompen con el esquema competitivo de los equipos y ofrece ventajas a los bateadores que generalmente comienzan por arriba de los lanzadores. Esa es una de las razones por la cual el bateo está muy encima del pitcheo, además, por supuesto de las deficiencias en el área”.
Víctor Ramírez
Flashazos
* El jardinero santiaguero Alexei Bell se encuentra en México para preparar su demostración de talento como pelotero a los equipos de Grandes Ligas a finales de enero, o principios de febrero, según una información del periodista Ken Rosenthal. Bell, de 32 años, puede declararse agente libre y firmar con cualquier conjunto ya que no está sujeto a las regulaciones para jugadores internacionales, al ser mayor de 23 años y haber jugado más de cinco Series Nacionales en Cuba.
*El torpedero pinareño Alexei Ramírez firmó finalmente un contrato de un año y cuatro millones con los Padres de San Diego, equipo perteneciente a la División Oeste de la Liga Nacional. Alexei viene de registrar su peor campaña en las Grandes Ligas de las ocho que jugó con los Medias Blancas de Chicago (.249/.285/.357).
Visor Internacional
*La venidera Serie del Caribe tendrá lugar entre el primero y el 7 de febrero próximos, en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. El mítico estadio Quisqueya será el escenario competitivo del evento. Los organizadores han anunciado un espectacular derby de jonrones, en la jornada del 3 de febrero, donde intervendrán los dominicanos David “Big Papi” Ortiz y Robinson Canó y el venezolano Miguel Cabrera.
*Los Astros de Houston y los Padres de San Diego jugarán dos partidos en el Foro Sol de la Ciudad de México, los días 26 y 27 de marzo, dentro de los entrenamientos primaverales rumbo a la campaña 2016 de la MLB.
¿Sabía Usted que el veloz derecho espirituano Maels Rodríguez Corrales ponchó a 1148 bateadores en apenas seis Series Nacionales?
Su promedio de ponches por temporada fue de 191,3, el más alto del béisbol revolucionario.
La escasa asistencia de público a las instalaciones –solo 2500 por partido-, el desequilibrio entre ofensiva y pitcheo, y la ausencia de nombres suntuosos se convierten en claros enemigos del espectáculo.
Cuando usted analiza las nóminas de los equipos y el comportamiento individual de los atletas, sin dudas hay que encender los botones de pánico. Por ejemplo un jugador de reconocida clase como Yulieski Gourriel pone números de asombro, al promediar por encima de los .500 desde los primeros compases del calendario. Sin embargo, todos sabemos que esas cifras están sobredimensionadas y en ninguna liga de respeto se logran esos guarismos.
Otro aspecto negativo es la calidad de los estadios. Es penoso el estado actual del techo del parque Latinoamericano. Desde hace más dos años vengo escuchando que se trabajará intensamente en la sustitución de las estructuras de metal requeridas. Los que habitualmente visitamos la instalación apreciamos que el ritmo de trabajo ha sido lento. De continuar así, no exagero si dijera que tardará una década en solucionarse el problema. En entrevistas se ha explicado que no disponen de una grúa adecuada, que resulta costoso, que el mal tiempo…
En mi criterio no podemos permitirnos tantas justificaciones que dañan severamente la imagen del templo más sagrado de la pelota cubana. La afición, los peloteros, la prensa y el nuevo escenario internacional demandan una mayor implicación de todas las instituciones involucradas. Culminar en tiempo y forma las obras del Latino tiene que ser una prioridad del Estado. En marzo próximo es muy probable que los Rays de Tampa Bay desarrollen un par de juegos de exhibición en La Habana, pero usted se ha puesto a pensar si estamos en condiciones de recibirlos.
En el presente nuestras Series Nacionales atraviesan por un período gris debido a la acumulación de errores estratégicos por parte de la Comisión Nacional y el INDER. A mi juicio la estrategia que debió implementarse en el béisbol cubano a partir del año 2000 no fue la más acertada y ahora está pasando factura. Los nuevos tiempos suponían retos y con ellos una política que situara las necesidades del atleta como principal eslabón y a su vez se potenciara la Serie Nacional como gran espectáculo de masas.
