Mayor expectación imposible. Pinar del Río volvió a derrotar a Industriales y hoy, a partir de las 4:15 p.m., partido de vida o muerte en el Capitán San Luis, con el ganador conquistando el derecho a ser el rival de Matanzas en la final, a iniciarse el próximo lunes en el Victoria de Girón.
Lázaro Vargas escogió a Frank Montieth a pesar de que Vicyohandri Odelín tenía una semana de descanso. Le salió bien, porque el derecho de La Lisa se presentó en envidiable forma, trabajando con su recta entre las 87 y las 89 millas, tirada a ambos lados del plato y preferentemente en la zona baja, combinada con la slider.
Así caminó cinco entradas, con ocho ponches, antes de irse por cantidad de envíos. A partir de ahí los relevistas Azules no pudieron contener a los vueltabajeros. Primero fue Alexander Rodríguez, víctima de un doblete de Giorvis Duvergel, además de regalarle un boleto a Donal Duarte.
Ahí entró Julio Rayzan Montesinos, quien primero obligó a Peraza a batear para una doble matanza, y luego cometió un error que ya se hace habitual en los lanzadores cubanos, servirle una recta por el centro del plato a William Saavedra en conteo de dos strikes sin bolas. El resultado era de esperar, cuadrangular de línea por el jardín izquierdo. Para cerrar la entrada hizo su aparición un novato, Yanier Valdés, algo llamativo en un partido tan importante y con un marcador cerrado.
La ventaja se amplió en el llamado “inning de la suerte” a costa de otros dos relevistas, inefectivos como sus antecesores, con el batazo clave a cargo de Donal Duarte, un doblete impulsador de dos anotaciones.
Al mentor Alfonso Urquiola le sucedió con Vladimir Baños algo similar a lo acontecido a los Industriales en el Latinoamericano con Noelvis Entenza. Por segunda ocasión como abridor en su propio terreno el diestro pinareño no pudo cumplir con su objetivo, esta vez explotado en el mismo capítulo inicial por tres sencillos consecutivos. De nuevo el zurdo Julio Alfredo Martínez tuvo que encaramarse en el montículo para relevar pues de sobra es conocida la fragilidad del bullpen pinareño.
Mejor no lo pudo hacer Julio Alfredo, colgando seis ceros con un solitario indiscutible permitido y la curva en la zona de strike casi todo el tiempo. Su labor detuvo en seco a sus rivales, quienes han perdido una ventaja de dos victorias y hoy saldrán contra la pared en terreno de los rivales.
Lázaro Vargas escogió a Frank Montieth a pesar de que Vicyohandri Odelín tenía una semana de descanso. Le salió bien, porque el derecho de La Lisa se presentó en envidiable forma, trabajando con su recta entre las 87 y las 89 millas, tirada a ambos lados del plato y preferentemente en la zona baja, combinada con la slider.
Así caminó cinco entradas, con ocho ponches, antes de irse por cantidad de envíos. A partir de ahí los relevistas Azules no pudieron contener a los vueltabajeros. Primero fue Alexander Rodríguez, víctima de un doblete de Giorvis Duvergel, además de regalarle un boleto a Donal Duarte.
Ahí entró Julio Rayzan Montesinos, quien primero obligó a Peraza a batear para una doble matanza, y luego cometió un error que ya se hace habitual en los lanzadores cubanos, servirle una recta por el centro del plato a William Saavedra en conteo de dos strikes sin bolas. El resultado era de esperar, cuadrangular de línea por el jardín izquierdo. Para cerrar la entrada hizo su aparición un novato, Yanier Valdés, algo llamativo en un partido tan importante y con un marcador cerrado.
La ventaja se amplió en el llamado “inning de la suerte” a costa de otros dos relevistas, inefectivos como sus antecesores, con el batazo clave a cargo de Donal Duarte, un doblete impulsador de dos anotaciones.
Al mentor Alfonso Urquiola le sucedió con Vladimir Baños algo similar a lo acontecido a los Industriales en el Latinoamericano con Noelvis Entenza. Por segunda ocasión como abridor en su propio terreno el diestro pinareño no pudo cumplir con su objetivo, esta vez explotado en el mismo capítulo inicial por tres sencillos consecutivos. De nuevo el zurdo Julio Alfredo Martínez tuvo que encaramarse en el montículo para relevar pues de sobra es conocida la fragilidad del bullpen pinareño.
Mejor no lo pudo hacer Julio Alfredo, colgando seis ceros con un solitario indiscutible permitido y la curva en la zona de strike casi todo el tiempo. Su labor detuvo en seco a sus rivales, quienes han perdido una ventaja de dos victorias y hoy saldrán contra la pared en terreno de los rivales.