Con 44 años, el estelar José Ariel Contreras dirá adiós al béisbol como jugador activo, según hizo público este miércoles tras lanzar su último partido con los Tigres de la Liga Mexicana.

Hace mucho tiempo convertido en leyenda, José Ariel Contreras es uno de los grandes de la lomita cubana, que logró brillar en Cuba y fuera de la isla, incluidas las Grandes Ligas.

El lanzador pinareño anunció su retiro este miércoles, luego de terminar su actuación frente a los Delfines del Carmen, en un partido donde fue castigado.

Instalado desde hace tres años en la Liga Mexicana de Béisbol, José Ariel jugó dos temporadas con los Toros de Tijuana, y en la actual campaña pasó a formar parte de los Tigres de Quintana Roo, donde juegan los también cubanos Ramón Lunar, Diosdany Castillo y Alexei Bell, este último recién dado de alta para la agencia libre de Grandes Ligas.

En diez salidas con los Tigres, el pinareño tuvo balance de 3 victorias y 4 derrotas, con promedio de limpias de 3.79, y 55 ponches en 57 capítulos, números que no están nada mal para un lanzador.

Pero a sus 44 años, era de esperar que en algún momento el otrora primer pitcher del equipo Cuba decretara su descanso, un hombre que tocó la gloria con sus manos, y que si seguía jugando en México era para no tomar la difícil decisión de abandonar el béisbol.

Titular olímpico en 1996, fue campeón en todos los torneos internacionales importantes que se jugaron desde finales de los 90 hasta 2002, año en que decidió irse de Cuba, incluidos Campeonatos del Mundo, Copas Intercontinentales y Juegos Panamericanos. Uno de sus últimos éxitos en Cuba lo protagonizó en el histórico partido amistoso que celebró la selección nacional en 1999 con los Orioles de Baltimore, choque que contribuiría años después a romper el hielo diplomático entre Cuba y Estados Unidos. En ese partido, ponchó a 10 bateadores rivales y dejó su camino listo para probarse a otro nivel.

Cuando abandonó Cuba se contrató con los Yankees de Nueva York, y desde 2004 jugó con los Medias Blancas de Chicago, con los que ganó una Serie Mundial en 2005. En la MLB, José Ariel ganó 78 partidos con 67 derrotas, acumuló promedio de limpias de 4.57 y ponchó a 889 rivales en 1173 innings de actuación.

Su exitoso paso por las mayores, que se extendió hasta 2012, contribuyó también a destrozar el mito de que los cubanos formados en la Serie Nacional no podían brillar en Grandes Ligas, algo que había insinuado antes el gran Orlando el Duque Hernández, y que luego ha quedado plenamente demostrado, para mayor gloria de la pelota cubana.