En este período hemos visto partir con tristeza a centenares de nuestros mejores jugadores, a glorias del pasado y a entrenadores prestigiosos. Es cierto que muchos lo han hecho por motivaciones económicas y otros por elevar sus capacidades profesionales, pero con un buen número se fue injusto al no brindársele las oportunidades y las atenciones que merecían. En este punto quisiera detenerme.
Nombres como Alexei Ramírez, Adonis García, Bárbaro Cañizares, Michel Abreu, Amaury Cazañas, Yaibel Tamayo, Yordanis Pérez, Yunel Escobar, Hassan Pena, Félix Pérez, Luis Yadier Fonseca, Irait Chirino, Dayán Viciedo, Francisley Bueno, Juan Miguel Miranda, Yoilán Cercé, Jorge Padrón, Rafael Valdés, Roberto Rodríguez, Alexander Carreras, Carlos Adrián Martínez, Yuslán Herrera, Ruby Silva, Yusdel Tuero, José Julio Ruiz, Leuguim Barroso, Roberto Carlos Ramírez, Reinier Bermúdez, Yamel Guevara, Osbeck Castillo, Henry Abad, Reinier Roibal, David Remedios y Alfredo Unzué –por solo mencionar a estos- recibieron una escasa participación en las escuadras nacionales. Solamente Alexei Ramírez (2004-2007), Amaury Cazañas (2002) y Bárbaro Cañizares (2002) vistieron las franelas del equipo grande.
La pregunta es la siguiente, ¿por qué no fueron tomados en cuenta a pesar de poseer enorme talento? ¿Acaso no estuvieron prácticamente obligados a buscar nuevos horizontes? ¿No hubiese sido prudente insertarlos en circuitos profesionales por aquel entonces? ¿Dicha estrategia no hubiera frenado un tanto la constante fuga de talentos? En fin, son muchas las interrogantes y las respuestas destaparían una caja de pandora. No obstante la realidad es invisible como diría Borges…
La Voz del Aficionado
“Considero que las constantes paradas afectan el rendimiento de los peloteros, en especial a los lanzadores. Creo que en el caso particular de los abridores, les rompe el ritmo de trabajo. Pienso que tantas paradas y reinicios rompen con el esquema competitivo de los equipos y ofrece ventajas a los bateadores que generalmente comienzan por arriba de los lanzadores. Esa es una de las razones por la cual el bateo está muy encima del pitcheo, además, por supuesto de las deficiencias en el área”.
Víctor Ramírez
Flashazos
* El jardinero santiaguero Alexei Bell se encuentra en México para preparar su demostración de talento como pelotero a los equipos de Grandes Ligas a finales de enero, o principios de febrero, según una información del periodista Ken Rosenthal. Bell, de 32 años, puede declararse agente libre y firmar con cualquier conjunto ya que no está sujeto a las regulaciones para jugadores internacionales, al ser mayor de 23 años y haber jugado más de cinco Series Nacionales en Cuba.
*El torpedero pinareño Alexei Ramírez firmó finalmente un contrato de un año y cuatro millones con los Padres de San Diego, equipo perteneciente a la División Oeste de la Liga Nacional. Alexei viene de registrar su peor campaña en las Grandes Ligas de las ocho que jugó con los Medias Blancas de Chicago (.249/.285/.357).
Visor Internacional
*La venidera Serie del Caribe tendrá lugar entre el primero y el 7 de febrero próximos, en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. El mítico estadio Quisqueya será el escenario competitivo del evento. Los organizadores han anunciado un espectacular derby de jonrones, en la jornada del 3 de febrero, donde intervendrán los dominicanos David “Big Papi” Ortiz y Robinson Canó y el venezolano Miguel Cabrera.
*Los Astros de Houston y los Padres de San Diego jugarán dos partidos en el Foro Sol de la Ciudad de México, los días 26 y 27 de marzo, dentro de los entrenamientos primaverales rumbo a la campaña 2016 de la MLB.
¿Sabía Usted que el veloz derecho espirituano Maels Rodríguez Corrales ponchó a 1148 bateadores en apenas seis Series Nacionales?
Su promedio de ponches por temporada fue de 191,3, el más alto del béisbol revolucionario.
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