A finales de 2018, MLB y el gobierno de Cuba habían cerrado un histórico acuerdo entre ambas entidades, donde buscaban poner fin a las trabas que enfrentan los peloteros cubanos tanto para salir del país cómo para colocarse en el mercado de Grandes Ligas, pero el presidente Donald Trump tumbó el convenio alegando que era una violación al embargo económico que Estados Unidos tiene sobre la isla desde 1958.

Ahora con las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Cuba ve en ella una oportunidad perfecta para poder renegociar el acuerdo con MLB y entablar diálogo con el gobierno entrante, sea reelegido Donald Trump o el demócrata Joe Biden, según un comunicado oficial de las autoridades en Cuba.

El deporte del país caribeño está preparado para (re)negociar un pacto truncado y cerrar así un largo ciclo de deserciones, riesgos y fuga de talento. Tenemos la disposición de restablecer un acuerdo que se firmó, pero nunca llegó a ponerse en práctica. Por demás, la actual carrera presidencial en la nación estadounidense no desvirtúa el escenario. No pensamos en si gana Joe Biden o Donald Trump, cuando la MLB lo decida, vamos a hacer realidad ese contrato.

Bajo las leyes del embargo económico que impuso Estados Unidos sobre Cuba desde la época de la Guerra Fría, el gobierno estadounidense prohibe que cualquier empresa americana haga negocios con el gobierno cubano.

Para que la cancelación pudiera tener efecto, Donald Trump derogó un decreto hecho por Barack Obama donde se estipulaba que la Federación Cubana de Beisbol y el gobierno de Cuba eran entes totalmente distintos, lo cuál posibilitó que en un principio se llevaran las negociaciones entre ellos y MLB.

De acuerdo con Major League Baseball, éste acuerdo entre ellos y la FCB era para reducir la trata de personas y propiciar mejores condiciones para los peloteros cubanos, quienes tienen que pasar toda una odisea y situaciones peligrosas para poder contratarse en el beisbolde los Estados Unidos.