Armando Ferrer no es mago. Tampoco se jacta de ser el gran director de la pelota cubana, aunque debutó con el oro de Matanzas en la 59 Serie Nacional (tras haber quedado última el año anterior), y en la temporada pasada terminó con plata. Prefiere tomar distancia y no levantar pronósticos adelantados para la venidera temporada,aunque todos califican a su tropa como un trabuco beisbolero para el nivel de la pelota cubana actual.

Le abordamos a solo una semana de iniciarse la 61 campaña y lo primero que soltó fue una risa al preguntarle si los yumurinos que dirige no están comprometidos con su pueblo en volver a estar en el podio, algo que lograron con Victor Mesa por siete años consecutivos (2012-2018), con dos platas y cinco bronces. “Comprometidos y más”, dijo sonriente.

Pero Ferrer fue mucho más allá en su explicación de lo que pudiéramos esperar de los yumurinos desde el 23 de enero, cuando debuten frente a los monarcas de Granma en condición de visitantes en el estadio Mártires de Barbados, dos días antes de regresar a su casa del Victoria de Girón para chocar contra Cienfuegos, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, por ese orden.

“Me siento comprometido yo y se siente comprometido el equipo. No puede ser de otra manera tras haber mantenido en los dos últimos años un rendimiento estable con dos medallas. Aparecerse diciendo ahora que no podremos clasificar sería ilógico. No obstante, quiero aclara algo – respira y toma la batuta de nuevo-, hay alguna gente diciendo que somos al seguro el primer lugar, y eso no es así. Es muy difícil vaticinar en la pelota cubana un resultado tan categórico.

“Somos un conjunto fuerte en los tres aspectos de juego. Está bien equilibrada la defensa, el pitcheo y la ofensiva, pero no podemos decir por eso rotundamente que vamos a discutir directo el campeonato o que seremos los campeones. Vamos a ir paso a paso, pero siempre comprometido con el pueblo y con el propio equipo de dar un buen espectáculo por sobre todas las cosas”.

Antes de seguir la conversación le pido aclarar la situación de algunos peloteros insertados en ligas profesionales, tanto a título personal (Yadir Drake, Yadil Mujica o Bárbaro Arruebaruena) como en la Liga Profesional de Japón (Yurisbel Gracial y Ariel Martínez), quienes están en la lista de 40 entregada en el Congresillo Técnico del certamen.

“A raíz de las informaciones que en la Liga Profesional de Japón se dilatará un poco la presencia de latinos en su evento, conversamos con ellos y se incorporarán. A Gracial incluso eso le permitirá llegar en mejor forma deportiva. Arruebaruena se debe incorporar antes del 23 de enero. Mujica vino ya y el caso de Drake debe estar de regreso a Cuba el 14 o 15 de febrero.

“Tenemos el caso de Julio César González Navarro, que es un pelotero que estaba en este equipo cuando dirigió Víctor Mesa y andaba por la liga venezolana. Él se reincorpora con nosotros desde el inicio. Todos deben estar en esta primera parte intermitente, para poder cumplir lo acordado en el Congresillo Técnico”, comentó.


Dos temas más quedan pendientes en el tintero. La rotación del pitcheo con la posible operación de Yoanni Yera y sus consideraciones sobre una Serie Nacional sin refuerzo, antesala de un próximo certamen selectivo para noviembre de este propio 2022.

“Todavía no sabemos la decisión de Yera. Le pospusieron su operación para otra fecha. Él dice que resuelve con un tratamiento porque no está muy convencido de la operación. Nosotros estamos al tanto y si finalmente se opera sería mejor ahora, porque nos hará más falta al final de la Serie que al inicio.

“Pensamos rotar con Dariel Góngora, Naykel Cruz, Yamichel Pérez, Noelvis Entenza y Renner Rivero. En esos cinco están los abridores, porque tenemos a Joel Suarez, Haykel Parra y Armando Dueñas como relevo intermedios y cerradores.

“Sobre los refuerzos debo confesar que me gusta porque me conviene. Te soy sincero. Siempre se ha abogado porque los equipos vayan íntegros a la Serie del Caribe porque eso ha traído consecuencias a los directores que tuvieron que sacar a algunos jugadores que se ripiaron desde el principio para traer refuerzos y consolidar el equipo. Es menos dolor de cabeza para los directores de equipo. Además, lo que es parejo no es ventaja y es legal.

“Quizás Matanzas tenga muy parejo su conjunto. No creo que los refuerzos elevan el techo de la pelota cubano porque apenas son para 10 juegos. Sin embargo, lo que sí va a elevar el techo es una serie selectiva que el pueblo ha ido reclamando. Quizás este año no se vea tanto porque no hay evento internacional seguido, pero en el 2023 tendremos muchos eventos de envergadura. Y se verán los frutos”.