Lo que nadie esperaba, sucedió. Es decir, Sancti Spíritus le clavó tres espuelas seguidas a Industriales, que venía rugiendo en cualquier claro de la selva.

Esta vez el Huelga fue una trampa insuperable. Inspirados, los Azules quisieron prolongar allí su buena racha, pero encontraron a un equipo que, por arte de birlibirloque, transformó su actitud vacilante en pose bélica.

Nadie había podido barrer a los de Vargas. Y como nadie lo había hecho, no existían razones para esperar que lo hicieran unos Gallos con más peleas perdidas que ganadas. Sin embargo, ocurrió.

En dos tardes sucesivas, los espirituanos alardearon de temple para venir de abajo ante los (hasta hace muy poco) líderes del Occidente. Cantaron alto, tanto como lo exige su afición, tanto como le corresponde hacerlo a esta novena que jamás ha podido aprovechar la calidad de una generación tal vez irrepetible en Sancti Spíritus.

Y lo hicieron colgados del bate del Gallo Mayor. Yuliesky Gourriel -gústele a quien le pese, el pelotero más completo del país- clavó hondo su espuela en el corazón capitalino, al punto de compilar un mágico .700 de average.

En tres ocasiones sobrepasó las bardas con sus swines. En otra, sonó un doble. Cinco veces llegó safe al home plate, y remató la obra de arte con siete carreras impulsadas. Mejor, imposible.

Así, el crack de los Gourriel se colocó tercero en jonrones, total de bases y slugging -superado en los tres casos por el terrorífico binomio que conforman Despaigne y Abreu-, sigue los pasos del granmense en empujadas, y además tiene espacio en las decenas de privilegio de boletos recibidos y propulsiones del empate o la ventaja.

Mucha falta le hacía pasar esta escoba a Sancti Spíritus. Su clasificación era harto dudosa, y aunque ahora todavía le resta un trecho de camino, por lo menos la escuadra se ha ubicado en la cuarta posición del oeste, con mínima ventaja sobre los vigentes monarcas pinareños.

¿Servirán estos triunfos para que los Gallos asalten otras vallas? ¿O el sobrehumano esfuerzo de estos días quedará en vana señal de humo? Algo me hace pensar que habrá espuelas en la postemporada.