Se quebró la calma y el silencio en ruido se volvió cuando la Federación Cubana de Béisbol (FCB) anunció el regreso de Víctor Mesa al banquillo de la selección nacional, que nos representará en el Torneo Premier 12, con asiento en Taipéi de China y Japón, en noviembre próximo.
En medio de la mediocridad de la actual temporada un suceso noticioso involucra al hombre más mediático de nuestro principal pasatiempo. Víctor siempre es y será noticia -para bien o para mal- porque posee ese magnánimo don de no pasar inadvertido. Odiado por muchos, aclamado por otros, abucheado o aplaudido, por su sangre corre la esencia de este juego.
Cuando jugaba era un Dios divino escalando cercas sin colchones protectores y aquel afán de impedir los jonrones. En las bases volaba como centella incapturable y de sus muñecas salieron casi 300 vuelacercas, más de 2000 hits y un apreciable .318 en 19 series.
A alguien –aún no sabemos quién- se le ocurrió en el verano de 1996 que no debía jugar más y cinco años después (campaña 2000-2001) regresaría como manager del Villa Clara. Desde su debut impuso un estilo fuerte, agresivo y dictatorial. En muchas ocasiones rompió con los esquemas del famoso librito y las decisiones carecían de sentido.
Aun así sus dirigidos nunca faltaron a la Postemporada y jugaron dos finales consecutivas aunque no pudieron ganar ni un solo partido contra aquellos invencibles Azules del Rey Anglada.
En 2012 una provincia le abrió las puertas con esperanzas renovadoras luego de innumerables frustraciones. El resultado: Matanzas escaló hasta el tercer peldaño y el Victoria de Girón recibió enormes concurrencias. El salto de calidad fue evidente y posteriormente lograron discutir el podio.
Pero en esa metamorfosis también pasaron cosas feas, que nunca debieron pasar, o mejor dicho permitirse. Hubo ofensas, maltrato a la prensa, tierra a la cara de un árbitro, marginación de atletas, un jugador de posición lanzando con el Latino lleno en franco boicot al espectáculo, ect. Fue impune y nadie decía nada. Yo diría que fue nocivo para el béisbol porque transgredió las normas.
No obstante su puesto en el equipo Cuba parecía seguro por cuatro años a pesar del discreto desempeño: un quinto lugar en el Clásico y un irrelevante título en los Juegos Centroamericanos de Veracruz. Sin embargo, unas inesperadas declaraciones expresan el sentir de la afición y causan impacto. Un hombre honorable como Alfonso Urquiola se revela y dice lo que piensa.
A la incongruente Dirección Nacional de Béisbol (DNB) no le quedaba otra opción: nombrar a Roger Machado al frente del combinado patrio. Desde el inicio comenzaron los problemas. La deserción de Norge Luis Ruiz, la negativa de Yulieski Gourriel, y por si fuera poco en la gira por EE.UU dos de los pilares del conjunto abandonaron la nave. Pese a los inconvenientes, el colectivo técnico no se amilanó y alcanzaron un peleado tercer puesto con una escuadra deficiente.
El curso de los acontecimientos muestran que a la pelota cubana le sigue faltando seriedad y organización en su organismo rector, pero sobretodo respetar a los aficionados y esa culpa no es de Víctor ni de Roger sino de quienes la dirigen. Estoy seguro que el Premier será un fracaso más como ha sido la costumbre en los últimos tiempos. Podría dirigir La Russa, Cox, Torre, Maddon, Fuentes, Servio o Pineda y el desenlace sería el mismo porque a la maquinaria le faltan demasiados componentes.
Visor Internacional
El granmense Yoenis Céspedes rubricó su mejor temporada en las Ligas Mayores. Luego de un feliz inicio de 18 bambinazos con los Tigres de Detroit fue canjeado el 31 de julio a los Mets de Nueva York. A partir de ese momento, Céspedes elevó considerablemente su producción ofensiva y ayudó a los Mets a conseguir el banderín de la División Este de la Liga Nacional por primera vez desde 2006. Sus 17 jonrones con la nueva camiseta le permitieron llegar a 35, el tope más alto de su carrera de 4 años. Impulsó a 105 compañeros, anotó en 101 ocasiones y disparó 184 hits. Yo le daría mi voto como jugador cubano del año en la MLB.
