A menos de una semana del inicio de la 53 Serie Nacional de Béisbol y con el riesgo que siempre implica la interpretación de las estadísticas para no verlas como la simple suma directa de valores numéricos, intentaremos acercarnos a quiénes han sido los mejores receptores defensivos de Cuba de todos los tiempos.

Gracias a la colaboración de Benigno Daquinta (VER TABLA 1), la propuesta abarca aspectos esenciales de esta posición, consciente de que para evaluar la habilidad defensiva de los enmascarados no hay recetas únicas, ni siquiera desde la Sabermetría, muy de moda hoy, cuyo fin es medir de manera más eficaz las actividades que se suscitan dentro del campo de juego.

Sin embargo, varios especialistas, colegas y entrenadores coinciden en que es posible dividir el aporte o la razón fundamental de los cátchers en dos grandes apartados: ayudar o guiar a los lanzadores para una mejor efectividad y evitar el avance de los corredores, es decir, conseguir que le roben menos bases.

En el caso de lo primero, la medición cuantitativa aún es imposible, pues no existe fórmula que establezca relación directa entre la faena de los receptores y el promedio de carreras limpias de un cuerpo de serpentineros, aunque sabemos que la maestría (en cubano: un buen mascoteo) puede lograr que los árbitros canten más strikes, y por tanto, da mucha seguridad y confianza a los pítchers. Juan Castro, Alberto Martínez, Ariel Pestano y Pedro Medina, fueron ejemplos perfectos de eso.

Sin embargo, para lo segundo, sí existen indicadores concretos como bases robadas, cogidos robando, average defensivo, pass ball y errores, aunque lo más justo es no verlos de forma aislada, sino interrelacionados y a través de expresiones proporcionales, en dependencia de la cantidad de innings detrás del home.

Para este trabajo hemos ordenado a los primeros 20 nombres con el mejor promedio de corredores cogidos robando (% CR) y que hayan actuado en más de tres mil entradas en nuestros clásicos. Este parámetro es vital para valorar la eficiencia y un promedio por encima del 50% demuestra, al menos, que atrapó a más de la mitad de los estafadores que le salieron. Llama la atención que solo nueve nombres sobrepasan ese indicador —lidereado por el avileño Roger Machado— y un ilustre como el pinareño Juan Castro ocupe el escaño 14, en tanto otro estelar como Medina quedó fuera de este grupo, pues compila para un 42,65 .

Pero ese solo dato no lo dice todo, porque se puede tener un alto por ciento y permitir, a su vez, muchos robos de bases, debido a que más corredores intentan robarle. Y viceversa, se puede tener un bajo promedio, pero no permitir muchos robos, ya que son pocos los que deciden salirle. Por esa razón, algo verdaderamente importante es también medir cuántas bases le roban por juego (BR/9), calculada con la fórmula: BRx9/ inning jugados.

Aquí se intercambian algunos nombres y llama poderosamente la atención que solo tenemos a cuatro hombres por debajo del 0.30, de ellos tres villaclareños: Yulexis la Rosa, Pestano y Alberto Martínez. Para que se entienda mejor ese cálculo, el 0.25 del industrialista Alden Mesa significa que cada cuatro juegos es que le llegaban quieto a una base. En las Grandes Ligas, lo más destacado en esta temporada fue el 0.20 del boricua Yadier Molina.

Es conveniente mencionar que BR/9 es una estadística poco revisada por los cronistas —no así por entrenadores y directivos del mejor béisbol—, a pesar de su confiablidad, ya que a un buen cátcher le suelen salir a robar en menos oportunidades y cuando lo hacen van con más incertidumbres.

Aunque el average defensivo no es hoy una cifra ilustrativa para muchos especialistas en medio de tanta información estadística, tampoco debemos despreciarlo. Una vez más Pestano sobresale con un formidable 991 que solo iguala el matancero Yaismel Alberro, pero con 13 campañas menos. Sin duda, la maestría alcanzada por el hombre que decidió la anterior temporada es para quitarse el sombrero.

Nótese que otra vez estelares como Alberto Martínez y Juan Castro archivan más pifias y pass ball de lo que muchos pensamos, lo cual no le resta ni un ápice de brillantez a sus imponentes carreras, marcadas por leyendas y estilos que muchos debieran imitar.

Por supuesto, un buen receptor también tiene que reunir aspectos técnicos-tácticos imposibles de llevar a números como su posición detrás del home; la mecánica para recibir los lanzamientos, fildear un toque de bola o un foul fly; la técnica para tirar a las bases; o la conducción de un juego a partir del estudio de cada bateador contrario y las potencialidades de su serpentinero.

Finalmente, el Coeficiente de Rendimiento Defensivo (CRD-TABLA 2), a partir de una compleja fórmula que incluye casi todos los aspectos mencionados, muestra solo un cambio de nombre entre los diez primeros si lo comparamos con la Tabla 1.

Disfrute, recorte y estudie a fondo cada uno de estos datos. Que no aparezcan entre esa veintena de nombres los de Medina, Lázaro Pérez, Evelio Hernández, Juan Manrique, José Raúl Delgado, entre otros, es tan solo una huella del ordenamiento hecho a partir de aspectos que hemos considerado más determinantes.

El secreto a voces y las discusiones en todo el país sobre el mejor receptor cubano de todos tiene ahora más elementos. Pestano parece, Pestano es, aunque usted sacará sus propias conclusiones.