La 63 Serie Nacional de Béisbol enfrenta desafíos continuos, con la supremacía de los bateadores, debilidades defensivas y falta de control por parte de los lanzadores, que parecen arraigados en la competición.

A pesar de las expectativas contrarias, las preocupaciones expresadas por federativos y aficionados al béisbol sobre estas tendencias no se han disipado en esta temporada.

Carlos Martín, metodólogo de la Comisión Nacional de Béisbol (CNB), quien supervisa la Serie, advirtió sobre estas problemáticas durante su recorrido por las provincias antes del inicio de los juegos.

Martín destacó una tendencia generalizada en los equipos de dedicar más tiempo a la práctica del bateo que al trabajo defensivo durante los entrenamientos previos a la competición.

Aunque se reconoce que los equipos enfrentan dificultades con los equipos de musculación en los gimnasios de los estadios, han encontrado soluciones para cumplir con sus rutinas de entrenamiento. Sin embargo, la situación es diferente cuando se trata de practicar la defensa, donde se observa una falta de iniciativa para implementar cambios significativos.

Estas deficiencias en la preparación se ven exacerbadas por problemas en las condiciones de las canchas, lo que sugiere que los errores, especialmente en el cuadro, probablemente persistirán.

Se ha informado sobre los repetidos llamados de atención de los directivos de la CNB a las autoridades locales, instándolas no solo a mejorar el entrenamiento defensivo, sino también a acondicionar adecuadamente los terrenos de juego. Es imperativo actuar rápidamente.

En cuanto a los problemas de control de los lanzadores, se reconoce que algunos montículos requieren trabajos de nivelación y declive, lo que puede afectar la precisión de los lanzamientos.

Humberto Guevara, jefe técnico de la CNB, ha destacado la importancia de que los entrenadores de pitcheo de cada equipo compartan la carga de trabajo para garantizar la atención adecuada a sus jugadores.

Los números reflejan estos desafíos: un promedio colectivo de bateo de .295 y un alarmante total de 964 bases por bolas concedidas en mil 956 entradas disputadas. El fildeo presenta un promedio general de .965, con 301 errores en 8 mil 672 jugadas.

Aunque la temporada está en sus primeras etapas, con solo 16 juegos de los 75 programados para cada equipo, se espera una mejora en ambos aspectos en el transcurso de la competición.