El pitcher cubano Ismel Jiménez consideró hoy un hito personal su designación para lanzar el primer compromiso de su país en el cercano Clásico Mundial de Béisbol.
Jiménez, considerado el mejor lanzador de Cuba en la actualidad, valoró la confianza del seleccionador Víctor Mesa para abrir contra Brasil, una de las clasificaciones sorpresas del venidero certamen.
Además de sus estadísticas esta temporada, la efectividad del as espirituano ante novenas asiáticas motivó la elección de Mesa, por el predominio de la comunidad japonesa en el equipo brasileño.
“Para mi, ser el primer abridor del Cuba es algo muy grande, algo por lo que trabajé desde mis inicios en la pelota”, dijo Jiménez en el partido entre su equipo, Sancti Spíritus, y Villa Clara.
Oriundo de la patrimonial villa de Trinidad, que el próximo año cumple medio milenio de fundada, Jiménez encara el nuevo desafío con orgullo y calma, pues sabe que necesita más concentración que nunca.
Valoró además su salto al rol de abridor, tras ser utilizado como relevista en la reciente gira asiática del Cuba, pues su única preocupación es cumplir con su función y “sacar outs”.
Confesó que le gusta lanzar con cinco días de descanso y que le molesta regalar boletos, por eso cuando está debajo del bateador le dice cosas y lo provoca para que haga swing.
Jiménez marcha de líder en ponches y segundo en carreras limpias en el actual campeonato cubano, que se acerca al fin de su primera mitad, cuando solo quedarán ocho equipos en justa.
Jiménez, considerado el mejor lanzador de Cuba en la actualidad, valoró la confianza del seleccionador Víctor Mesa para abrir contra Brasil, una de las clasificaciones sorpresas del venidero certamen.
Además de sus estadísticas esta temporada, la efectividad del as espirituano ante novenas asiáticas motivó la elección de Mesa, por el predominio de la comunidad japonesa en el equipo brasileño.
“Para mi, ser el primer abridor del Cuba es algo muy grande, algo por lo que trabajé desde mis inicios en la pelota”, dijo Jiménez en el partido entre su equipo, Sancti Spíritus, y Villa Clara.
Oriundo de la patrimonial villa de Trinidad, que el próximo año cumple medio milenio de fundada, Jiménez encara el nuevo desafío con orgullo y calma, pues sabe que necesita más concentración que nunca.
Valoró además su salto al rol de abridor, tras ser utilizado como relevista en la reciente gira asiática del Cuba, pues su única preocupación es cumplir con su función y “sacar outs”.
Confesó que le gusta lanzar con cinco días de descanso y que le molesta regalar boletos, por eso cuando está debajo del bateador le dice cosas y lo provoca para que haga swing.
Jiménez marcha de líder en ponches y segundo en carreras limpias en el actual campeonato cubano, que se acerca al fin de su primera mitad, cuando solo quedarán ocho equipos en justa.