El cienfueguero José Dariel Abreu (Medias Blancas de Chicago) se convirtió en apenas el segundo jugador que conecta 30 o más jonrones e impulsa 100 o más carreras en sus dos primeras temporadas en la MLB. Comparte la hazaña con el mítico Albert Pujols (Angelinos de los Ángeles). Abreu terminó (290/30/101).
El cubano Kendry Morales (Reales de Kansas City) tuvo un regreso fabuloso y registró sus mejores números desde la temporada de 2009, cuando terminó en quinto puesto en la votación del Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Morales culminó con sólido average de .290 producto de 165 hits, 22 vuelacercas, 106 remolcadas y un porcentaje de embasamiento de .362.
El holguinero Aroldis Chapman (Rojos de Cincinnati) se reafirmó como el cerrador más dominante del béisbol. En 66.1 de labor ponchó a 116, con 1.63 por cada nueve entradas y salvó 33 para un equipo que apenas ganó 64 encuentros y terminó último en su División.
El capitalino Yunel Escobar (Nacionales de Washington) marcó su mejor campaña en la Grandes Ligas, al promediar para .314 con 168 hits, 9 jonrones y 56 impulsadas en 139 partidos.
El avileño Adonis García (Bravos de Atlanta) mostró talento, versatilidad y poder en su debut. En solo 58 partidos mandó 10 pelotas más allá de los límites, impulsó a 26 y promedió para .277. A la defensa se desempeñó en tercera, segunda y las tres posiciones de los jardines. Seguramente estará el próximo año con los Bravos desde el mismo inicio de campaña.
Un total de cinco cubanos estarán en la Postemporada 2015 de las Grandes Ligas norteamericanas: Kendry Morales (Reales), Leonys Martin (Rangers), Alexander Guerrero (Dodgers), Yasiel Puig (Dodgers) y Yoenis Céspedes (Mets).
La temporada 2015 de la MLB finalizó este domingo su fase clasificatoria. En la Liga Americana, los Azulejos de Toronto (93-69) ganaron la División Este por primera vez en 22 años y se medirán en la Serie Divisional a los Rangers de Texas (88-74), quienes encabezaron la División Oeste. El formato es de cinco juegos a ganar tres, comenzando el día 8, en el Rogers Centre de Toronto. En la Central, los Reales de Kansas City (95-67) tuvieron el mejor récord del circuito y esperarán al vencedor entre Yankees de Nueva York (87-75) y Astros de Houston (86-76) en el juego de comodines previsto para mañana martes, en el Yankee Stadium. Por los Yankees está anunciado Masahiro Tanaka y el líder en ganados con 20 en la L.A, Dallas Keuchel por los Astros.
En la Liga Nacional, los Mets de Nueva York (90-72) mandaron en el Este y chocarán desde el 9 de octubre con los Dodgers de los Ángeles (92-70), campeones del Oeste por tercer año consecutivo. En la Central, los Cardenales de San Luis fueron el único conjunto que llegó a 100 victorias (100-62). Los Piratas de Pittsburg (98-64) disputarán frente a los Cachorros de Chicago (97-65) el desafío de comodín, el miércoles 7 en el PNC Park de Pittsburg. Gerrit Cole (Piratas) y Jake Arrieta (Cachorros-22 victorias) iniciarán el encuentro.
El venezolano Miguel Cabrera (Tigres de Detroit) ganó otro título de bateo en la L.A con promedio de .338, mientras que el intermedista Dee Gordon (Marlins de Miami) lo hizo en la L.N con .333.
Chris Davis (Orioles de Baltimore) sacudió 47 bambinazos en la L.A y Josh Donaldson (Azulejos de Toronto) impulsó a 123. En la Nacional, Noran Arenado (Rockies de Colorado) y Bryce Harper (Nacionales de Washington) despacharon 42 fuera de los límites y el propio Arenado trajo a 130 hacia el plato.
Entre los lanzadores un hombre fue casi perfecto en la L.N, Jake Arrieta (Cachorros de Chicago) con sus 22 éxitos, Zack Greinke (Dodgers de los Ángeles) dominó el promedio con un increíble 1.66 y su coequipero Clayton Kershaw eliminó a 301 bateadores. Mark Melancon (Piratas de Pittsburg) salvó 51.
En la Americana, Dallas Keuchel (Astros de Houston) fue el único lanzador que llegó a 20 victorias, el zurdo David Price (Azulejos de Toronto) lanzó para 2.45 y Cris Sale (Medias Blancas de Chicago) ponchó a 274. Brad Boxberger (Tampa Bay) rescató 41.
