Subcampeón del primer Clásico Mundial de Béisbol y con ambiciones de volver a encumbrarse, Cuba llega a la palestra internacional entrampado en las madejas asiáticas, con la ciudad japonesa de Fukuoka como enigma inicial.
De nombres mediáticos y equipos temibles, las apariencias muestran a los grupos del continente americano como los más fuertes del III Clásico Mundial de Béisbol que se desarrollará del 2 al 19 de marzo en diferentes países.
Empero, los resultados anteriores refrendan la categoría de los equipos del Lejano Oriente. Japón fue el monarca en las dos citas de 2006 y 2009, y Corea del Sur el subcampeón en el segundo certamen.
Cuba, con un elenco de prometedoras figuras y algunos jugadores establecidos, fue ubicada en la llave A de Fukuoka, al lado de los favoritos nipones; Brasil, que dejó en el camino a Panamá y Colombia, y China.
Si logra rebasar el primer obstáculo, entonces en la segunda ronda en Tokio los caribeños cruzarán espadas con los clasificados de la serie B, en la cual jugarán Taipei de China (sede), Corea del Sur, Holanda y Australia, además de, sin dudas, Japón.
Aunque por tradición y palmarés Cuba debería acompañar a los japoneses hacia la segunda etapa, el camino tampoco es expedito. Brasil, bajo las riendas de Barry Larkin, otrora torpedero de los Rojos de Cincinnati, es un contrincante muy peligroso.
Larkin, elevado al Salón de la Fama en 2012, se apoyó en el trabajo de entrenadores japoneses radicados en Brasil, entre ellos Mitsuyoshi Sato, el manager asistente. Ambos condujeron con gran acierto a su staff de pitcheo.
Cuentan con el joven de 19 años de los Marineros de Seattle, Thyago Vieira, André Rienzo, de los Medias Blancos de Chicago, y los efectivos y veloces Rafael Fernándes y Murilo Gouvea.
La "canarinha" del deporte de las bolas y los strikes debuta nada menos que contra Japón el 2 de marzo. Sin embargo, su duelo crucial al día siguiente será frente a Cuba, que ya anunció al derecho Ismael Jiménez como el lanzador de apertura.
Figuras del rango de Frederich Cepeda, Alfredo Despaigne y Yulieski Gourriel contrastan con jugadores noveles que apenas frisan los 20 años en el equipo que representará a Cuba en el III Clásico.
Dirigidos por el excoloso del jardín central Víctor Mesa, secundado por el jefe técnico Jorge Fuentes, la plantilla cubana puede tener algunos ajustes en los próximos días, pero básicamente no variará la fórmula de empuje de la nueva pléyade.
Además de Cepeda, Despaigne y Gourriel, junto a otros conocidos como los lanzadores Danny Betancourt, Vladimir García e Ismel Jiménez, que repiten en el Clásico, los jovencitos Andy Ibáñez y Darien Núñez debutan con apenas 19 años de edad.
Ibáñez, segunda base, es una de las sensaciones en la actual Serie Nacional y pilar del elenco de la Isla de la Juventud, en tanto Núñez es un espigado pitcher zurdo de Las Tunas que ya se hizo espacio en giras del plantel mayor de Cuba.
De los seleccionados destacan además el inicialista y slugger José Dariel Abreu y el torpedero Bárbaro Arruebarruena; los outfielders Alexei Bell y Rusney Castillo; y los serpentineros Freddy Asiel Alvarez y Odrisamer Despaigne.
Para llegar a San Francisco, California, escenario de la semifinal y final de la justa, los cubanos deberán salir airosos de la enrevesada trampa asiática en Fukuoka y Tokio. En tal caso, se desplazarán entonces a urbe estadounidense donde jugarán del 17 al 19 de marzo.
De nombres mediáticos y equipos temibles, las apariencias muestran a los grupos del continente americano como los más fuertes del III Clásico Mundial de Béisbol que se desarrollará del 2 al 19 de marzo en diferentes países.
Empero, los resultados anteriores refrendan la categoría de los equipos del Lejano Oriente. Japón fue el monarca en las dos citas de 2006 y 2009, y Corea del Sur el subcampeón en el segundo certamen.
Cuba, con un elenco de prometedoras figuras y algunos jugadores establecidos, fue ubicada en la llave A de Fukuoka, al lado de los favoritos nipones; Brasil, que dejó en el camino a Panamá y Colombia, y China.
Si logra rebasar el primer obstáculo, entonces en la segunda ronda en Tokio los caribeños cruzarán espadas con los clasificados de la serie B, en la cual jugarán Taipei de China (sede), Corea del Sur, Holanda y Australia, además de, sin dudas, Japón.
Aunque por tradición y palmarés Cuba debería acompañar a los japoneses hacia la segunda etapa, el camino tampoco es expedito. Brasil, bajo las riendas de Barry Larkin, otrora torpedero de los Rojos de Cincinnati, es un contrincante muy peligroso.
Larkin, elevado al Salón de la Fama en 2012, se apoyó en el trabajo de entrenadores japoneses radicados en Brasil, entre ellos Mitsuyoshi Sato, el manager asistente. Ambos condujeron con gran acierto a su staff de pitcheo.
Cuentan con el joven de 19 años de los Marineros de Seattle, Thyago Vieira, André Rienzo, de los Medias Blancos de Chicago, y los efectivos y veloces Rafael Fernándes y Murilo Gouvea.
La "canarinha" del deporte de las bolas y los strikes debuta nada menos que contra Japón el 2 de marzo. Sin embargo, su duelo crucial al día siguiente será frente a Cuba, que ya anunció al derecho Ismael Jiménez como el lanzador de apertura.
Figuras del rango de Frederich Cepeda, Alfredo Despaigne y Yulieski Gourriel contrastan con jugadores noveles que apenas frisan los 20 años en el equipo que representará a Cuba en el III Clásico.
Dirigidos por el excoloso del jardín central Víctor Mesa, secundado por el jefe técnico Jorge Fuentes, la plantilla cubana puede tener algunos ajustes en los próximos días, pero básicamente no variará la fórmula de empuje de la nueva pléyade.
Además de Cepeda, Despaigne y Gourriel, junto a otros conocidos como los lanzadores Danny Betancourt, Vladimir García e Ismel Jiménez, que repiten en el Clásico, los jovencitos Andy Ibáñez y Darien Núñez debutan con apenas 19 años de edad.
Ibáñez, segunda base, es una de las sensaciones en la actual Serie Nacional y pilar del elenco de la Isla de la Juventud, en tanto Núñez es un espigado pitcher zurdo de Las Tunas que ya se hizo espacio en giras del plantel mayor de Cuba.
De los seleccionados destacan además el inicialista y slugger José Dariel Abreu y el torpedero Bárbaro Arruebarruena; los outfielders Alexei Bell y Rusney Castillo; y los serpentineros Freddy Asiel Alvarez y Odrisamer Despaigne.
Para llegar a San Francisco, California, escenario de la semifinal y final de la justa, los cubanos deberán salir airosos de la enrevesada trampa asiática en Fukuoka y Tokio. En tal caso, se desplazarán entonces a urbe estadounidense donde jugarán del 17 al 19 de marzo.