El béisbol forma parte de la herencia cultural de todo el pueblo cubano, no por ser el deporte nacional, sino, porque contribuyó a la formación de nuestra identidad nacional en la segunda mitad del siglo XIX.
La juventud cubana buscó opciones deportivas en contraposición a los gustos de los colonizadores, y la pelota fue asumida por muchos, que añoraban la independencia, y en consecuencia, con ocasión de efectuarse juegos de béisbol, se conspiraba contra el gobierno colonial, lo que provocó una prohibición a que se dichos encuentros se efectuaran.
Todo lo anterior nos hace pensar en el aporte que el béisbol cubano hizo a la lucha por la libertad. Debido a la guerra por la independencia, no se realizaron varios campeonatos y muchos peloteros cambiaron el bate por un machete para ayudar en la lucha armada.
El ex manager y jugador Emilio Sabourín, murió deportado en las misiones españolas de Ceuta y al iniciarse los combates, casi todos los hijos de cubanos que jugaban béisbol en Cayo Hueso, embarcaron rumbo a Cuba a pelear, como miembros de la expedición del General Núñez, que desembarcó en Palo Alto.
En fin, hoy rendimos homenaje a todos los amantes del béisbol, que en la segunda mitad del siglo XIX lucharon por la independencia de Cuba. También a aquellos que lo hicieron en el Moncada, en la Sierra Maestra, en Girón y en todas las batallas libradas por nuestro pueblo contra las apetencias imperialistas.
La juventud cubana buscó opciones deportivas en contraposición a los gustos de los colonizadores, y la pelota fue asumida por muchos, que añoraban la independencia, y en consecuencia, con ocasión de efectuarse juegos de béisbol, se conspiraba contra el gobierno colonial, lo que provocó una prohibición a que se dichos encuentros se efectuaran.
Todo lo anterior nos hace pensar en el aporte que el béisbol cubano hizo a la lucha por la libertad. Debido a la guerra por la independencia, no se realizaron varios campeonatos y muchos peloteros cambiaron el bate por un machete para ayudar en la lucha armada.
El ex manager y jugador Emilio Sabourín, murió deportado en las misiones españolas de Ceuta y al iniciarse los combates, casi todos los hijos de cubanos que jugaban béisbol en Cayo Hueso, embarcaron rumbo a Cuba a pelear, como miembros de la expedición del General Núñez, que desembarcó en Palo Alto.
En fin, hoy rendimos homenaje a todos los amantes del béisbol, que en la segunda mitad del siglo XIX lucharon por la independencia de Cuba. También a aquellos que lo hicieron en el Moncada, en la Sierra Maestra, en Girón y en todas las batallas libradas por nuestro pueblo contra las apetencias imperialistas.
¡Sé el primero en comentar!