Contra la mayoría de los pronósticos, el campeón vigente, Granma, ya está en la final, y el eterno favorito de los últimos años, Matanzas, se quedó, también otra vez, por debajo de las expectativas. En el Mártires Barbados no cabía nadie más para presenciar el duelo entre dos de los mejores zurdos cubanos de la actualidad, el consagrado Yoanni Yera por los Coco-Tigres y el talentoso Ulfrido García, por los de casa.

Yera lanzó 6.2 innings, permitió dos anotaciones, ponchó a cinco y regaló tres pasaportes gratis, mientras Ulfrido en siete capítulos, toleró igual cantidad de carreras, dejó a seis con el madero al hombro y caminó solo a dos. La responsabilidad le tocó al bull pen de uno y otro equipo.

Al final, fue un partido cerrado, digo de una postemporada. Granma se fue delante en el primero sin siquiera batear de hits, luego los matanceros le dieron la vuelta al marcador con vuelacercas de Eduardo Blanco con un corredor en bases en el quinto; los campeones empataron en el inning de la suerte, y la escena quedó lista para que en el siguiente episodio, con las bases llenas y frente a Miguel Lahera, Geydi Soler pegará cañonazo que fletó las dos que pusieron a relinchar a los Alazanes y subieron a la pizarra el definitivo 4-2.

De los últimos seis outs, dos de ellos por la vía de los strike, se encargó el veloz jovencito Raidel Martínez, quien se apuntó el éxito que sepultó las esperanzas de los matanceros de retornar el play off a sus predios.

Pareciera que a los Rojos, líderes de la temporada regular, los afectó demasiado no poder rematar el segundo partido tras el abrazo espectacular a once, y que a Granma no lo descompensó el susto de casi perder aquel duelo. Desde entonces, hubo un equipo muy superior al otro en el terreno y en la banca, con mejor ánimo, más disposición, y el resultado fue avasallador: cuatro victorias seguidas.

Un play off que parecía que iba a llegar al límite, se acabó muy rápido, para bien de Carlos Martí y sus muchachos.

Samón y Villa, los héroes del Latino

En el Latino, los Leones le regalaron a Carlos Tabares —retirado oficialmente un rato antes— una victoria (4-0) que puso a Industriales delante en el play off frente a Las Tunas, en un juego en el que zurdo de Artemisa, Misael Villa, se comportó como un gigante del montículo y les colgó siete ceros a la tanda más ofensiva del campeonato, mientras un antiguo vecino de los Leñadores, Yordanis Samón, se ensañó con el madero en mano y empujó las cuatro carreras de su equipo.

Samón le enderezó una bola en el primer inning a Vladimir Baños, el abridor de los tuneros, y la mandó al otro lado de las cercas por la pradera central, batazo que remolcó tres carreras, pues Juan Carlos Torriente y Alexander Malleta habían disparado sendos cohetes, también durísimos, después de dos outs.

Bastaba ese trío de anotaciones para definir el partido, pero Samón, que sabe que en el banco está Eriel Sánchez esperando otra oportunidad, empujó otra en el quinto capítulo, justo antes de que el zurdo Yudiel Rodríguez reemplazara a Baños.

Además de empezar arriba en el marcador, los Leones defendieron como verdaderos felinos a su pitcher, lo mismo en el cuadro que en los jardines, y esos engarces levantaban al público y mantenían el ánimo azul por los cielos.

Solo en el octavo, después de sacar al zurdo Jorge Yhonson en mansa rolata por segunda y tolerar hit de Danel Castro, Villa se bajó del box arropado por un aplauso estruendoso de la afición y feliz por la que, a mi juicio, es su mejor actuación en series nacionales. Su relevo, Vladimir García completó la lechada.

Para el cuarto juego, Víctor Mesa anunció a Freddy Asiel Álvarez, de tan buena actuación el día inaugural, mientras Pablo Civil me dijo que iba a valorar entre Yoalkis Cruz y Luis Ángel Gómez.