Garra de campeones mostraron los naranjas villaclareños para venir de abajo en el llamado "inning de la suerte", y ayudados por dos pifias de la defensa pinera, emparejaron el cotejo con los Piratas, en un choque comenzado fuera del horario a causa de la lluvia y finalizado antes de la novena entrada por la misma razón.
Un sencillo de Andy Sarduy fletó la carrera que resultaría decisiva de los monarcas nacionales, quienes solo han marcado seis carreras o más como anfitriones en seis de 17 salidas. Antes, los pupilos del mentor Armando Jhonson le habían dado un vuelco al marcador en la parte alta de la entrada con una base, un pelotazo y tres imparables, uno de ellos de Rommy Proenza, que fletó dos.
Los fallos de la defensa de los líderes del torneo—primero el camarero Dainier Gálvez y luego del receptor Rigoberto Gómez—, fueron los números 38 y 39 de la campaña en 35 salidas, para pobre promedio de 972, por debajo de la media de 975. De esta forma, Villa Clara llegó a 20 éxitos, mientras que los pineros suman 12 descalabros y se mantienen afianzados en la punta.
Dos de los equipos que luchan a brazo partido por la clasificación corrieron distinta suerte, Santiago y Ciego de Ávila. A las Avispas les falló el pitcheo relevo frente a Camagüey, pues luego de explotar el abridor Carlos Manuel Portuondo, cuatro apagafuegos aceptaron siete limpias en seis innings, para aumentar la efectividad del pitcheo relevo del equipo a 3,88, por encima de la media de 3,73, en un choque donde el veterano Odelín caminó 8 entradas y Alexander Aya-la bateó de 5-4, jonrón y 4 impulsadas, secundado por William Luis, con un cuadrangular de tres carreras.
Resulta desde todo punto de vista incomprensible como un lanzador de la calidad de Vladimir García, dueño de una de las rectas más veloces de nuestro béisbol, haya ganado un solo juego en lo que va de torneo. Ayer se fue del box por lanzamientos luego de trabajar 6 y 2 tercios ponchando a 7 bateadores, con la pizarra marcando un empate a dos con los Leñadores de las Tunas, superados al final por la mínima gracias a un elevado de José Ramón Alfonso con las bases llenas y un out. Ahora Ciego exhibe balance de 19-16 y San-tiago 18-17, séptimo y octavo puesto, respectivamente.
Costoso el revés de los Cazadores artemiseños ante sus vecinos, los Huracanes de Mayabeque. Un choque donde la pizarra del parque Severino Méndez, en Bauta, se llenó de ceros, algo que no llama la atención en el caso de los anfitriones pues promedian 2,82 limpias por desafío, entre los primeros, a diferencia de los mayabequenses, cuyos 4,12 los colocan en el puesto 12. La decisión adversa colocó a los discípulos del mentor Danny Valdespino en un abrazo con los indómitos, ambos con 18-17.
Hasta el parque Rolando Rodríguez, en la bella Trinidad, fueron a caerse a batazos una pareja de escuadras virtualmente eliminadas de toda posibilidad de clasificación. Los Elefantes cienfuegueros y los Gallos espirituanos batearon de conjunto 19 indiscutibles, uno de ellos jonrón del corpulento sureño Edwin Vassel con las bases llenas, el séptimo del torneo. Llamativo el abultado marcador, sobre todo en el caso de los yayaberos, últimos en carreras anotadas, 120 con las siete de ayer.
Un sencillo de Andy Sarduy fletó la carrera que resultaría decisiva de los monarcas nacionales, quienes solo han marcado seis carreras o más como anfitriones en seis de 17 salidas. Antes, los pupilos del mentor Armando Jhonson le habían dado un vuelco al marcador en la parte alta de la entrada con una base, un pelotazo y tres imparables, uno de ellos de Rommy Proenza, que fletó dos.
Los fallos de la defensa de los líderes del torneo—primero el camarero Dainier Gálvez y luego del receptor Rigoberto Gómez—, fueron los números 38 y 39 de la campaña en 35 salidas, para pobre promedio de 972, por debajo de la media de 975. De esta forma, Villa Clara llegó a 20 éxitos, mientras que los pineros suman 12 descalabros y se mantienen afianzados en la punta.
Dos de los equipos que luchan a brazo partido por la clasificación corrieron distinta suerte, Santiago y Ciego de Ávila. A las Avispas les falló el pitcheo relevo frente a Camagüey, pues luego de explotar el abridor Carlos Manuel Portuondo, cuatro apagafuegos aceptaron siete limpias en seis innings, para aumentar la efectividad del pitcheo relevo del equipo a 3,88, por encima de la media de 3,73, en un choque donde el veterano Odelín caminó 8 entradas y Alexander Aya-la bateó de 5-4, jonrón y 4 impulsadas, secundado por William Luis, con un cuadrangular de tres carreras.
Resulta desde todo punto de vista incomprensible como un lanzador de la calidad de Vladimir García, dueño de una de las rectas más veloces de nuestro béisbol, haya ganado un solo juego en lo que va de torneo. Ayer se fue del box por lanzamientos luego de trabajar 6 y 2 tercios ponchando a 7 bateadores, con la pizarra marcando un empate a dos con los Leñadores de las Tunas, superados al final por la mínima gracias a un elevado de José Ramón Alfonso con las bases llenas y un out. Ahora Ciego exhibe balance de 19-16 y San-tiago 18-17, séptimo y octavo puesto, respectivamente.
Costoso el revés de los Cazadores artemiseños ante sus vecinos, los Huracanes de Mayabeque. Un choque donde la pizarra del parque Severino Méndez, en Bauta, se llenó de ceros, algo que no llama la atención en el caso de los anfitriones pues promedian 2,82 limpias por desafío, entre los primeros, a diferencia de los mayabequenses, cuyos 4,12 los colocan en el puesto 12. La decisión adversa colocó a los discípulos del mentor Danny Valdespino en un abrazo con los indómitos, ambos con 18-17.
Hasta el parque Rolando Rodríguez, en la bella Trinidad, fueron a caerse a batazos una pareja de escuadras virtualmente eliminadas de toda posibilidad de clasificación. Los Elefantes cienfuegueros y los Gallos espirituanos batearon de conjunto 19 indiscutibles, uno de ellos jonrón del corpulento sureño Edwin Vassel con las bases llenas, el séptimo del torneo. Llamativo el abultado marcador, sobre todo en el caso de los yayaberos, últimos en carreras anotadas, 120 con las siete de ayer.