En medio de la mediocridad de la actual temporada un suceso noticioso involucra al hombre más mediático de nuestro principal pasatiempo. Víctor siempre es y será noticia -para bien o para mal- porque posee ese magnánimo don de no pasar inadvertido. Odiado por muchos, aclamado por otros, abucheado o aplaudido, por su sangre corre la esencia de este juego.
Cuando jugaba era un Dios divino escalando cercas sin colchones protectores y aquel afán de impedir los jonrones. En las bases volaba como centella incapturable y de sus muñecas salieron casi 300 vuelacercas, más de 2000 hits y un apreciable .318 en 19 series.
A alguien –aún no sabemos quién- se le ocurrió en el verano de 1996 que no debía jugar más y cinco años después (campaña 2000-2001) regresaría como manager del Villa Clara. Desde su debut impuso un estilo fuerte, agresivo y dictatorial. En muchas ocasiones rompió con los esquemas del famoso librito y las decisiones carecían de sentido.
Aun así sus dirigidos nunca faltaron a la Postemporada y jugaron dos finales consecutivas aunque no pudieron ganar ni un solo partido contra aquellos invencibles Azules del Rey Anglada.
En 2012 una provincia le abrió las puertas con esperanzas renovadoras luego de innumerables frustraciones. El resultado: Matanzas escaló hasta el tercer peldaño y el Victoria de Girón recibió enormes concurrencias. El salto de calidad fue evidente y posteriormente lograron discutir el podio.
Pero en esa metamorfosis también pasaron cosas feas, que nunca debieron pasar, o mejor dicho permitirse. Hubo ofensas, maltrato a la prensa, tierra a la cara de un árbitro, marginación de atletas, un jugador de posición lanzando con el Latino lleno en franco boicot al espectáculo, ect. Fue impune y nadie decía nada. Yo diría que fue nocivo para el béisbol porque transgredió las normas.
No obstante su puesto en el equipo Cuba parecía seguro por cuatro años a pesar del discreto desempeño: un quinto lugar en el Clásico y un irrelevante título en los Juegos Centroamericanos de Veracruz. Sin embargo, unas inesperadas declaraciones expresan el sentir de la afición y causan impacto. Un hombre honorable como Alfonso Urquiola se revela y dice lo que piensa.
A la incongruente Dirección Nacional de Béisbol (DNB) no le quedaba otra opción: nombrar a Roger Machado al frente del combinado patrio. Desde el inicio comenzaron los problemas. La deserción de Norge Luis Ruiz, la negativa de Yulieski Gourriel, y por si fuera poco en la gira por EE.UU dos de los pilares del conjunto abandonaron la nave. Pese a los inconvenientes, el colectivo técnico no se amilanó y alcanzaron un peleado tercer puesto con una escuadra deficiente.
El curso de los acontecimientos muestran que a la pelota cubana le sigue faltando seriedad y organización en su organismo rector, pero sobretodo respetar a los aficionados y esa culpa no es de Víctor ni de Roger sino de quienes la dirigen. Estoy seguro que el Premier será un fracaso más como ha sido la costumbre en los últimos tiempos. Podría dirigir La Russa, Cox, Torre, Maddon, Fuentes, Servio o Pineda y el desenlace sería el mismo porque a la maquinaria le faltan demasiados componentes.
Visor Internacional
El granmense Yoenis Céspedes rubricó su mejor temporada en las Ligas Mayores. Luego de un feliz inicio de 18 bambinazos con los Tigres de Detroit fue canjeado el 31 de julio a los Mets de Nueva York. A partir de ese momento, Céspedes elevó considerablemente su producción ofensiva y ayudó a los Mets a conseguir el banderín de la División Este de la Liga Nacional por primera vez desde 2006. Sus 17 jonrones con la nueva camiseta le permitieron llegar a 35, el tope más alto de su carrera de 4 años. Impulsó a 105 compañeros, anotó en 101 ocasiones y disparó 184 hits. Yo le daría mi voto como jugador cubano del año en la MLB.
El cienfueguero José Dariel Abreu (Medias Blancas de Chicago) se convirtió en apenas el segundo jugador que conecta 30 o más jonrones e impulsa 100 o más carreras en sus dos primeras temporadas en la MLB. Comparte la hazaña con el mítico Albert Pujols (Angelinos de los Ángeles). Abreu terminó (290/30/101).
El cubano Kendry Morales (Reales de Kansas City) tuvo un regreso fabuloso y registró sus mejores números desde la temporada de 2009, cuando terminó en quinto puesto en la votación del Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Morales culminó con sólido average de .290 producto de 165 hits, 22 vuelacercas, 106 remolcadas y un porcentaje de embasamiento de .362.
El holguinero Aroldis Chapman (Rojos de Cincinnati) se reafirmó como el cerrador más dominante del béisbol. En 66.1 de labor ponchó a 116, con 1.63 por cada nueve entradas y salvó 33 para un equipo que apenas ganó 64 encuentros y terminó último en su División.
El capitalino Yunel Escobar (Nacionales de Washington) marcó su mejor campaña en la Grandes Ligas, al promediar para .314 con 168 hits, 9 jonrones y 56 impulsadas en 139 partidos.
El avileño Adonis García (Bravos de Atlanta) mostró talento, versatilidad y poder en su debut. En solo 58 partidos mandó 10 pelotas más allá de los límites, impulsó a 26 y promedió para .277. A la defensa se desempeñó en tercera, segunda y las tres posiciones de los jardines. Seguramente estará el próximo año con los Bravos desde el mismo inicio de campaña.
Un total de cinco cubanos estarán en la Postemporada 2015 de las Grandes Ligas norteamericanas: Kendry Morales (Reales), Leonys Martin (Rangers), Alexander Guerrero (Dodgers), Yasiel Puig (Dodgers) y Yoenis Céspedes (Mets).
La temporada 2015 de la MLB finalizó este domingo su fase clasificatoria. En la Liga Americana, los Azulejos de Toronto (93-69) ganaron la División Este por primera vez en 22 años y se medirán en la Serie Divisional a los Rangers de Texas (88-74), quienes encabezaron la División Oeste. El formato es de cinco juegos a ganar tres, comenzando el día 8, en el Rogers Centre de Toronto. En la Central, los Reales de Kansas City (95-67) tuvieron el mejor récord del circuito y esperarán al vencedor entre Yankees de Nueva York (87-75) y Astros de Houston (86-76) en el juego de comodines previsto para mañana martes, en el Yankee Stadium. Por los Yankees está anunciado Masahiro Tanaka y el líder en ganados con 20 en la L.A, Dallas Keuchel por los Astros.
En la Liga Nacional, los Mets de Nueva York (90-72) mandaron en el Este y chocarán desde el 9 de octubre con los Dodgers de los Ángeles (92-70), campeones del Oeste por tercer año consecutivo. En la Central, los Cardenales de San Luis fueron el único conjunto que llegó a 100 victorias (100-62). Los Piratas de Pittsburg (98-64) disputarán frente a los Cachorros de Chicago (97-65) el desafío de comodín, el miércoles 7 en el PNC Park de Pittsburg. Gerrit Cole (Piratas) y Jake Arrieta (Cachorros-22 victorias) iniciarán el encuentro.
El venezolano Miguel Cabrera (Tigres de Detroit) ganó otro título de bateo en la L.A con promedio de .338, mientras que el intermedista Dee Gordon (Marlins de Miami) lo hizo en la L.N con .333.
Chris Davis (Orioles de Baltimore) sacudió 47 bambinazos en la L.A y Josh Donaldson (Azulejos de Toronto) impulsó a 123. En la Nacional, Noran Arenado (Rockies de Colorado) y Bryce Harper (Nacionales de Washington) despacharon 42 fuera de los límites y el propio Arenado trajo a 130 hacia el plato.
Entre los lanzadores un hombre fue casi perfecto en la L.N, Jake Arrieta (Cachorros de Chicago) con sus 22 éxitos, Zack Greinke (Dodgers de los Ángeles) dominó el promedio con un increíble 1.66 y su coequipero Clayton Kershaw eliminó a 301 bateadores. Mark Melancon (Piratas de Pittsburg) salvó 51.
En la Americana, Dallas Keuchel (Astros de Houston) fue el único lanzador que llegó a 20 victorias, el zurdo David Price (Azulejos de Toronto) lanzó para 2.45 y Cris Sale (Medias Blancas de Chicago) ponchó a 274. Brad Boxberger (Tampa Bay) rescató 41.